Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú anunciaron que suspenderán su participación en la Unasur, el bloque que además integran Bolivia, Venezuela, Uruguay, Ecuador, Guyana y Suriname. Evo llamó a “reflexionar y fortalecer la unidad a pesar de las diferencias políticas e ideológicas”.

La derecha regional se impone en buena parte de la región y su objetivo es arrasar con todo vestigio de la etapa anterior. Con los derechos. Con la dignidad. Con la posición independiente ante el imperio y las corporaciones. Y fundamentalmente, con la integración que hacía posible todos esos logros.

Los gobiernos de derecha, encabezados por el presidente argentino Mauricio Macri y el ilegítimo mandatario brasileño Michel Temer, compiten por ser el mejor y más servil aliado de las estrategias del imperio para la región. Y, sobre todo, hacen buenos negocios. Practican un capitalismo de saqueo. Están al mando de ceocracias donde las corporaciones entran a saco con total impunidad en detrimento del Estado y de la ciudadanía. Los gobiernos de Chile, Colombia, Paraguay y Perú están en la misma sintonía.

Los une, además de los negocios y el insaciable afán de lucro, un odio fanático a toda construcción popular: Venezuela es el eje del Mal regional y el principal factor aglutinante. Asimismo, “Insultar, atacar y acosar a Venezuela” es la materia que tienen que aprobar para ser los Empleados del Mes de EEUU.

Seis de los doce países que integran la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) emitieron un comunicado que suena ultimátum y que, si bien anuncia una suspensión temporal en la participación de esos países en el organismo, deja entrever algo más.

Es bien sabido que la intención de los gobiernos de derecha de la región, según las declaraciones de los propios mandatarios, es desmantelar tanto la Unasur como el Mercado Común del Sur (Mercosur).

La idea de los gobiernos de derecha es desactivar estos organismos para resucitar el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que fue rechazado en 2005 en Mar del Plata, Argentina, como resultado de una histórica lucha encabezada por Néstor Kirchner, Hugo Chávez y Lula. La humillación que en esa oportunidad sufrió el presidente estadounidense George Bush tiene que ser vengada. Y los cipayos regionales al servicio del imperio están dispuestos a reparar aquella afrenta.

Partir en dos la Unasur es parte de esa estrategia vengativa de la derecha. Forma parte de la profundización de la restauración conservadora en marcha.

“Los países firmantes han decidido no participar en las distintas instancias de Unasur a partir de la fecha hasta tanto no se produzcan resultados concretos en el curso de las próximas semanas que garanticen el funcionamiento adecuado de la organización. Al mismo tiempo, los países analizarán posibles cursos de acción”, señala el comunicado firmado por los gobiernos de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú y Paraguay, que además cuestionaron “los objetivos de la Unasur, su estructura y métodos de trabajo, incluido su mecanismo de toma de decisiones”.

La decisión despertó una ola de rechazos de la región, especialmente en Venezuela y Bolivia. “Unasur necesita retomar su espíritu fundamental. Unasur fue fundada el 17 de abril en Margarita, Venezuela, en 2007. Hace 11 años. Ha tenido problemas últimamente, porque quizás algunos líderes de la derecha se dejan presionar por los gobiernos de Estados Unidos para que la destruyan”, dijo el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. “Yo aspiro a que los líderes de la derecha que gobiernan en América del Sur tengan un poquito de consciencia sudamericana”, agregó el mandatario.

Por su parte, el presidente de Bolivia, Evo Morales, llamó a sus colegas del bloque a “reflexionar y fortalecer la unidad a pesar de las diferencias políticas e ideológicas que los separa para avanzar en la integración y hacer frente a los desafíos actuales”.

“Es un derecho tener diferencias de carácter ideológico, político, sin embargo es nuestra obligación respetando nuestras diferencias estar unidos”, señaló el mandatario tras la decisión de seis países de suspender su participación en el bloque. Una actitud que se tomó, además, a poco de que asumiera Bolivia la Presidencia Pro Témpore.

“Aprovecho esta oportunidad para que los presidentes de gobiernos de Sudamérica hagamos una profunda reflexión para fortalecer la Unasur “, señaló el presidente de Bolivia.

