El periodista juninense Luciano Toledo, acaba de publicar su libro El amor en tiempos de Messi, que reúne poemas a los que el propio autor cataloga como “sociales, urbanos, domésticos y futboleros”.

Luciano es un apasionado del fútbol y tiene a Messi tatuado, por convicción pero a la vez para cumplir una promesa. Confiesa que era “muy malo” y que no pudo progresar en la práctica del juego de su pasión, y que también probó suerte en el básquet. Es periodista radial y lleva adelante un periódico deportivo. Y escribe poemas.

“Escribo desde los 18 años, hoy tengo 32, y antes de El amor en tiempos de Messi publiqué un libro en 2013, que se llama Tinta sudaca, con relatos de un viaje que hice por Sudamérica hace algunos años”, dice desde Junín, su tierra natal. “Después fui acumulando muchos poemas porque me gusta mucho la poesía, más bien la contemporánea, actual, más allá de que he leído algunos clásicos. Y con todo el material que tenía me dí cuenta que ya estaba para publicar”, continúa Toledo, y confiesa: “Cuando llegó el momento de buscar un título, se me cruzó la novela de (Gabriel) García Márquez, El amor en los tiempos del cólera, y me dieron ganas de hacer referencia a eso. Pensé ponerle en los tiempos de WhattsApp, o de las redes sociales, porque lo veía como muy actual y quería resaltar eso, y como soy muy futbolero, y de hecho lo tengo tatuado a Messi, me decidí por ponerle El amor en los tiempos de Messi, porque funcionaba no sólo fonética y poéticamente, sino también temporalmente”.

Después de una cuidadosa selección, Lucho, que así es como le dicen en su terruño, eligió los 30 textos que iban a conformar su segundo poemario. “Los catalogo como sociales, urbanos, domésticos y futboleros. Esa es más o menos la impronta que tiene. Muchos se confunden pensando que es un libro de fútbol, pero yo diría que por más que haya poemas futboleros, no lo es”, aclara desde la populosa localidad ubicada al noroeste de la provincia de Buenos Aires, aunque se explaya: “Un amigo me decía que lamentablemente en estos tiempos es más importante la palabra Messi, que la palabra amor. Pero bueno, el fútbol aparece en el libro, en los nombres de (Marcelo) Barovero, de (Ricardo) Caruso Lombardi, en otro hablo de la AFA. Esas cuestiones futboleras son inevitables, porque son parte de mi vida”.

“Lo de meter al fútbol en la poesía no fue pensado de antemano, sino que fue algo que se dio de forma natural. Mi poesía es personalista, bastante autobiográfica, y el fútbol es parte de la cotidianeidad”, agrega en esta entrevista con el eslabón.

Llevo el fútbol en la sangre

Luciano nació a más de 250 kilómetros del Antonio Vespucio Liberti, tal el nombre del estadio del club millonario, sin embargo, es hincha de River desde chiquito. “Mi viejo me llevó a la cancha de muy chico”, fundamenta, y añade orgulloso: “Lo vi campeón en 1991, contra Argentinos Juniors en el Monumental, un día que llovía. Mi viejo me había comprado paragua, bandera, bufanda, todo rojo y blanco, y fue inolvidable”.

Actualmente, Toledo sigue muy de cerca todo lo que rodea al deporte más lindo del mundo. “Lamentablemente tuve que resignar ciertos gastos para poder ver los partidos”, cuestiona en un claro tiro por elevación al gobierno actual que arrancó de raíces, y pese a haber prometido en campaña que no lo iba a hacer, el Fútbol para Todos. “Es casi lo único que miro, junto con algunos pocos noticieros así que no me quedó otra que ajustarme, porque me gusta mucho y veo de todo –señala–. Sigo a River, por supuesto, a la Selección también y el torneo de ascenso, porque acá en Junín está Sarmiento, que aunque no soy hincha le tengo muchísimo cariño porque el 80 por ciento de mis amigos son fanáticos”.

Cuando se le pregunta por sus aptitudes con la redonda en los pies, o si alguna vez probó suerte en algún club para llegar a ser como Javier Mascherano y Pablito Aimar –dos de sus grandes ídolos con la banda roja–, Luciano admite sin tapujos que “era muy malo y nunca lo pude jugar en serio, aunque me gustaba mucho”, y suelta entre carcajadas: “Como decía el Negro Fontanarrosa, para practicarlo yo tenía dos grandes problemas: la pierna izquierda y la pierna derecha”. Y concluye: “Esa es la realidad, era muy malo, así que me volqué por el básquet, al que también era muy malo pero al menos le ponía un poco más de voluntad”.

