Dos miembros del Partido Progreso Social (PPS) –Alfredo Curi, del Frente Interior y Juan Marenghini, de la Juventud– postulan aplicar la Tasa Municipal de Gas para lo que fue concebida: extender la red domiciliaria.

En el Concejo Municipal de Rosario avanza un proyecto del Pro para eliminar gradualmente la Tasa Municipal de Gas, la cual se grava sobre un 10,6 por ciento del consumo de gas de los usuarios que cuentan con red.

Con argumentos poco sólidos, el concejal Roy López Molina asegura que la Tasa Municipal de Gas se cobra desde el año 1991 con el objetivo “nunca concretado”de realizar obras de extensión de redes de gas a nuevos usuarios de nuestra ciudad. Por otro lado, asegura que la eliminación de este gravamen va en sintonía con el pedido del Presidente Macri de eliminar impuestos municipales para «empezar a pagar cada vez menos», y por último, que así se logrará «favorecer a los comercios, las pymes y a los consumidores».

Desde el Partido Progreso Social vemos necesario desenmascarar estos tres argumentos esgrimidos por Cambiemos que resultan poco ciertos, que logran confundir a la ciudadanía y buscan alcanzar un crédito político en un tema tan relevante y sensible de la actualidad como son las tarifas y el acceso a los Servicios Públicos esenciales.

Por empezar, la ordenanza que establece la creación de una Tasa Municipal del 10 por ciento sobre la facturación del gas y que data de 1991, sí concretó en sus años iniciales los objetivos de generar recursos para ampliación y renovación de redes de gas en Rosario. Durante la intendencia de Hector J. Cavallero se aplicaron efectivamente estos fondos y sin endeudamiento alguno se ejecutó el Plan de Extensión de Redes de Gas domiciliarias. Como resultado del mismo, se realizaron numerosas obras que tendieron más de 600 mil metros de cañerías de gas, y se benefició a más de 45 mil nuevos usuarios.

En aquel entonces se detectaron deficiencias en el abastecimiento de gas por red, se planificó una política pública y se tomó la decisión política de expandir y llevar gas natural a todos los ciudadanos. Lamentablemente esta intención fue cambiando en el tiempo y, para el año 2000, paulatinamente se fue desviando la finalidad de la Tasa Municipal de Gas, y para agosto de 2002 dichos fondos pasaron a destinarse enteramente a la realización de carpetas asfálticas, pavimento definitivo y estabilizado de bajo costo.

Así se perdió la esencia de una política pública efectiva, se vició una tasa sobre el gas para otras finalidades y se desatendió una problemática que se agrava constantemente y llevan a que Rosario no realice obras para gas domiciliario hace varios años, llegando a contar actualmente con un 30 por ciento de la población sin acceso al gas de red.

El otro argumento de Cambiemos es que con la eliminación de esta Tasa se logrará que se empiece a pagar cada vez menos por los servicios. Su inconsistencia queda demostrada solo con analizar la política de tarifazos del gobierno nacional de Cambiemos, donde los aumentos por los servicios esenciales superaron ampliamente los de cualquier ingreso, dificultando así el acceso a los mismos. Analizando distintas estadísticas, vemos que el gas aumentó en promedio un 1.500 por ciento, por lo que consideramos que resulta cínico plantear que la quita gradual hacia 2020 de una Tasa Municipal del 10,6 por ciento sobre el consumo representará «pagar cada vez menos».

Por último, proyectar que con esta medida se logrará favorecer a los comercios, las pymes y a los consumidores, desde el PPS consideramos que resulta escaso y vacío, ya que desde que gobierna Cambiemos el desarrollo económico se vio perjudicado por los Tarifazos, la inflación, una alarmante baja en el consumo y una devaluación que todavía no se detiene. Estas consecuencias se manifiestan en numerosos centros comerciales vacíos y locales que bajan sus persianas, algunos luego de varias décadas de servicio.

Como conclusión, podemos ver que la finalidad de la Tasa Municipal de Gas se desnaturalizó bajo el gobierno local del FPCyS, de este modo Rosario dejó de hacer obras de gas y llegamos a la crítica situación de hoy, donde un 30 por ciento de la ciudad no cuenta con gas de red, y donde los sectores más humildes deben abastecerse con gas de garrafa, un servicio más costoso, inseguro e incómodo.

Reconociendo que la problemática del gas de red en Rosario existe y se viene agravando en los últimos años, en todo caso lo que debería plantearse es que este gravamen que pesa sobre la factura del gas, sea destinado nuevamente a solucionar las deficiencias en el abastecimiento de gas de los rosarinos, con la efectividad que alcanzó en sus primeros años de aplicación.

Es necesario desde el Estado volver a tomar las decisiones e instrumentar las políticas públicas que como aquí demostramos fueron y son efectivas, mejoran la calidad de vida de los ciudadanos, y llevan justicia social a los sectores más desprotegidos. El simple y vacío planteo de eliminar la Tasa Municipal de Gas nos llevará a la indefectible consecuencia de continuar privando de obras públicas de gas a los rosarinos, acentuando la ya agravada problemática.

La política tiene una herramienta que bien aplicada demostró ser efectiva para la solución de este problema. En manos del Ejecutivo Municipal está tomar esta decisión política. En manos de la oposición, como en este caso el PRO con su propuesta, debería estar la responsabilidad de buscar, proponer y acompañar una solución al conflicto, pero sin esgrimir argumentos vagos y engañosos como sostener un supuesto beneficio a los consumidores domiciliarios y comerciantes, siendo que estos son los primeros perjudicados por las medidas del Pro a nivel nacional, el mismo espacio político que a nivel local propone este proyecto en cuestión”.

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