Avanzó un borrador para integrar en el predio universitario los usos académicos, viviendas sociales  y transformación de calles y espacios verdes. Sigue la “situación compleja”, de unas seis familias que no se quieren relocalizar.

“Proyecto de Transformación Urbana, Ciudad Universitaria y República de la Sexta”, así se llamará el plan a través del cual Municipalidad y Provincia proponen cambiar la cara de La Siberia (como se conoce popularmente al lugar) y su entorno, con una inversión de mil millones de pesos. El nuevo nombre surgió de la última reunión que sobre el tema viene realizando el Concejo junto a los principales actores de la iniciativa y un objetivo de máxima: atender la identidad histórica y social del barrio.

“Desde que ingresó el expediente del tema al Concejo, y en virtud de cómo se fue dando el proceso en territorio, en República de la Sexta comenzamos con reuniones especiales los días miércoles”, explicó a el eslabón, la titular de la comisión de Planeamiento, María Fernanda Gigliani (Iniciativa Popular). De los encuentros participaba, además, la comisión de Gobierno, el rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Héctor Floriani, y el presidente del Servicio Público de la Vivienda y Hábitat, Manuel Sciutto.

En ese marco, se fueron profundizando análisis y consenso. “Estamos casi al cierre del trabajo de articulación que venimos realizando”, dijo satisfecha la edila, destacando el avance de un borrador para consensuar con la propuesta oficial, integrando tres ejes insoslayables: usos académicos, vivienda para los vecinos que hoy ocupan terrenos de la UNR, y transformación de calles y espacios verdes.

Sin pasar por alto que subsiste una “situación aún compleja, de unas seis familias que no se quieren relocalizar y eso está obstaculizando el comienzo de los trabajos, a su vez requeridos por otras 321 familias, la edila comentó que este grupo de vecinos presentó un amparo ante la Justicia. “La magistrada a cargo está teniendo audiencias con la Provincia y la Municipalidad, considero que es legítimo cualquier planteo que hagan los vecinos, pero también creo en que no se pueden detener las expectativas de vivienda de 321 familias por un grupo muy pequeño, que obviamente también tendrán sus casas propias en el lugar”, argumentó”.

“No se puede anteponer el interés particular por sobre el colectivo, no se estaba desalojando ni privando del derecho a la vivienda, van a tener una casa propia siendo que ahora están ocupando terrenos de la UNR”, aseguró la edila. Y no pasó por alto que “tal vez se esté en una instancia de no diálogo o muy cerrada con este grupo en particular, porque en la asamblea, el resto de las familias tienen una gran expectativa de vivir mejor. Quienes habitan al este de Beruti, viven muy mal y esperan que la obra arranque lo más pronto posible para tener su propia casa”, fundamentó.  

“La totalidad de los vecinos que el martes participaron de una asamblea, realizada por La Rigoberta, una de las organizaciones emblemáticas del barrio, quieren que las obras comiencen ya”, relató Gigliani, y señaló que se trata de un barrio que sufrió varios y frustrantes intentos de reurbanización, como el ocurrido durante la Dictadura, con el traslado compulsivo de vecinos a Las Flores.

Para Gigliani, el consenso que se está tejiendo cobra más valor, si se toma en cuenta que “desde un principio las cosas no se hicieron como corresponde, tanto desde la Municipalidad como de la Provincia, por ejemplo el episodio donde se tomaron muestras de suelo con la policía o cuando se reprimió a los vecinos. Entendemos que son errores gravísimos”. En su opinión, el proyecto de urbanización debería haber desembarcado con un “ejército de trabajadores sociales y de funcionarios, para hablar y explicar bien el tema”.

“Nuestra tarea desde el Concejo era aprobar la apertura de calle y los usos, pero fuimos un poco más allá y logramos avanzar en el borrador de consenso y hasta plantear la situación no prevista para esta urbanización, de un grupo de vecinos al oeste de calle Beruti, que también ocupan terrenos de la UNR”, aseguró.

Los ediles también propiciaron una articulación entre las instituciones deportivas del barrio, como Unión y Fuerza, que pierde su cancha de fútbol ubicada en los terrenos a urbanizar. “Logramos un acuerdo con la Universidad para que en el campus deportivo que construya, se firmen convenios a fin de que también puedan utilizarlo las organizaciones deportivas del lugar”.

“Entendemos que es importante la etapa previa, el durante y el después, planteamos la creación de una mesa de Gestión Social donde participen los vecinos y sus organizaciones preexistentes, para poder controlar el proceso de urbanización”, explicó la edila.

Además, se generó una instancia institucional de la que participarán los concejales “para oficiar de veedores y ejercer el contralor de cómo se está llevando adelante el trabajo; la idea es que ambos espacios, vecinos y nosotros, trabajemos coordinadamente”, señaló.

Urbanizar la Siberia

El proyecto contempla transformar el tramo de la calle Beruti, entre Cochabamba y 27 de Febrero, en una avenida, y la construcción de 321 viviendas para relocalizar a los vecinos que ocupan en forma irregular los predio de la UNR, al este de la arteria en cuestión.

“Estamos hablando de una inversión de la Provincia de mil millones de pesos, que es una cifra muy importante, sin participación del Gobierno Nacional”, enfatizó. Y dijo que también que de Beruti al oeste, también se prevé una inversión con el Plan Abre, infraestructura, iluminación y pavimento “una mejora muy importante para el otro sector del barrio”, sostuvo la edila.

De la reunión especial en la comisión de Planeamiento, participaron Horacio Ghirardi, (bloque Socialista),  Agustina Bouza y Carlos Cardozo (Cambiemos), Eduardo Toniolli (Partido Justicialista), María Eugenia Schmuck, (bloque Radical) y Celeste Lepratti, (Frente Social y Popular).

Piden garantizar fuentes laborales en la zona de la Ciudad Universitaria

En la última sesión se aprobó un decreto de los ediles Marina Magnani y Andrés Giménez (Unidad Ciudadana) en el que se encomienda al Ejecutivo estudiar la factibilidad de incorporar, en el proyecto de desarrollo urbano del Centro Universitario Rosario (CUR) y el barrio República de la Sexta, o en cualquier espacio común a crearse para comerciantes, los emprendimientos de aquellos vecinos y vecinas que al ser reubicados perderán sus fondos de comercios tales como kioscos, almacenes, rotiserías, entre otras actividades comerciales informales realizadas en casas de familia”. La iniciativa se incorporó en el borrador final del proyecto.

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