Las detenciones de la madre y un hermano del pistolero Carlos Jesús Fernández, Pelo Duro, fueron anunciadas por el Ministerio de Seguridad nacional como “la caída de dos capos del hampa”. Cómo convertir al narcotráfico en una de las nuevas amenazas, según un guion escrito en Estados Unidos. La pelea por el narcomenudeo de familias-bandas.

La Policía Federal detuvo a la madre y a uno de los cuatro hermanos del conocido delincuente Carlos Jesús Fernández (23). Popularmente conocido como Pelo Duro, está preso por asociación ilícita y un caso de homicidio en el que también está involucrado uno de los hermanos Funes, miembro del clan de barrio Municipal y Tablada enfrentado a la familia Camino, pesada herencia que dejó el ex jefe de la barra de Newell’s, asesinado en marzo de 2010, Roberto Pimpi Camino. A los pariente de Pelo Duro los acusan de usurpar una vivienda en la zona sur de la ciudad, puntualmente en el Fonavi de Lola Mora e Hipócrates, y del presunto encubrimiento de un pibito señalado como tira-tiros de la banda y acusado de dos muertes. Quedaron imputados y con prisión preventiva hasta principios de agosto. Antes, le negaron a la mujer la domiciliaria que había solicitado por ser quien cuida de un hijo de Pelo Duro, preso desde septiembre del año pasado. El Ministerio de Seguridad de la Nación, que en su afán por instalar al narcotráfico como una de las nuevas amenazas, en concordancia con los dictados del Comando Sur de los Estados Unidos no trepida en convertir en Rambo a un desnutrido, emitió un comunicado que eleva el precio de los apresados a escalas que no parecen haber alcanzado.   

Primera del plural

“Detuvimos a la madre y al hermano del ex líder Pelo Duro”, anunció a través de un comunicado de prensa la cartera a cargo de Patricia Bullrich, con ese modo de expresión transversal a la comunicación oficial –el uso de la primera persona del plural– que busca hacernos cómplice de sus acciones.

El Ministerio de Seguridad es un equipo –que se acopla al mejor del último medio siglo– que dio con la madre y un hermano de Fernández, Pelo Duro, el precoz transgresor de las normas que agitó al barrio República de la Sexta con arrebatos y robos cuando apenas era un gurí.

“La Policía Federal detuvo a la madre y al hermano de Carlos Fernández, apodado “Pelo Duro”, uno de los cabecillas de la banda de Los Funes, tras una investigación criminal coordinada por el Ministerio de Seguridad de la Nación que conduce Patricia Bullrich”, informó la cartera cuya principal poltrona ocupa la misma.

El parte oficial agrega: “«Dijimos que no nos íbamos a detener hasta identificar a todos los miembros de esta red que asoló y generó violencia en la ciudad de Rosario. Por eso reforzamos la investigación criminal y trabajamos arduamente con los miembros de la fuerza que dirige Néstor Roncaglia», sostuvo la ministra Bullrich, quien instruyó políticas expresas a la Secretaría de Seguridad a cargo de Eugenio Burzaco”.

No se dieron detalles de las políticas expresas instruidas por la titular de la cartera que busca enemigos para consolidar represión al descontento que generan las políticas generales del gobierno al que pertenece, aunque por los resultados lucen efectivas.

A diferencia de hace 18 años, cuando en el gobierno de la primera Alianza le tocó reducir un 13 por ciento las jubilaciones y los salarios de trabajadores del sector público, ahora la misión de Bullrich es emplear con esmero el palito de abollar ideologías.

Pero como esa tarea es inconfesable, se recubre con la ferocidad de un enemigo construido regionalmente: el narcotráfico. Que existe, claro.

Usurpación

Mónica Solana H. (49) y su hijo Brian M. (21) fueron detenidos la semana pasada tras una orden del fiscal Matías Edery.  Los acusa de usurpar una vivienda en el Fonavi del barrio Municipal, que la mujer dice haber conseguido a través de un trámite ante la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo, aunque los papeles aún no los presentó.

El otro cargo que se les imputó fue el de encubrimiento. En este caso de un menor llamado Luciano P. (14), señalado como presunto tira-tiros de la banda de los Funes-Ungaro –en la que participa Pelo Duro, según la investigación del Ministerio Público de la Acusación– y quien habría amenazado con una pistola dispuesta sobre la cabeza de una niña a la familia cuya casa había sido usurpada para uso de la madre de Pelo Duro.

La mujer y su hijo negaron haber encubierto al menor de 14 años, cuyos padres habían solicitado una orden de paradero por haber dejado el domicilio familiar.

Los allanamientos de la Policía Federal –fueron dos– se realizaron en el marco de la investigación que la fuerza de seguridad nacional denominó “Los Miserables” y que se inició el año pasado con la detención de Lautaro Lamparita Funes y otros miembros del grupo, seguida luego por la caída de Pelo Duro Fernández.

