A la paupérrima cobertura de medios deportivos amarillistas le apareció una alternativa: un sitio web denominado CCCP –integrado por reconocidos cronistas– sigue los pasos del certamen con una mirada literaria, lejos de la mala leche y el humo de cierto sector del periodismo.
El plantel integrado por Juan José Panno, Roberto Daniel Fernández, Héctor Cardozo, Adrián De Benedictis y Vito Amalfitano recorre las calles y los estadios rusos en busca de historias que valgan la pena ser contadas, en el marco del Mundial que allí se está llevando a cabo. Desde la ciudad de Buenos Aires, los apoya Néstor López. Todos ellos conforman las filas de Cinco Cronistas Con Presencia, y se pueden leer en cccpmundial.com, donde se publican crónicas en idioma futbolero, y no con los manuales de la farándula deportiva que inunda la pantalla chica.
“Es muy lindo y gratificante lo que estamos haciendo, teniendo mucha libertad, contando las historias de lo que cada uno va viviendo, y lo hacemos con mucha responsabilidad”, dice desde las lejanas tierras rusas y del otro lado del teléfono, Adrián De Benedictis, periodista de Página|12 y autor de Héroes Mundialistas del interior profundo, libro que saltó al campo de juego en la previa a la presente Copa del Mundo. “Hay cuestiones que en otros medios no salen por razones editoriales, por ciertos compromisos. Y nosotros no respondemos a nadie, así que publicamos lo que queremos”, destaca.
Somos cinco amigos de profesión
Con el Nene Panno como capitán, estos periodistas de basta trayectoria decidieron conformar un equipo de laburo y montar una redacción desde el mismísimo lugar donde se está desarrollando el torneo que paraliza al mundo cada cuatro años. “Esta es nuestra primera experiencia, ya que a todos nos había tocado cubrir un mundial para un determinado medio de comunicación”, destaca De Benedictis.
Para darle nombre al equipo, transformaron la sigla СССР (que significa en ruso Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas) en Cinco Cronistas Con Presencia. Y así saltaron a la cancha. “Todos nosotros trabajamos en distintos medios y se nos ocurrió hacer algo por cuenta propia, sin responder a ningún medio empresarial”, lo que “nos permite subir notas cuando tengamos ganas, sin que nadie nos diga «esto va y esto no»”, según remarca quien ya lleva a cuestas el Mundial de Brasil 2014 y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. “Nos manejarnos con nuestras propias reglas”, agrega.
De todas maneras, Adrián pertenece a la rama joven del grupo, al recambio generacional, ya que sus colegas cuentan con varias coberturas de éstas al hombro. “Estoy rodeado de gente de más experiencia. Panno, Cardozo ya tienen como siete mundiales, Amalfitano ocho, Fernández fue el único enviado argentino a los Juegos Olímpicos de Moscú 1980. Así que algo de esto saben, tienen muchas mayores vivencias”, admite.
Sobredosis de TyC
Uno de los canales argentinos que transmite los partidos del Mundial está siendo protagonista de una de las coberturas más penosas de la historia del periodismo deportivo. En esa pantalla, la pelota se mancha a cada minuto, con chismes, preguntas sacadas de contexto y mal intencionadas. Los comentarios pasan de machacar contra los jugadores por una derrota deportiva a un chupamedismo atroz. “Esa cobertura la sufrió mucho Argentina con todo lo que se dijo después de la derrota ante Croacia, las movidas periodísticas que hubo, todo muy lamentable, triste, porque siempre se buscan cosas que no sirven, se tocan cuestiones que nada tiene que ver con el juego”, opina el experto en historias mundialistas.
Es que la cosa alcanzó barbaridades como arrancar un programa con un minuto de silencio tras la caída en la segunda fecha, y una terrible operación sacatécnico. Al ex campeón mundial del 86’, ahora devenido en manager de la Selección, Jorge Burruchaga, ya le probaban el buzo de DT, e incluso se indagó sobre las formaciones que el autor del gol de la victoria en la recordada final ante Alemania utilizó en Sarmiento de Junín, último club al que dirigió, para conocer la probable alineación albiceleste ante Nigeria. Insólito.
“Por eso lo nuestro consiste en otra cosa, y no buscar los problemas en otro lado. Estamos en la vereda de enfrente a ese tipo de periodismo, porque sólo contamos lo que vemos, lo que es real, lo que verdaderamente está pasando. Todo lo otro que se pueda decir, escapa a nuestra profesión. Nosotros no vinimos hasta acá a hacer ese tipo de periodismo”, analiza este hombre que también se desempeña como comentarista radial.
