La Lepra estuvo a tiro de forzar a Atlético Paranaense a los penales, pero el gol de Nikao sobre el final sepultó sus esperanzas. Fue 2 a 1 para el local, que se había puesto en ventaja con los gritos de Leal.

El conjunto del Parque Independencia no pudo superar la fase inicial de la Copa Sudamericana, en su vuelta al ruedo internacional después de un largo período de ausencias.

El 0-3 en contra con el que se volvió desde Brasil hacían la misión de avanzar a la siguiente ronda prácticamente imposible. Pero los gritos de la pantera, a los 36’ del primer tiempo y a los 20’ del segundo, le devolvieron la vida a los de Omar de Felippe, que quedaron en las puertas de llegar a la definición por penales, aún con mucho tiempo por delante.

Para colmo, minutos después, el delantero portugués tuvo en su cabeza el grito más esperado por los hinchas leprosos, que acompañaron a pesar de la lluvia, pero el destino y la mira apenas corrida del atacante, hicieron que la pelota se vaya rozando el palo.

Todo terminó cuando a los 39’, Nikao agarró mal parada a la defensa rojinegra, y sentenció la serie. El dueño de casa estaba muy jugado en ataque y lo pagó con ese gol en contra.

La mejoría del equipo desde que De Felippe tomó las riendas, y que se observa en la Superliga, también lo pudo exhibir en el certamen continental. Si bien no le alcanzó para avanzar a la siguiente instancia, cambió -y mucho- la cara que había mostrado en su excursión a Curitiba.

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