Los detenidos están imputados por asociación ilícita y otros delitos. Fernández y Funes, además, están involucrados en un homicidio ocurrido en la zona sur.

Por la misma causa que está detenido Lamparita cayó el 30 de diciembre último Carlos Fernández. Parte de su niñez la pasó en el Irar, su juventud ahora se encamina hacia una unidad penal para adultos.

Pelo Duro se acopló a los Funes. Cuando lo detuvieron lo encontraron armas y drogas. El último día de 2017 fue imputado con prisión preventiva por el homicidio de Cristian Bebe Ferreyra, un pibito de 17 años al que le golpearon la puerta de su casa en Colón y Biedma y, al salir, lo acribillaron delante de su hermanita de diez años.

Murió más tarde pero antes identificó ante un fiscal a sus presuntos ejecutores: Pelo Duro y otro chico que también fue imputado. La cuñada del Bebe, que estaba en el lugar, señaló a Lamparita Funes como quien manejaba el auto en el que arribaron los agresores a cumplir su cometido.

“El curso de la investigación estableció que la madre de Pelo Duro y el hermano tuvieron diferentes roles en la banda, ya que eran los encargados de la logística y de marcar las casas dentro del Barrio Los Municipales (sic), para llevar a cabo diferentes usurpaciones y así copar el lugar de gente que obedecía a la red criminal”, dijo el Ministerio de Seguridad.

En los allanamientos se incautaron 7 teléfonos celulares, una tablet, dos chips de la empresa Personal y una tarjeta micro SD.

Intervino el Juzgado Penal de Primera Instancia, Distrito Nº 2 de Rosario, a cargo de Silvia Castelli, que ordenó el traslado de los dos detenidos.

El domingo pasado fueron formalmente acusados e imputados por encubrimiento con prisión preventiva. Esta semana el abogado de la madre de Pelo Duro pidió una revisión de la medida cautelar, para cumplir el encierro en su casa. Argumentó que cuida de su nieto de cinco años hijo de Carlos Jesús Fernández y explicó que desde hace 20 años posee un trabajo estable en una empresa de limpieza.

Sin embargo, la medida no fue concedida y seguirá detenida al menos hasta el 6 de agosto, la igual que su hijo de 21 años que fue capturada junto a ella en el Fonavi del barrio Municipal, presuntamente usurpado.

En banda

Según el MPA y los investigadores policiales, la familia Funes –dos de cuyos hermanos fueron asesinados este año y la madre de ambos en marzo de 2016– conforma una banda que tiene como jefe o socio a René Ungaro, condenado como autor del asesinato de Pimpi Camino, ex jefe de la barrabrava Leprosa.

René sería quien, desde la cárcel, da las instrucciones que cumplen quienes están extramuros. Se trata de una banda violenta dedicada al narcomenudeo en varios barrios de la zona sur de Rosario.

En las tendidas de los últimos meses también cayó una hermana de René, Daniela Ungaro, que había sido pareja del narco-empresario Luis El Gringo Medina, acribillado a balazos en diciembre de 2013 en el acceso sur a Rosario.

Junto con ella fue detenida –y procesada por narcotráfico- su hija Solange Correale, pareja de Pelo Duro Fernández.

En tanto, otro de los Funes, Alan, fue acusado en febrero pasado por varios hechos. A los 19 años, Alan Elio Funes acumuló imputaciones por dos homicidios, dos tentativas de asesinato, una amenaza simple, abuso de arma y cuatro casos de tenencia o portación de “ferretería” no autorizada.

Cayó junto a su novia Jorgelina Andrea Selerpe, la Chipi, proveniente de una familia que posee una larga trayectoria de encono con el Código Penal.

Ese grupo está enfrentado, desde hace al menos un lustro, con los Camino-Segovia, quienes coparon los negocios ilícitos del barrio Municipal y obligaron a trasladarse a sus adversario al Parque del Mercado y Tablada, las tres barriadas en las que produjeron un alto índice de asesinatos en los últimos años. La mayoría por disputas de poder y venganzas.

Alexis Camino, un pibe de 20 años hijo de Pimpi, está imputado como partícipe del asesinato de Mariela Miranda, la madre de los Funes.

Rubén Tubi Segovia, aliado de los Camino, cumplía una condena y prisión preventiva por cuatro casos de homicidio –con diferentes grados de participación- cuando meses atrás lo mataron a facazos en el pabellón ocho de la cárcel de Coronda.

Su Marcela Díaz –señalada como partícipe en ataque a los Funes- fue asesinada de varios balazos el 14 de enero último. Por ese crimen fue imputado Alan Funes.

“No llegan ni a ser bandas, son hilachas de las dos grandes bandas: Los Monos y Luis Medina”, aseguró meses atrás a el eslabón el diputado provincial del Frente Social y Popular, Carlos Del Frade, autor de varias investigaciones sobre el narcotráfico en Santa Fe y el país, en su condición de periodista.

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