Botines no, libros sí

Tras comprender que lo suyo no era correr detrás de una pelota (ni siquiera de las naranjas), Luciano resolvió que su destino podría estar detrás de un micrófono o frente a un teclado y un monitor. “Soy periodista y actualmente hago un programa en la radio de la Universidad, a la mañana, y también escribo en una revista/periódico deportivo, que se llama Imagen deportiva, y es mensual”, repasa. “El periódico se podría decir que lo heredé de un hombre que lo hacía y se fue a vivir a Brasil. Ahí hago entrevistas a personajes de Junín, algunos de relevancia, de experiencia, pero también a chicos jóvenes que están comenzando a hacer carrera en el deporte. Y además le di una impronta literaria y publico textos, porque me gustan mucho Eduardo Sacheri, Roberto Fontanarrosa, Osvaldo Soriano, Eduardo Galeano, autores que tienen mucha relación con el fútbol y la literatura”.

“En radio no estoy haciendo Deportes, hago un programa informativo que va de lunes a viernes, de 9 a 12, y se llama La mañana de UNNOBA (por las siglas de la Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires), que son noticias de actualidad pero tratadas desde otro lado, dejando un poco de lado la coyuntura y con editoriales bastante neutras, porque es un espacio académico, más científico si se quiere”.

A la hora de elegir a la figura de ese equipazo de escritores de la redonda, el poeta no duda: “El mejor de todos es Fontanarrosa, me parece inigualable”. Y de su memoria, y de su alma, saca las dos mejores piezas que ha dado, en su opinión, el humorista rosarino: “Los mejores cuentos de fútbol que leí en mi vida son La observación de los pájaros y 19 de diciembre de 1971. Los disfruto de una manera hasta corporal, física, se me alegra el cuerpo”.

Desde que Toledo tomó las riendas del periódico deportivo se propuso la linda tarea de “empaparse” de esos autores, y también de los de su palo: “En cuanto a poesía futbolera, hay un autor que se llama Ricardo Daniel Piña, que junto con Washington Cucurto, fue uno de los fundadores de Eloísa Cartonera, la editorial que arma libros con cartón. Él tiene un libro que se llama Ortega no se va, otro que se llama Sentimiento Bielsa, y otro No le pidan peras a Cúper. Mezcla la poesía con el fútbol de una manera muy flashera. Después hay un colombiano muy bueno que es Daniel Samper Pizano, es periodista y publicó Dejémonos de vainas, donde compila varias de sus columnas deportivas que escribía para un diario. También está el mexicano Juan Villoro”.

Un gol que le quedó grabado… en la piel

Rodaba la pelota en la Copa América Centenario –disputada en 2016, en Estados Unidos– y la Selección Argentina, dirigida por entonces por Gerardo Martino, enfrentaba al dueño de casa. Corría ya una media hora de juego y Lionel Messi tenía un ante sus pies un tiro libre, bastante alejado del arco yanqui. “Cuando iba a patear, le dije a uno de los pibes que si lo metía, al día siguiente me lo tatuaba”. El capitán la colgó del ángulo, venciendo los límites de la distancia y la resistencia de las manos de Brad Guzan. “Así fue que me tatué el dorsal, el 10, y a Messi. Pero quedó muy tumbero, lo tengo que corregir un poco”, se ríe.

“Siempre tuve sentimientos lindos con respecto a Messi, por todo lo que me genera, así que me la jugué con esa apuesta, y cumplí”, concluye.

El clásico rival

con las manos de Barovero

quiero plantar en mi patio
un sauce y un limonero

quiero apretarle el cuello

al presidente

de los Estados Unidos

quiero lavar

el nombre de la AFA

y pintar un gran mural.

 

con las manos de Barovero

te quiero acariciar por siempre

 

bosterita de mi vida

Más notas relacionadas
  • Clases cósmicas

    La revista digital autogestionada Meta lanzó una cátedra maradoniana con Diego como materi
  • De motonautas y motosierras

    Daniel Scioli fue designado secretario de Deportes (y de Ambiente y Turismo) por el gobier
  • Todo mientras Messi y compañía

    El periodista, docente y cuentista Ariel Scher lanzó el libro Apuntes del Mundial, en el q
Más por Santiago Garat y Facundo Paredes
Más en Deportes

Dejá un comentario

Sugerencia

Central cerró un flojo torneo con igualdad ante Riestra en el Gigante

Ya sin chances de defender el título, el Canaya empató 1 a 1 ante Deportivo Riestra, en co