En las buenas y en las malas
La noticia de los 354 despidos en la agencia de noticias Télam llegó hasta tierras rusas como un baldazo de agua fría, un gol en contra. “Nos avisaron un rato antes del partido con Nigeria”, cuenta Adrián De Benedictis. El agónico triunfo, con el posterior eufórico festejo, no escondió la mala noticia que llegó desde Argentina, “así que después del partido nos juntamos con los periodistas que estamos acreditados acá para hacer una foto en solidaridad con los despedidos” en la agencia estatal. “Por suerte se sumaron varios y la foto se dio a conocer en varios medios”, destacó el periodista.
En un comunicado, CCCP Mundial también sentó postura al respecto: “La selección argentina de fútbol se clasificó para los octavos de final de la Copa del Mundo, al superar a Nigeria por 2 a 1. Los goles fueron marcados por Messi y Rojo, en tanto que Moses marcó, de penal, el tanto de los africanos. El sábado próximo Argentina deberá jugar contra Francia, en Kazan. Este debió ser un cable de la agencia Télam. No salió porque los trabajadores están en paro, después de la tremenda noticia de 354 despidos”.
“Los integrantes de CCCP Mundial expresamos toda nuestra solidaridad con los compañeros. Y la foto que ilustra esta nota demuestra que gran parte de los periodistas argentinos que están cubriendo el Mundial desde Rusia, también”, concluye el escrito.
Un viaje al interior de los mundiales
En el marco de la vigésima primera edición del certamen organizado por la FIFA, Adrián De Benedictis puso a jugar a futbolistas de tierra adentro y recopiló sus historias en Héroes mundialistas del Interior profundo, libro que reúne, en 11 capítulos, relatos de jugadores provincianos de poco renombre, que se dieron el gusto de estar en una Copa del Mundo.”La idea original era otra, que tenía que ver con historias que eran conocidas, ya demasiado trilladas”, admite de entrada este hombre que se inició en el periodismo en 1996. “Así que hablando con periodistas de mayor experiencia, con historiadores de fútbol, me recomendaron buscarle una vuelta para no repetir tanto cosas que ya estaban escritas”, añade.
Así fue como surgió la idea de “hacer historias que tienen como protagonistas a jugadores del interior profundo, que son datos que no se pueden encontrar con tanta facilidad”, según aporta el escritor, que con su investigación abarca desde el primer Mundial, disputado en el paisito vecino en 1930, hasta el que se jugó en la calurosa México en 1986, donde la Selección liderada por Diego Armano Maradona levantó por última vez el trofeo más preciado.
“Comencé a buscar jugadores que llegaron a jugar mundiales viniendo del interior, y que no fueron figuras de sus seleccionados, porque la idea era hacer algo distinto y novedoso”, adelanta este integrante de la sección Deportes del diario Página|12. “Además, cuando fui investigando y buscando historias, me encontré con que en el interior había varias cosas interesantes para contar y que no estaban difundidas”, agrega.
Este buscador empedernido de curiosidades en el mundo de la redonda, destaca la historia de Ernesto Vida, a quien describe como “un jugador que creció a partir de las diferentes guerras”, ya que “nació en un pueblo llamado Buie, situado en la provincia de Istria. Esta península fue modificando su dominio con los años: perteneció a Venecia, luego a Austria, después a Francia, volvió a Austria nuevamente, y cuando finalizó la Primera Guerra Mundial, pasó a ser parte de Italia. Para la Segunda Guerra Mundial volvería a cambiar de gobierno, ya que sería del efímero Estado Libre de Trieste, y luego de Yugoslavia. Actualmente, la localidad natal de Vidal se llama Buje y pertenece a Croacia, como consecuencia de la Guerra de los Balcanes”. Lo cierto es que ese tipo de diversas nacionalidades, que vivió desde muy pibito en Córdoba, que jugó para Sportivo Belgrano y Rosario Central, vistió la Celeste durante la hazaña uruguaya en Brasil, en 1950. “Esa me pareció una de las historias más curiosas, porque una persona nace en un lugar y después termina perteneciendo a otro país a medida que las guerras van definiendo los territorios”, argumenta.
Por último, Adrián –que le aportó con su pluma al libro Al ritmo de los punteros, obra que también fue editado por Al Arco– no quiere dejar afuera la historia de Alberto Rodolfo Chividini, que “a días de la final del Mundial del 30 todos habían publicado su nombre como titular, hasta que sorprendentemente fue reemplazado”. Pasó que el volante Luis Monti había cedido su titularidad por temor, tras recibir unas amenazas de muerte. Pero el dirigente Pedro Bidegain (nombre que hoy lleva el estadio de San Lorenzo de Almagro) presionó al técnico Francisco Olázar para que incluya a Monti en el once inicial. Éste aceptó y mandó de entrada al mediocampista, que fue un desastre. “La misma persona que pidió que no juegue Chividini terminó festejando un título de él en el club que presidía”, se ríe el historiador futbolero.