Con el visto bueno de Cambiemos y el Frente Progresista, el Concejo amplió las facultades de Mónica Fein, que ahora podrá aumentar el boleto hasta un 90 por ciento. La oposición abandonó el recinto durante la votación.

El Concejo tuvo su día caliente, justo en la primera jornada de frío de la semana. Fue el jueves pasado cuando quedó sellada la suerte del aumento del boleto del colectivo. Por decisión de Cambiemos y el Frente Progresista Cívico y Social, la intendenta Mónica Fein tiene ahora la facultad de aumentar el boleto hasta un 90 por ciento de los 16.45 que fijó el último estudio de costo. ¿Cómo se logró? Modificando un artículo de la ordenanza vigente en un trámite express y casi en simultáneo a la pelea de fondo por las tarifas, que pocas horas antes se había dado en el Congreso. Casi confirmando la teoría de los mundos paralelos.

La movida fue resistida por los concejales opositores del Interbloque Nacional y Popular, Frente Social y Popular y Ciudad Futura, que en la sesión argumentaron a fondo, pidieron votación nominal y cuando comenzaban a cantar a favor y en contra, abandonaron el recinto. La medida tomó por sorpresa al Pleno y puso claro sobre oscuro sobre quiénes eran los 16 concejales que votaron a favor del aumento de boleto. “Votaron en soledad”, dijo Eduardo Toniolli (PJ), quien formó parte de la retirada.

La saga

La Municipalidad necesitaba una salida urgente para subir el boleto, pero la ordenanza vigente ponía un techo: hasta ahora se actualizaba por el coeficiente de variación salarial y más allá del estudio de costos, no se podía aumentar por encima de la suba de los salarios. Cuando días atrás se conoció el estudio de costos con un boleto a 16.45 pesos, el oficialismo fue categórico, “estamos muy preocupados”.

La salida, como en los laberintos, fue por arriba. La saga comenzó con una reunión ad hoc que la Comisión de Servicios Públicos convocó a primera hora del jueves (su día habitual de encuentro es el lunes) y según los ediles de la oposición, con sólo media hora de antelación. La propuesta era modificar la ordenanza vigente y la iniciativa fue aprobada por Pablo Javkin (Ari-Coalición Cívica), Lisandro Zeno, (PDP), Enrique Estévez y Verónica Irizar (bloque Socialista).

Si una vez actualizada la tarifa, se constatara una diferencia superior al 15 por ciento entre esta tarifa actualizada y el estudio de costos, se autoriza al Departamento Ejecutivo Municipal a efectuar una actualización adicional para  reducir esa diferencia hasta el 10 por ciento”, dice textualmente el dictamen que entró en la agenda de la sesión semanal, en cuestión de horas, mientras el ánimo no era de los mejores en los pasillos del Palacio Vasallo que ya hablaban del “boletazo”.

Una vez en la sesión, fue Javkin el encargado de presentar la iniciativa en sociedad. Debía decir ni más ni menos que la modificación propuesta corría el tope del 15 por ciento que habilitaba al Ejecutivo a realizar los aumentos automáticos siempre que la diferencia entre el estudio de costo y el boleto real no la superara. En ese caso era el Concejo quien debía resolver el tema.

Según el edil, en las últimas semanas, los costos del transporte y la quita de subsidios de las paritarias de choferes, introdujeron variables de fuste a la cuestión por lo que surgió la necesidad de modificar un aspecto crucial de la ordenanza.

La propuesta tiene que ver con ampliar la potestad del Ejecutivo con un segundo tope que se establece en el 10 por ciento de diferencia entre la tarifa resultante y el estudio de costo”, explicó Javkin. La portavoz de Cambiemos, y representante del Concejo ante el Ente de la Movilidad, Renata Ghilotti, fue la encargada de adelantar el voto positivo de su bloque a la propuesta del oficialismo. “Lo que estamos haciendo es ser responsables en la decisión que estamos tomando”, aseguró.

