El presidente Mauricio Macri, al abrir el encuentro anual de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), recomendó a sus pares cómo actuar ante las coimas: «Si ven un pedido indebido tienen un presidente ante quien acudir».

En el Hotel Sheraton, en Buenos Aires, donde se realiza el encuentro anual de la AEA, un conglomerado empresarial ultraliberal, Macri insistió en sus proclamas meteorológicas y aseguró este jueves: “Atravesamos una tormenta de frente”.

Con un guión ostensiblemente preparado para la ocasión, y como si estuviera hablando a jóvenes egresados que jamás apelaron a recursos diversos para ganar una licitación, Macri sentenció: «No tengo pensado hipotecar mi gobierno ni el futuro de los argentinos para defender a nadie que actúe fuera de la ley».

Por si alguien no se hubiera enterado que hacía referencia a la causa de las fotocopias de los cuadernos de un chofer, el mandatario expresó: “Hoy como sociedad empezamos a decir las cosas por su nombre, empezamos a poner los problemas de verdad sobre la mesa, a no negarlo, a no buscar soluciones mágicas, y sobre todo a no gastar sin control los recursos del Estado, que son los recursos de todos los argentinos”.

Pese a ser un empresario que goza de licencia por ejercer la Presidencia, se dirigió a sus pares como si fuera un cura confesor, e instó a «terminar con los comportamientos mafiosos que ustedes tienen que denunciar. Lo más significativo es que las reglas de juego sean claras y las mismas para todos. Por eso desde el primer momento hicimos de la verdad, la transparencia y la verdad valores innegociables».

Macri, además, aseguró que su Gobierno administra «un Estado que rinde cuentas y que combate la corrupción». Más adelante agregó, en un nuevo apriete al Poder Judicial: «Empezamos a generar condiciones para que la Justicia pueda actuar con plena independencia, como la Ley del Arrepentido que hoy permite avanzar en casos de corrupción. Esperamos que el Congreso apruebe la ley de extinción de dominio».

Foto: Presidencia

Del “no pasa nada” a “no negar las dificultades”

Macri volvió sobre sus pasos, y lejos de repetir que “no pasa nada”, como intentó tranquilizar hace 72 horas, esta vez indicò: «No se trata de negar las dificultades».

En esa línea, describió: «No tener equilibrio fiscal nos hace depender del financiamiento externo . Y eso significa estar expuesto a una situación volátil».

Ya más relajado, se volvió a inclinar hacia el derroche de optimismo, y al mencionar el yacimiento de Vaca Muerta, vaticinó: «En el verano, Argentina va a exportar gas a Chile, y en 3 ó 4 años se exportará medio millón de barriles de petróleo, 15.000 millones de dólares, y en 7 años, 30.000 millones».

Algunos empresarios aplaudieron, mientras intercambiaban miradas unos con otros. Tras poco más de diez minutos de discurso, seguramente agotado, Macri bajó del estrado para mezclarse con sus pares.

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