La Corriente Federal de Trabajadores dio claras muestras de vitalidad y crecimiento el sábado en Santa Fe en el marco del Primer Encuentro de Regionales, en el que se escucharon fuertes críticas a la “inmovilidad de la CGT”.
Con la significativa ausencia de su principal referente, el titular de la Asociación Bancaria Sergio Palazzo, la CFT, exhibió niveles de organización y movilización que son el signo de su crecimiento y afianzamiento en el escenario sindical argentino.
El cónclave se desarrolló en la sede de la Federación de Sindicatos de Trabajadores Municipales (Festram), cuyo titular, Claudio Leoni, fue uno de los oradores en el ruidoso cierre, luego de una intensa jornada de trabajo en comisiones.
La idea del encuentro pivoteó en torno de dar un fuerte impulso a la unidad del movimiento obrero sustentada en un programa que confronte con el modelo que propone desde diciembre de 2015 el gobierno de Mauricio Macri.
Si bien no se sorprendió, Leoni ponderó –en diálogo con Redacción Rosario el éxito de la convocatoria: “Esperábamos a 500 dirigentes de todo el país, y llegaron más de 600. Un sábado, día en el que podrían estar haciendo otra cosa, con sus familias, las compañeras y compañeros llegaron a este lugar para participar en las comisiones y dar el debate. Esto le pone las pilas a cualquiera, sobre todo porque es necesario ponerle un freno a este modelo conservador y liberal que impulsa Cambiemos”.
Precisamente, el trabajo en comisiones fue intenso, con propuestas y muchos testimonios que dieron cuenta del importante crecimiento de la CFT, y en particular del grado de participación de las mujeres y los jóvenes en niveles de conducción y organización.
Por un lado, funcionó la comisión de Trabajo, Producción y Perspectiva Económica, en la que se caracterizó la coyuntura tanto en la Argentina como a nivel global, y asimismo el impacto de las políticas económicas del régimen macrista.
Las otras tres comisiones fueron Economías regionales; Pacto Fiscal, Reformas Laboral y Previsional, y La CFT en el interior y la CGT que pretendemos.
El encuentro dejó como corolario un documento titulado «Unidad y Emergencia Nacional», en el que se planteò, entre otros tópicos, lo siguiente:
«El derrotero de las decisiones económicas, financieras e institucionales del gobierno de Mauricio Macri beneficia a los sectores financieros y económicos más concentrados, y perjudica directamente a los trabajadores y trabajadoras, con o sin empleo formal, a los jubilados y jubiladas, a los más pobres, a las clases medias –aún a quienes lo votaron– a la industria nacional a las economías regionales –a pesar de la rebaja en las retenciones–, al mercado interno y a la producción nacional, reduciendo el empleo».
En otro tramo de la declaración se manifiesta: «Ese esquema económico se sostiene gracias a un galopante endeudamiento externo e interno, gestionado por ministros del gobierno Nacional que revisten el triple carácter de funcionarios públicos, prestamistas encubiertos por la ingeniería offshore y profugadores de capital, que aplican un brutal ajuste sobre los ingresos alimentarios de la mayoría de la sociedad con el fin de asegurar sus propios intereses como integrantes que son de conglomerados financieros mundiales».
Tanto Leoni como el resto de dirigentes que cerraron el encuentro, cuyo último orador fue el líder de la Federación Gráfica Bonaerense, Héctor Amichetti, coincidieron en cuestionar severamente al actual Consejo Directivo de la CGT, al que se instó para que, «superando su actual inmovilidad, asuma de una vez por todas sus responsabilidades, dejando atrás roscas estériles y diálogos improductivos, adoptando decisiones que pongan límite a la agresión del gobierno asociado con los grandes empresarios contra los trabajadores y nuestras organizaciones para exigir el fin del cepo a las paritarias y el control de los formadores de precios».