Nosotros venimos a trabajar todos los días, este bloque recibió 200 mil votos”, dijo Ghilotti, quien desestimó al gobierno de Cristina Kirchner y destacó la reciente visita del ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, quien anunció la revitalización de los trenes de carga. “Durante una hora expuso el ministro y pasó desapercibido”, dijo la edila, en el mismo ámbito donde días atrás se reclamó por la vuelta de los trenes de proximidad.

Voces en contra

“Hasta ahora se actualizaba por el coeficiente de variación salarial. Es decir: diera lo que diera el estudio de costos, nunca la intendenta por sí podía aumentar más allá de lo que aumentaran los salarios”, dijo a el eslabón, Osvaldo Miatello (Compromiso con Rosario). Y aclaró que de ese modo se ponía un techo vinculado a la posibilidad de pagar del usuario. Techito que ahora, aunque llueva, desaparece, al menos en su módico formato del 15 por ciento.

El edil planteó además “la propensión irresistible del Ejecutivo de apartarse de las reglas de juego fijadas, el Concejo aprobó en agosto de 2015 un mecanismo virtuoso y anticíclico”. Y no pasó por alto que, en aquel momento, “el contexto era otro, el Gobierno Nacional de entonces tenía políticas macroeconómicas que privilegiaban el mercado interno y el poder adquisitivo, de modo que la variación del coeficiente salarial era respetable”.

Pero cuando pasa como ahora, que a los trabajadores les va mal desde el punto de vista remunerativo, el Estado no tiene que castigarlo con más aumento como estamos votando hoy, sino que tiene que paliar esa dificultad que está pasando el asalariado con más subsidios, a pesar de que para algunos sectores esta palabra tenga connotación negativa”, detalló Miatello. Y buscó una síntesis: “Estamos hablando de transferencia de recursos”.

Por su parte, Toniolli repasó los hechos. “El lunes nos fuimos de la Comisión de Servicios Públicos con Miatello entendiendo que, al menos en esta semana, quedaba cerrada la discusión del boleto”, relató antes de comenzar un detallado resumen que relacionaba fecha y costo de boleto a fin de determinar una curva ascendente con un incremento del 124 por ciento desde noviembre de 2015 a la fecha, mientras que para el salario mínimo vital y móvil la evolución fue del 70 por ciento.

En otros momentos, esta misma gestión (el oficialismo) peleaba para que nos dieran más subsidios a Rosario, cuando el Estado central era de otro signo político, cuando gestionaba el peronismo, hay que decir que las distintas bancadas acompañaban esos planteos, pero parece que ahora los que eran leones, son gatitos mimosos que van al pie de los designios del presidente de la Nación”, ironizó Toniolli.

El PRO y Fein decidieron que los subsidios que Macri le sacó al transporte, lo paguen los trabajadores. Se decidió capitular”, dijo el edil peronista y calificó a la segunda reunión de la Comisión de Servicios Públicos, en un día no habitual, como una “maniobra artera que no es más que hacerle un favor a Agustín Bermúdez para que logre su cometido: que no se discuta más sobre el transporte urbano y que en adelante pueda aumentar el boleto con sólo una llamada a Mónica Fein”.

“No fue el Concejo”

La edila Marina Magnani, de Unidad Ciudadana, fue tajante: “Los medios de desinformación dicen que el Concejo le dio atribuciones a la Intendenta para aumentar el boleto, pero no fue así. Fueron exclusivamente los concejales del Socialismo en alianza con Cambiemos. Dejemos en claro que Cambiemos no es opositor al Socialismo, ni el Socialismo es opositor a Cambiemos a nivel nacional, como quieren hacer creer. Ambos tienen políticas de ajustes y no quieren subsidiar el transporte en detrimento de los ciudadanos”.

“Cambiemos actúa como la pala del enterrador, son funcionales a una estrategia que llevará repudio popular hacia la figura de la Intendenta. Está clarísimo que quieren que el costo político se lo lleve la actual gestión”, concluyó Magnani.

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