La editora Silvina Laura Díaz, junto con Mario Méndez, armó un equipo de escritores fanáticos de distintos clubes argentinos, y les pidió que le dieran rienda suelta a esa pasión y la transformaran en cuentos. De Rosario juegan Javier Núñez y el recordado Negro Fontanarrosa.

Silvina Laura Díaz, de la editorial Guadal de Buenos Aires, puso a jugar a 13 escritores fanáticos de sus respectivos clubes, y de ese equipazo surgió Fútbol de autor, un libro que reúne cuentos inéditos sobre los equipos argentinos, y que desde la semana que viene sale a jugar en todas las librerías. El plantel, que cuenta con figuras de la talla de Eduardo Sacheri, también incluye a autores rosarinos como el experimentado Roberto Fontanarrosa (único relato ya publicado) y Javier Núñez, hincha de la Lepra.

En pleno año mundialista, la seleccionadora cuenta que “la idea que tenía en la cabeza era armar un libro de fútbol para la editorial, porque están saliendo un montón, pero quería darle una vuelta, que no sea una antología”. Así nació este proyecto, que ya se estrenó en la Feria del Libro de Buenos Aires y que desde el 7 de mayo comenzará a probarse en las vidrieras del país. “De repente se me ocurrió que si bien hay muchos libros de fútbol, no había tantos que tuviese esto de los clubes nuestros. Y que siendo un país tan futbolero, esa idea no estuviera”, agrega esta mujer, que tuvo al escritor y editor Mario Méndez como una especie de ayudante de campo: “Le conté el proyecto y le propuse coeditarlo conmigo, y además escribió el cuento de River. A partir de ahí empezamos una búsqueda de quién era hincha de cada cuadro. A algunos nos resultó más sencillo encontrarlos, y otros no tanto, porque también había que convencer a cada uno para que se sume a la iniciativa”.

Yo quiero a mi bandera

“El espíritu del libro era que los escritores tenían que ser fanáticos de su club, porque después eso lo iban a transmitir en el cuento”, destaca Silvina. “Y cuando lees los cuentos –detalla, te das cuenta que además de ser excelentes escritores, se percibe la pasión que ponen al escribir”.

Aunque en un principio el libro fue pensado para jóvenes lectores, “porque el fuerte de Guadal es justamente el público infantil”, según remarca su responsable, “a medida que fue avanzando el proyecto, el libro terminó siendo para todos”. “Me encantó el proceso porque se notaba cómo lo iba viviendo cada uno. Estaban muy felices todos, porque no era cualquier cuento el que se les estaba pidiendo, sino uno sobre el club de sus amores. Así que terminé siendo la DT para ellos”, agrega orgullosa y entre risas.

Para llenar el terreno de juego, además de tratar de representar a una buena cantidad de los principales equipos de todo país, una de las consignas era que los cuentos fueran inéditos. “Salvo el de Fontanarrosa, obvio –se apura a aclarar Díaz–, que para mí tenía que estar sí o sí, así que hablamos con Franco (el hijo del Negro) y nos cedió los derechos. Es que el Negro es muy representativo de Rosario y queríamos que esté”. Y a la hora de elegir un contador de historias relacionadas a la institución del Parque Independencia, la editora confiesa: “Con Javier Núñez me pasó que no tenía el contacto, algo similar a los que nos pasaba con los otros autores del interior, y en esa búsqueda de escritores hinchas de Newell’s, me crucé con cosas de Javier que me parecieron excelentes. Me encantó como escribe, así que no sólo lo convoqué y aceptó, sino que descubrí un gran escritor y ahora lo sigo”.

“Lamentablemente no pudimos poner a todos los equipos, así que puede venir un hincha de Vélez y seguramente algo me va a decir, o de Colón, entre tantos otros”, confía entre más risas Silvina, pero añade: “Tratamos que estén representados muchos clubes y que no sean sólo los de Buenos Aires”. Y tras aclarar que en principio eran 11, los relatos y sus respectivos escribas, después decidió incluir a dos cordobeses. “La tapa ya estaba hecha con la típica formación de los equipos dispuestos en una cancha, pero sentía que los de Córdoba tenían que estar. Entonces cambiamos la tapa, e hicimos como una especie de papi fútbol de 6 contra 6 y los enfrentamos. La pelota es de Argentina, porque si no hay pelota nadie juega, y la Selección es lo que une a todos”.

Cuando se la consulta sobre si tiene preferencia por alguno de los “jugadores” que le tocó dirigir técnicamente, Silvina rápidamente se pone el caset futbolero: “De los cuentos no te puedo decir cuál me gustó más, porque es como que te pregunten a cuál de tus hijos querés más (risas). Todos están buenos. El de Talleres, por ejemplo, sorprende porque va hacia otro lado. Pero todos son necesarios, como ocurre en un equipo”.

Tinta roja

El porqué de la elección de editar un libro que chorreara fútbol por todas sus páginas, tiene que ver con la familia de Silvina. “En mi casa soy la menor de cuatro hermanos, los otros tres son varones y todos los domingos se miraba y se sigue mirando fútbol, así que nada de esto es ajeno para mí”, rememora. Y en cuanto a la elección de los colores, la cosa está más que peleada: “Mi familia está dividida con los cuadros. Mi viejo y un hermano son de Boca, otro es de Tigre y el otro de Independiente, como yo. Mi marido y mi hijo también son del Rojo”. Más allá de confesarse simpatizante del club que desvela e inspira a Eduardo Sacheri, Díaz aclara que “en realidad le presto mucha más atención al Mundial que a los campeonatos locales”, y que “no miro todos los partidos ni voy a la cancha, como sí ocurre en mi familia”. Y subraya: “Yo juego al hockey, que si bien es otro deporte, tiene varios puntos en común con el fútbol”.

En cuanto a la otra disciplina que en este caso tira paredes con el fútbol y que se convierten en 13 golazos de media cancha, esta diseñadora gráfica asevera: “Escribir, escribo como hobbie, para mí, pero no más que eso. Sí, soy muy lectora, aunque de fútbol no es de lo que más haya leído. Pero sí he leído antologías, por supuesto a Fontanarrosa, y algunos cuentos sueltos por ahí. Y si tengo que nombrar a alguna de mis escritoras o escritores favoritos, hoy elegiría a Samanta Schweblin. Me encanta todo lo que escribe y la sigo un montón. Hay muchos, pero si me pongo a nombrarlos, de alguno seguro me voy a olvidar y no quiero”.

Sale a la cancha

Fútbol de autor está a la venta en la Feria del Libro, que se desarrolla por estas horas en el barrio porteño de Palermo, y “desde la semana que viene ya se podrá conseguir en todas las librerías”, tal como adelanta una de sus editoras, Silvina Díaz.

Los nombres de los autores están desparramados en la portada, que por supuesto tiene las formas y el color de una cancha. De un lado se ubican Nano Barbieri (Talleres), Walter Binder (Huracán), Mario Méndez (River), Esteban Dilo (Estudiantes), Antonio Santa Ana (Racing) y Javier Núñez (Newell’s). Marcelo Birmajer (Selección Argentina) está en el centro, ya que “vendría a ser la pelota”, según aclara la editora, y del otro lado se paran: Juan Cruz Taborda Varela (Belgrano), Leo Batic (Gimnasia), Esteban Valentino (Boca), Horacio Convertini (San Lorenzo), Roberto Fontanarrosa (Central) y Eduardo Sacheri (Independiente).

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