La extensa e intensa sesión que culminó con la media sanción de la Ley de Aborto Legal, Seguro y Gratuito dejó frases e intervenciones entre dramáticas y desopilantes. Mujeres comparadas con perras rankea en modo Black Mirror.

No hubo casi episodios de cruces violentos, acaso por la decisión de legisladores afectados por agresiones que tenían claro que el objetivo era que saliera la media sanción y no engancharse con las chicanas de quienes intentaron embarrar la cancha.

Y si bien se debatió con respeto, algunas/os legisladoras/os mostraron la hilacha a la hora de encarar sus posiciones.

La zoología y la botánica, presentes, ahora y siempre

Un caso emblemático fue el de la radical correntina Estela Regidor, quien se mandó uno de los papelones de la jornada: «Seguro que muchos de ustedes tienen mascotas ¿Qué pasa cuando una perrita queda embarazada? No la llevamos al veterinario a que aborte».

Los murmullos pasaron a vocinglería, y la legisladora llegó a plantear: “No entiendo de qué se burlan”. Sin embargo, no se amilanó y prosiguió: “Hasta las peores fieras quieren a sus crías. ¿Qué nos pasa a los seres humanos que tenemos esta maldita razón que nos tapa el corazón? Si fuéramos un poquito más animales, no mataríamos a nuestras crías, las criaríamos como fuera”.

Estela Regidor, luego de indicar que cuando una perra queda “embarazada”, “enseguida salimos a buscar a quién regalarle los perritos”, cerró su insólita intervención saltando, yendo y viniendo desde la zoología a la botánica: “¿Lleva la mujer en su vientre un pomelo, un árbol o un perro?. No, lleva algo de su misma especie, y se llama hijo”.

Insospechados aplausos K para Fernando Iglesias

Si alguien no está acostumbrado a cosechar aplausos de la bancada kirchnerista es el diputado Fernando Iglesias, cuyas chicanas son repudiadas con vehemencia por el Frente para la Victoria.

No obstante, este miércoles, cuando expuso que allí donde el aborto es penalizado «la desigualdad y la violencia son mayores», hizo estallar de algarabía a sus colegas kirchneristas, al punto que el presidente de la Cámara de Diputados Emilio Monzó se permitió el chiste fácil: «Un hecho único que difícilmente vuelva a pasar».

Las intervenciones más descollantes

  • El diputado santafesino Luis Contigiani,quien votó en contra, opinó, muy conmovido: «Tengo la convicción de que la vida hay que defenderla, no hay ninguna causa para eliminar una vida, no puede ser esa la convicción de la política, me rebelo frente a eso. ¡Que me linchen si quieren! No hay un acto más revolucionario que defender la vida en una patria».
  • Para la diputada de Cambiemos Olga Rista, a favor de la Ley, expresó: «Dicen por ahí que las mujeres van a ir en masa a hacerse abortos. No señores, esto no es así, esto es un disparate. Lo mismo pasaba cuando en este Congreso se discutía el matrimonio igualitario, o se discutía el divorcio. Fue un miedo generalizado, un miedo al cambio».
  • El inimputable diputado Alfredo Olmedo, del bloque Salta somos Todos, sentenció: «¡No enterremos el futuro de la Argentina matando a los niños por nacer! Esta es una ley que se ampara en los pobres para los ricos. Presidente Macri, si usted está a favor de la vida, vete la ley del aborto si se aprueba!».
  • El diputado José Luis Gioja (FpV), enfrentado al proyecto, desentonó entre sus compañeras y compañeros y argumentó su posición «por ser peronista». Y completó: «Tengo un hijo con síndrome de Down. Miren si hace 41 años alguien me hubiese dicho que con una ley podía haber hecho un aborto. Si ese chico es la luz de mi vida y de mi familia!».
  • El jefe del bloque PRO en Diputados Nicolás Massot, al defender su voto en contra de la ley de aborto legal, increpó a otro legislador –nacido en cautiverio– y se colocó, en primera persona, en el lugar de los genocidas.

Massot, dirigiéndose a Juan Cabandié, nacido en cautiverio en la Esma, bramó: “Nunca en democracia nos animamos a tanto Juan, ni en democracia ni de otra manera”. Cuando la diputada Mayra Mendoza le respondió “sí, en la dictadura se animaron”, Massot respondió, en primera persona, poniéndose junto a los jerarcas genocidas: “Tampoco en ese momento, Mayra, tampoco en ese momento nos animamos a tanto”.

  • La diputada Gabriela Burgos, de Cambiemos, pontificó: «No me siento más mujer por tener el derecho de abortar. Por encima de todo están los derechos humanos. Ahora me estoy enterando que hay derechos humanos que valen más y otros que valen menos».
  • Otra legisladora que votó en contra del proyecto fue la diputada de San Luis Ivana Bianchi, quien argumentó: «¿Cuál va a ser el destino de estos fetos, van a ir a bolsas, van a ir a investigación, van a ser comercializados?, par luego rematar: «Los grandes beneficiarios son los hombres que no se quieren hacer cargo y los lobistas empresariales abortistas».
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