Mientras el eslabón cierra, y con él esta nota, el misterio ronda sobre un cuerpo que el jueves apareció ahorcado y quemado. Desde el Ministerio Público de la Acusación dijeron que era una mujer trans y desde Fiscalía se refirieron a ella en masculino. La investigación se llevó adelante como posible travesticidio porque estaba vestida con prendas de mujer. El viernes por la mañana, sin embargo, el cuerpo hallado se identificó como Leandro Daniel Aybar, de 40 años. Mientras cierra el eslabón, y con él esta nota, cabe preguntarse: ¿Era trans visibile? ¿Era trans transcicionando? ¿O un fetiche? ¿Por qué había prendas femeninas? ¿Alcanza con que no sea visible para no ser trans o travesti? ¿Deja de ser un travesticidio? ¿Es un crimen de odio? ¿Cuál es el límite?

Mientras aparecía el cuerpo asesinado con saña y se diagramaba la edición 372 del semanario El Eslabón, una que otra voz con la que se contaba para esta nota decidió poner pausa y esperar. La bronca y la tristeza se robó las expectativas de alegría y fiesta para la marcha del sábado, la del orgullo, la que se hace todos los años y la que vuelve a repetir consigna: basta de travesticidios. En el país ya son 57 las personas trans muertas por crímenes de odio o desidia y abandono del Estado. En Rosario, el crimen de Pamela Tabares (ocurrido en 2017) continúa sin esclarecerse y cada vez que resuena la posibilidad de que una o uno más del colectivo siga siendo víctima del machismo y la transfobia, no sólo se activan las redes de solidaridad y lucha. También gana la congoja, y la indignación, y una pregunta vuelve a plantarse: ¿Hasta cuándo van a seguir matándonos/matando a nuestras compañeras?

El viernes, mientras cierra el eslabón y este artículo, las redes de fiesta se van reactivando de a poco. Ansiedad, carteles, compra de glitter a último momento, pispeadas al Servicio Meteorológico Nacional. El sábado 6 hay cita, como el primer sábado de octubre de cada año. Desde las 15, las disidencias, diversidades e infinitas identidades fuera del espectro heteronormado se encontrarán en la plaza Libertad (Mitre y Pasco) para celebrar esa diferencia. Con la angustia, el debate, los interrogantes a flor de piel, pero con la certeza de que a cualquier lucha se le hace frente desde la alegría y la fiesta, se marchará hasta el Monumento con una única finalidad: copar las calles de colores y orgullo. En la previa, el eslabón dialogó con representantes de distintas identidades y les preguntó cuál es ese motor que los y las lleva a ser parte de una marcha cada vez más masiva y diversa.

Imagen de archivo. | Foto: Franco Trovato Fuoco.

Karla – Orgullo travesti

Este año volvemos a marchar con el lema basta de travesticidios. Si bien es una marcha donde hay reclamos por la igualdad y por un montón de necesidades del colectivo trans, nosotras seguimos diciendo basta de travesticidios y de travesticidio social. Lo que siempre reclamamos y lo que vas a escuchar de la boca de toda travesti/trans militante es el pedido de políticas públicas para cubrir todas las necesidades y problemáticas. La marcha del orgullo es también una fiesta. Nos sentimos orgullosas de ser quienes somos, de salir a pelear, a militar, a visibilizarnos, a decir basta de travesticidios. Tenemos que disfrutar ese día y mostrarnos tal como somos, porque todavía hay situaciones donde no nos dejan. Entonces, a pesar de los reclamos, reivindicaciones y la lucha, también es una fiesta.

Josefina – Orgullo bi

Para mí, el orgullo es un lugar de resistencia, un espacio necesario para visibilizarnos como minorías disidentes e importante como lugar de demanda y exigencia. El orgullo es la respuesta que damos ante tanta discriminación, opresión y odio. Es un acto de reivindicación y sobre todo si entendemos a la heterosexualidad como un sistema y no como una elección sexual. En ese contexto, creo que mi elección identitaria y mi elección sexual, el formar parte de un colectivo que ocupa un lugar de resistencia histórica, un colectivo avasallado, es el motivo que me obliga a ir a la marcha y festejar no sólo nuestras elecciones, sino que estamos vives.

Tomás – Orgullo trans

Marcho para mostrarme, porque no somos ladrones o villanos que tienen que ocultarse como si hiciéramos algo malo. Estamos y existimos y hay que mostrarle a los demás, a aquellos que se horrorizan en nombre de la moral y las buenas costumbres, que este día vamos a pasarla de la misma forma que ellos en el día a día. Los heterosexuales van sin ningún problema siendo heterosexuales, nosotros tenemos este único día para ir tranquilos, sin miedo de que peligre nuestra vida o integridad física. Marcho para defender todos los derechos conquistados tras años y años de lucha, tras años y años de gente que ha dado su vida y ha puesto su cuerpo por lograr lo que tenemos ahora. Las generaciones de ahora y las futuras van a tener una vida muy diferente a las pasadas, que tenían que ocultarse todo el tiempo. También marcho por aquellos derechos que faltan conquistar. Porque faltan un montón, la sociedad no cambió su cabeza y eso falta, la gente tiene que cambiar, entender y aceptarlo, porque somos lo mismo, no un extraterrestre o algo así. Y también marcho para gritar por las personas que ya han perdido la voz, para ser la voz de los silenciados o los que aún no se animan a hablar.

