Repudiado por las organizaciones de derechos humanos, que no olvidan el 2×1 para los genocidas de la dictadura, el juez de la Corte Suprema de Justicia Carlos Rosenkrantz asume este lunes la presidencia del máximo tribunal del país en reemplazo de Ricardo Lorenzetti.

Rosenkrantz, quien fue propuesto junto a Horacio Rosatti por el presidente Mauricio Macri para integrar la Corte, ha sido elegido el último 11 de septiembre para reemplazar en el cargo a Lorenzetti, quien estuvo al frente once años.

En aquella reunión, Rosenkrantz fue elegido por cuatro votos a uno (el único que votó a favor de la continuidad de Lorenzetti fue Juan Carlos Maqueda) y se decidió adelantar el comienzo del nuevo mandato al 1 de octubre, ya que la gestión de Lorenzetti vencía el 31 de diciembre próximo.

Con su llegada a la presidencia del máximo tribunal nacional, el alineamiento de la Corte con la Casa Rosada y el establishment será aún mayor que hasta ahora. Elena Highton de Nolasco será la vicepresidenta, mientras que Lorenzetti seguirá como ministro del máximo tribunal.

Rosenkrantz fue cuestionado desde su arribo a la Corte por haber sido primero designado ilegalmente por un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) presidencial, y luego por haber firmado el polémico fallo del 2×1 para los genocidas de la dictadura –que fue dado vuelta por una ley del Congreso tras un levantamiento popular–.

De 59 años, el magistrado asumió por los carriles institucionales luego de que el gobierno nacional reculara ante su primera definición de designarlo por DNU junto a Horacio Rosatti. Además de haber entrado por la ventana, y luego por la puerta grande, gracias a Mauricio Macri y quienes avalaron su designación desde el Congreso, Ronsenkrantz es un abogado perteneciente al establishment vernáculo y realizó un extenso recorrido en defensa de grandes corporaciones económicas locales y multinacionales.

Tras recibirse en la Universidad Nacional de Buenos Aires, el supremo obtuvo un magíster y luego un doctorado de derecho de la Universidad de Yale (Estados Unidos) y hasta su designación como juez del máximo tribunal se desempeñaba como rector de la Universidad de San Andrés y era profesor en la New York University; en la Richmond School of Law, en la Denver University y en la Universitat Pompeu Fabra.

Cómo lo registró Redacción Rosario el mismo día en que se conoció su elección como presidente del tribunal, los diarios Clarín y La Nación, aunque no sólo ellos, celebraron la buena nueva dedicando grandes elogios y espacio en sus páginas web. No es que la hayan pasado mal durante la gestión Lorenzetti, pero Rosenkrantz ha defendido sus intereses a sueldo y no hay razones a la vista para que ahora no lo siga haciendo. “Mejor que haber sido amigo del juez, es haber sido su patrón y promotor”, se dijo en aquella nota en este medio.

Una de las corporaciones que más lo promovió, Clarín, fue más lejos en los festejos por el ascenso de Rosenkrantz, y se encargó de destacar en uno de sus editoriales que entre otras cuestiones el nuevo presidente de la Corte aparece como una de las principales figuras institucionales en la línea sucesoria ante una hipotética salida anticipada de Mauricio Macri.

En su desempeño como abogado, Rosenkrantz trabajó para firmas y entidades como Cablevisión, Grupo Clarín, Sociedad Anónima La Nación, Supercanal (Actual Grupo América), Farmacity, Claro, Grupo De Narvaez, La Rural Predio Ferial de Palermo, Carbap, MacDonalds Coporation, Mac Key, Musimundo, Pan American Energy (Petrolera de la familia Bulgheroni). Todo un curriculum.

Reciente repudio

El jueves pasado, en Santa Fe, para escapar del repudio de las organizaciones de derechos humanos de Santa Fe, el juez Carlos Rosenkrantz y los organizadores del Congreso de Derecho Argentino de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) suspendieron una charla del recién electo presidente la Corte Suprema de Justicia de la Nación. La disertación iba a ser el cierre del encuentro.

“Desde los organismos de derechos humanos, entendemos que esta es una clara oportunidad para manifestar, a quien prontamente asumirá la presidencia de Corte Suprema de Justicia de la Nación, nuestro más profundo y enérgico repudio”, habían planteado en la previa desde el Foro contra la Impunidad y por la Justicia de Santa Fe, espacio en el que confluyen Madres, Hijos, Familiares entre otras organizaciones.

“Apenas llegamos nos decían que la actividad se había suspendido, pero la gente convocada para escuchar a Rosenkrantz seguía llegando”, explicó a Redacción Rosario Valeria Silva de Hijos Santa Fe. “Creemos que nos decían eso para que nos vayamos, pero seguimos con la actividad, repartiendo volantes, en la puerta de la facultad”, añadió Silva.

“Finalmente escuchamos que los organizadores del Congreso (Franja Morada) dijeron desde los micrófonos que Rosenkrantz no iba a estar y que repudiaban lo que estaba pasando en la puerta, que éramos nosotros”, contó la militante de Hijos.

Para el Foro, Rosenkrantz “es quien desde su estudio ha defendido y representado al poder empresarial que saquea nuestro país, es el responsable de fallo del 2×1 que intentó dejar en libertad a una gran cantidad de genocidas, y es además quien promueve, a través de sus publicaciones, un retroceso en materia de derechos y garantías de nuestro pueblo”.

“Por todo esto convocamos a todxs aquellxs que dijimos no Al 2×1 a repudiar la presencia de Rosenkrantz en nuestra Universidad Pública y a reclamar que la justicia no sea ciega antes las demandas del pueblo argentino”, remarcaron desde el Foro en su documento leído en la actividad, que cerraba con las consignas: “No al 2X1, No al Partido Judicial, No a la represión, No más presxs politicxs, No a la legalización del saqueo a los jubilados, No más retrocesos de nuestros derechos laborales, No al encubrimiento judicial de la timba financiera, Señor Carlos Rosenkrantz los santafesinos le decimos Nunca Más”.

Fuentes: RR/NA/Clarín/La Nación

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