El comité de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra, pidió este viernes que el ex presidente Lula da Silva pueda participar en la campaña electoral de Brasil hasta que haya una decisión judicial definitiva.
Según publicó el diario español El Mundo, “en su parecer, el comité exige al Estado brasileño la adopción de todas las medidas necesarias para asegurar que Lula «ejerza todos sus derechos políticos mientras esté en prisión, en calidad de candidato a las elecciones presidenciales de 2018», que celebran el primer turno el 7 de octubre”.
Asimismo, el organismo de la ONU solicita que Lula y el resto de los miembros de su partido político, el Partido de los Trabajadores (PT) puedan acceder adecuadamente a los medios de prensa, y «que el Estado-parte no le impida concurrir a las elecciones presidenciales hasta que todos los recursos planteados contra la sentencia condenatoria sean juzgados en procesos judiciales justos».
El pronunciamiento es una respuesta directa al requerimiento que los abogados del líder de la izquierda brasileña presentaron a fines de julio pasado.
Con premura, la defensa del ex mandatario recordó que Brasil, como signatario de diversos pactos internacionales, incorporó a su ordenamiento jurídico los protocolos del comité de la ONU, por lo que la decisión de este organismo es de obligado cumplimiento.
«Ningún órgano del Estado brasileño podrá poner ningún obstáculo para que el expresidente Lula pueda concurrir a las elecciones», celebraron los defensores a través de un comunicado.
Los abogados se refieren a obstáculos que ya se pusieron en juego, ya que el pasado miércoles, el PT registró a Lula como candidato oficial ante el Tribunal Superior Electoral (TSE) junto a miles de simpatizantes en Brasilia, pero inmediatamente la procuradora general de la República, Raquel Dodge, presentó el primer recurso contra su candidatura, recordando a los jueces del TSE que Lula carga con una condena en segunda instancia (12 años y un mes de cárcel), algo que según la ley brasileña de la Ficha Limpia automáticamente lo descarta como candidato, y a eso se sumaron otras cinco presentaciones de candidatos rivales y de agrupaciones de la sociedad civil.
Angustiosa espera
El TSE tiene hasta el 17 de septiembre para decidir si Lula puede o no ser candidato, pero se espera que la decisión sea más rápida, y si el TSE establece que Lula no se puede presentar a las elecciones sus abogados comenzarán una verdadera batalla de recursos en instancias superiores, según anticiparon.
Mientras se definen esas instancias, en teoría Lula podrá participar plenamente en la campaña, incluso desde la cárcel.
Según El Mundo, “lo que contempla la ONU refuerza lo que sus abogados llevan pidiendo a la Justicia desde hace semanas; que Lula pueda grabar vídeos electorales desde su celda o incluso participar por Skype en los debates televisivos con el resto de candidatos.
Por el momento, en la cárcel de Curitiba donde está preso Lula recibe la visita permanente de su futuro número dos, el candidato a vicepresidente Fernando Haddad, quien fuera su ministro de Educación, ya que éste se registró como abogado personal del líder del PT para poderlo visitar con más frecuencia.
La Fiscalía brasileña criticó duramente ese procedimiento, y acusó a los dirigentes del PT de convertir la celda en un «comité de campaña».
Lula y el PT están previendo que probablemente Haddad termine siendo el candidato a la Presidencia si a último momento la Justicia tumba definitivamente la postulación del ex mandatario.
Por de pronto, todos los esfuerzos del PT están enfocados en vincular los dos nombres, a fin de garantizar el traspaso de votos, y aprovechando la popularidad de Lula, que permanece intacta e incluso crece a medida que se acerca la compulsa electoral.
Haddad, luego de una de sus visitas a la cárcel, comentó este jueves: «Decían que el pueblo no seguiría su liderazgo y lo que pasó fue exactamente lo contrario; el presidente Lula ha subido en las encuestas, sigue el primero en todos los escenarios y en varios de ellos gana incluso en el primer turno».