Lucre – Orgullo gorde

Yo marcho porque es el día en el que podemos ser nosotres mismes, que nadie nos molesta y nadie nos juzga. Siento que la comunidad LGBTI no ha roto todavía con ciertas cuestiones del sistema heteronormativo y hay cuestiones que seguimos reproduciendo. Pero también creo que es el momento en que nos dejamos ser porque nos cuidamos entre nosotres y por eso nos permitimos salir como querríamos salir todos los días. Es un día de disfrute y de reencuentros. En lo personal, en las marchas del orgullo me siento muy libre y me cuestiono un poco por qué me cuesta ser tan libre el resto del año. Y bueno, tiene mucho que ver con las violencias que vivimos las disidencias. Entonces yo marcho principalmente por eso: tener una tarde en la que puedo ser libre, nadie me va a preguntar por qué me visto o maquillo así o asá. Una tarde para nombrarme, apropiarme de ser parte de una marcha del orgullo y para visibilizar que existo y resisto siendo gorda, no binarie, y poniéndole el pecho a un día que no la voy a pasar tan mal y que voy a poder disfrutar estar en la calle sin miedo.

Noah – Orgullo no binarie

Este año marcho porque siento que las identidades no binarias están siendo totalmente invisibilizadas dentro del colectivo, tanto del de diversidad y disidencia como del feminismo… todos los lugares nos excluyen. Eso más que nada. El orgullo siempre está. Es el orgullo de salir a la calle, de ser disidente, de todos los días. Y para mí, marchar es un festejo de lo orgullose que está cada une. Por eso, es más que nada eso: este año marcho para visibilizar que las identidades no binaries estamos ahí y somos parte de la disidencia sexual, y por eso nos tienen que reconocer como tales.

Julián – Orgullo puto

Soy puto y este sábado marcho como una respuesta política ante un gobierno que fomenta el odio entre nosotres.

Camila – Orgullo positivo

Este sábado 6 de octubre de 2018 marcho por la reincorporación del Ministerio de Salud de Nación, para que no falte más medicación para las personas con VIH. Marcho por los travesticidios, porque entendemos que son crímenes de odio y que el Estado es responsable de que las compañeras trans puedan tener un acceso al trabajo digno, a la salud, a la educación, y no se sigan muriendo. Marcho porque me siento impulsada por el Frente Provincial de Personas con VIH y por la Red Argentina de Jóvenes y Adolescentes Positivos. Me siento impulsada y movilizada por todo lo que está pasando, porque dijimos basta hace años y quisimos que la Cámara de Diputados le diera media sanción al proyecto de ley del VIH, y quedó encajonado. Marcho porque estoy cansada de ver a mis compañeres morir de sida, y a pesar de todo eso no es un orgullo vivir con VIH pero sí creemos que es importante visibilizar todo lo que está pasando en nuestra sociedad. Creo que es necesario que todas y todos nos encontremos en todas las luchas que se dan hoy y que esta marcha del sábado sea política, reivindicadora y sobre todo una fiesta social para hacernos visibles les que le ponemos el cuerpo todo el día.

Merlina – Orgullo de puta

Este sábado marcho porque creo que es importantísimo participar de la lucha de la diversidad entendiendo el espacio político que representa toda la comunidad en la calle. Si bien durante toda la marcha se vive un ambiente festivo, no significa que no haya reivindicaciones políticas. Este sábado, por más que estemos todas montadas y llenas de plumas, estamos pidiendo basta de travesticidios. Estamos en una situación devastadora para las compañeras trans. Queremos que se entienda que el travesticidio es un crimen social, no sólo se las mata por ser trans sino que se les niega el acceso a todos los derechos básicos. Nuestras vidas valen y vamos a seguir luchando por los derechos que nos faltan: queremos ser libres en la diversidad y disidencia. En lo particular, me siento parte de esta lucha más que nunca, no sólo por ser torta sino por puta, porque este año por primera vez en las consignas de la marcha se reivindica nuestra lucha pidiendo el reconocimiento de nuestra actividad como trabajo y pidiendo derechos laborales. Estoy súper contenta y doblemente representada. También me parece importante pedirle a todes que asistan y abracen nuestra lucha colectiva. Estamos en todas las reivindicaciones y esperamos que este sábado todes nos acompañen a gritar: ¡Basta de travesticidios!

Fabiana – Orgullo torta

Marcho porque creo en la politización de la alegría, marcho porque llevo la sonrisa de mis sobrinas y sobrinos, de los hijos y las hijas, de la gente que amo, que quiero, de los compañeros y compañeras, todas esas sonrisas como bandera. Marcho para que sean felices, para que sean lo que tengan ganas de ser. Marcho por todos y todas mis compañeras, compañeros y compañeres que dejaron la vida por esta lucha. Marcho por mí, por mis amores, por la vida, porque vivir es ser feliz y para ser felices tenemos que tener un piso todos y todas de derechos garantizados. Marcho para que los derechos que conquistamos no se devalúen, marcho por todo lo que nos falta. Marcho porque estas políticas neoliberales, los fachos y los que quieren instalar políticas del odio, no nos van a vencer, no van a poder. Y vuelvo a marchar, cada año, cada vez, todo lo que sea necesario y haga falta. Marcho con la alegría como propósito, y con la sonrisa de los y las que amo como bandera.

 

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