La inflación de agosto cerró a 3.9 por ciento en alza. El número conmovió y generó titulares en las páginas económicas. Pero, ¿qué pasa si se traduce en la vida cotidiana? La respuesta tiene varios frentes. Para algunos, es dejar de lado algunas vituallas, para otros la necesidad de ser selectivos a la hora de ir al mercado, pero para muchos, es el desasosiego de saber que cada día, será un calvario comer. Son quienes viven de la diaria, de los intentos de subsistencia, changas y de golpear puertas.
Ante la profundización de la crisis, que afecta selectivamente a trabajadores y desocupados, el Concejo hizo foco en el tema y su Comisión de Presupuesto aprobó el pedido de declaración de la emergencia social en Rosario. Ahora deberá refrendarlo la Comisión de Salud, y todo hace suponer que la próxima semana será votada en el Pleno. El antecedente es el proyecto de emergencia alimentaria de Eduardo Toniolli (PJ).
La iniciativa tiene un objetivo irrenunciable en el horizonte: pedir que la Nación envíe fondos a Rosario. El bloque Cambiemos no avaló el dictamen de oficialistas y opositores. Así, en la reunión se acordó modificar el proyecto de Toniolli.
La declaración de emergencia será por dos años y se funda en la necesidad de morigerar el impacto de la situación económica nacional en los sectores más excluidos y velar por las necesidades básicas de niños, niñas y adolescentes.
Para Verónica Irízar, del Frente Progresista Cívico y Social, “la alimentaria es una parte de la emergencia, que nosotros entendemos más amplia, por eso la llamamos social, porque tiene que ver con el empleo, con la economía social que contempla la falta de empleo formal”. Además incluyó el abordaje de jóvenes y adolescentes a través de distintas políticas como el programa Nueva Oportunidad.
“También se viven crisis subjetivas en el marco de esta crisis económica, por lo tanto hay que tener una mirada más integral, que trascienda lo alimentario, con la salud como otro de los puntos”, enumeró la edila.
¿Qué representa la emergencia social en Rosario? “En realidad se le encomienda una serie de gestiones al Ejecutivo. La primera, a nivel nacional, reforzar las partidas que hoy llegan a los comedores y merenderos, además de las partidas de leche maternal para los centros de salud”, explicó Irízar.
Otras gestiones ante el Gobierno Nacional serán “pedir que lleguen los planes sociales que lamentablemente hoy no llegan a la ciudad –Haciendo Futuro, antes Argentina Trabaja, que en Rosario no hay ninguno–, insistir para que llegue esa asistencia nacional”.
Respecto del Gobierno provincial, la medida supone diligencias para incrementar la Tarjeta de Ciudadanía. Pese a que ya se vienen reforzando las transferencia de esos fondos, sería necesario aumentarlos ya que se aplican a la compra de alimentos.
“También planteamos generar una instancia de trabajo conjunto y articulado entre los tres niveles del Estado, nacional, provincial y local”, detalló Irízar, titular de la Comisión de Presupuesto.
De prosperar en el trayecto que tiene aún por recorrer, la iniciativa aspira a fortalecer el trabajo conjunto con las organizaciones sociales, y solicitar al Ejecutivo que informe sobre las gestiones realizadas en el tema.
El proyecto no cuenta con el apoyo del bloque Cambiemos. “Lo plantea como una cuestión política cuando en realidad está en el marco de lo que ellos mismos aprobaron a nivel nacional apenas asumieron”, explicó Irízar. Y agregó: “Parece raro que se opongan porque no estamos planteando algo distinto”.
¿Sin emergencia social, cómo hacer para atraer recursos nacionales a la ciudad? El interrogante remite a una clara asimetría en la asignación de fondos: “La provincia de Buenos Aires es la gran ganadora. Entre 2018 y 2019, recibe 109 mil millones de pesos, sólo en concepto de compensación del Fondo del Conurbano, más otras transferencias directas, 21 mil millones de pesos y 44 mil millones el año próximo”.
Costo de vida
La diputada nacional Lucila De Ponti y el concejal Toniolli presentaron a la prensa el resultado del estudio realizado por Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (Ceso), que revela un dato inquietante: una familia de los sectores populares de Rosario necesita un promedio de 27 mil pesos para satisfacer sus necesidades básicas de alimentación, vestimenta, transporte, salud y educación.
La cifra representa un 21 por ciento más que los 22.300 pesos de junio pasado. El cálculo interanual sitúa la suba en el 46 por ciento, ya que en septiembre de 2017 era de 18.687 pesos.
El estudio se realizó en los barrios de Casiano Casas, La Sexta, La Lagunita y Mangrullo. También se destacó que el piso de subsistencia requiere 10.985 pesos (sólo necesidades básicas alimentarias), y si se mide por persona, un adulto rosarino necesitó unos 30 mil pesos para cubrir una cantidad mínima de alimentos y no caer bajo la línea de indigencia.
Del estudio también se desprende que el salario mínimo, vital y móvil actual cubre apenas el 39,5 por ciento del costo de vida promedio de una familia. Los sueldos promedios de la construcción y comercio rondan los 20.500 y 19.000 pesos, respectivamente, y más atrás quedan las empleadas de casas particulares, con sueldo de 11 mil pesos, y la Asignación Universal por Hijo (AUH), con 1.684 pesos.
“Este estudio pone en números una realidad que conocen y sufren día a día las familias rosarinas, que cada día tienen que hacer más sacrificios para cubrir las necesidades mínimas y cada vez les alcanza para comprar menos”, explicó De Ponti.
Toniolli destacó el fuerte deterioro y exclusión que generan estos indicadores y resaltó la necesidad de declarar la Emergencia Social: “Partiendo de que en Rosario hay familias de cuatro integrantes que viven con dos AUH por hijo como único ingreso formal, y que la canasta alimentaria está en 11 mil pesos, es decir tres veces más, la pregunta es cómo hacen esas familias no ya para transportarse o vestirse, sino exclusivamente para comer”.
El edil agregó: “Por eso estamos reclamando la emergencia alimentaria, todo lo que un niño o niña no incorpora de nutrientes en los primeros años de vida, lo sufre en falta de desarrollo a posteriori. Tenemos en claro que la situación de fondo no la vamos a resolver con una o mil iniciativas como estas.
Los va a resolver el pueblo argentino con su voto el año que viene. Pero mientras tanto hay que dar respuesta al hambre más urgente”.
