El pedido de Mónica Fein al cuerpo de ediles para que se le aumente un peso a la tarifa de transporte público, alteró al Palacio Vasallo. “Fue una operación mediática de la Intendenta”, aseguró Osvaldo Miatello.

“Fue una operación mediática”, así definió el concejal Osvaldo Miatello (Compromiso con Rosario) al tema que agitó el avispero en una acuosa semana abreviada por feriados: agregar un peso a la tarifa del transporte público de pasajeros para financiar el porcentaje que la Nación dejaría de aportar a la paritaria de los choferes. La versión se echó a rodar el miércoles, batió agenda un par de jornadas y declinó el viernes.

El edil que supo integrar el Ente de la Movilidad Rosario (EMR) se refiere a la versión sobre las diligencias que se preparaban en el Palacio de los Leones para llevar al Vasallo el pedido de agregar un peso a la tarifa del colectivo, para poder pagar los sueldos de los choferes. La iniciativa presentaba como fundamento el acta firmada en febrero entre el gremio que los nuclea a los choferes (Unión Tranviarios Automotor), los empresarios del ramo y el Ministerio de Trabajo de la Nación.

El acta en cuestión prevé, en febrero, el retiro del subsidio nacional a partir de abril y en lo sucesivo dispone corregirlo con ajuste tarifario. Pero el aumento del boleto está regido por una ordenanza que prevé ajustes trimestrales en base a la variación salarial según el Indec, por lo que el pedido de sumar un peso fuera del andarivel ya normado, movió el amperímetro en el Concejo.

En una semana sin sesión ni trabajo de Comisiones por los feriados, el tema lideró la agenda hasta que otra versión, también del Palacio de Los Leones, la neutralizó. El Ejecutivo decidió no enviar al Concejo el pedido por el famoso peso, aunque aclaró que enviará información a los ediles para que puedan evaluar la situación.

Paso a paso

“Fue una operación mediática que hizo la intendenta Mónica Fein, comenzó a principio de semana con que las empresas de transporte no iban a poder pagar los sueldos, y al día siguiente dejó trascender que iba a pedir un aumento de un peso para poder hacerlo”, relató Miatello. Y consideró a la saga como “la hoja 1 del manual del apriete”.

“Lo que ha cambiado acá es que el Ejecutivo siempre enviaba al frente a Agustín Bermúdez, de Rosario Bus, para salir a decir que no podía pagar. Ahora cambiaron y ese papel lo hace la Intendenta, pero lo cierto es que no envió nada al Concejo, no ingresó ningún pedido y por lo que ha declarado tampoco lo hará”, detalló el concejal.

Según el edil, en su momento el Concejo le dio un mecanismo al Ejecutivo, basado en la variación salarial, y que es la herramienta habilitada hasta el momento. Además, y con respecto a la quita de subsidios aludida como fundamento del pedido express de aumento del boleto, dijo que se basa en los datos objetivos, que son los estudios de costo.

“El último estudio de costos que envió el Ejecutivo es del mes de febrero y allí no dice nada sobre disminución de subsidios, aunque es probable que ahora se comience a producir la disminución que de todas maneras es bastante leve, con lo cual no entiendo como ya no se pueden pagar los sueldos”.

Para Miatello, este mes, a los choferes del transporte urbano les toca un aumento del 5 por ciento con un impacto de la mitad en el costo del boleto. “¿Por una disminución del 2.5 por ciento ya no se pueden pagar los sueldos?, entonces en lugar de empresas son kioscos, la verdad que me parece poco serio el argumento, me da la impresión que hay otra cosa de fondo”, argumentó.

“Quizás tiene que ver con la imposibilidad de avanzar en la concesión del nuevo sistema de transporte, que además, prácticamente está al borde del fracaso, porque en agosto termina la concesión de Rosario Bus”, estimó. Y fue por más: “Como estas cosas no se dicen y parece que todo es secreto de Estado, uno tiene que andar adivinando, pero lo cierto es que los datos que tenemos hasta ahora no acreditan ninguna disminución, veremos que pasa de aquí en más”.

Miatello no pasó por alto que el anuncio del nuevo sistema de transporte fue en septiembre de 2017. “Han pasado ocho meses y el decreto de adjudicación aún no está, los tiempos se agotan porque la prórroga que se le dio de la concesión a Rosario Bus, vence en agosto. Ya casi no hay tiempo y ni siquiera se está hablando de cuándo se pondrá en marcha”.

El boleto de colectivo aumentó un 18,5 por ciento el último día de diciembre (que debió haber sido en septiembre) y un 12,5 por ciento en marzo. “Si se le agregara este peso del que se está hablando, acumularía un 48 por ciento”, detalló.

En 2017, la Nación decidió disminuir los subsidios al combustible y para 2018, prevé retirar el aporte a los salarios de los choferes. ¿De qué bolsillo saldrá la diferencia para equilibrar la ecuación? Tarea para pensar en un fin de semana más agitado que trago en coctelera cuando lo único que se ratificó por parte de la Nación, es que se harán esos y todos los ajustes que sean necesarios. Así que si el boleto aumenta otra vez, a caminar, y pensar ¿por qué?

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