Morales, asimismo, anunció conversaciones con los mandatarios de la región para resolver los aspectos que motivaron esa determinación.

Según el canciller de Bolivia, Fernando Huanacuni, los seis países asumieron esa determinación debido a los temas pendientes que dejó la gestión anterior, a cargo de Argentina, y que ahora forma parte de ese grupo que suspendió su participación, entre ellos la designación del secretario general, cargo que se mantiene acéfalo tras la gestión de Ernesto Samper.

Por su parte, el canciller de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, señaló que su país “no piensa salirse de la Unasur”.

“Esto se había comenzado a hablar en la Cumbre de Lima“, agregó el diplomático uruguayo.

“Nosotros no habíamos participado (en esas conversaciones) porque dijimos que había que fortalecer la Unasur y cambiar lo que hay que cambiar, pero no abandonarla así de esa manera”, añadió Nin Novoa, al tiempo que lamentó la decisión de los seis países, que calificó como “muy preocupante” y subrayó que Uruguay se mantendrá activo en el bloque.

“Vamos a hacer todos los esfuerzos posibles para que se pueda rever esta situación por parte de esos seis países a los efectos de tener una organización propia suramericana, que pueda coordinar temas que son comunes entre los países”, indicó.

No obstante, señaló que en su opinión hay que “rever algunas cosas” y matizó que “habrá que tomar algunas decisiones importantes en cuanto a la manera, a las formas de resolver las deferencias o los problemas que hay”.

“Una de ellas quizás sea cambiar los sistemas de votación, buscar mayorías calificadas, altas mayorías (dos tercios), algo que impida la parálisis que da la falta de consenso“, concluyó el representante de Uruguay.

Un organismo con contenido político

Unasur comenzó a nacer en 2004, cuando por impulso del entonces presidente Lula y el ex presidente argentino Eduardo Duhalde se reunió en Cusco la Comunidad Sudamericana de Naciones. En 2008 que se lanzó formalmente la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), pero todavía tardó un tiempo más en ser aprobada por los Parlamentos de los países integrantes. Una de sus características principales fue que las decisiones debían tomarse por consenso, es decir, con el acuerdo de sus doce miembros, una reserva que tomaron países como Colombia y Chile que no querían quedar supeditados a la amplia mayoría que en aquel entonces tenían los gobiernos progresistas.

Lula, Cristina Kirchner, Hugo Chávez, Rafael Correa y Evo Morales le dieron un gran impulso al organismo, que se caracterizó por tener mucho más contenido político que lo habitual en las instituciones regionales.

Unasur tuvo varias intervenciones muy concretas en situaciones conflictivas. Por ejemplo, cuando se reunió de urgencia para expresar su apoyo institucional a Evo Morales y enviar una misión a Bolivia para investigar la matanza de campesinos en Pando. Y se hizo costumbre convocar a reuniones de urgencia cada vez que se producía una crisis institucional.

Por ejemplo, el motín policial que enfrentó a Rafael Correa en Ecuador y el golpe legislativo que derrocó a Fernando Lugo en Paraguay.

Lo más importante en términos políticos es la autonomía con relación a EEUU. Algo inusual en la historia del continente.

El Grupo Lima: la derecha cipaya

La injerencia estadounidense en el continente se incrementa a pasos agigantados. Es proporcional al aumento de la presión contra el pueblo de Venezuela. Venezuela es el objetivo. Venezuela está en el fondo de la cuestión, más allá de las mentiras y las puestas en escena.

También conocido como Club de la Derecha Aliada con EEUU o Grupo contra Venezuela, es una unión de países nacida de la restauración conservadora que tuvo lugar en los últimos años en la región.

El Grupo de Lima es un organismo al servicio del Imperio que intenta ocupar el lugar de las ahora olvidadas, ignoradas y marginadas Unasur y Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

Conforman el Grupo Lima Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía.

Y tienen una función importante, aunque infame, dentro del esquema imperial de avance contra Venezuela. El Imperio cierra el cerco. Y los cipayos hacen su trabajo.

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