Tras un período de relativa distensión, un comando israelí invadió territorio palestino para asesinar a un líder de la resistencia y esta acción desató la nueva escalada de violencia. Se logró un frágil alto el fuego. Y sobrevino una crisis en el gobierno de Israel.

Después de meses de tensión, de mucha destrucción y muerte, parecía asomar un poco de calma. En medio de los esfuerzos de Egipto por mediar para alcanzar una tregua, Israel pareció aflojar un poco el bloqueo a la Franja de Gaza la semana pasada. El jueves 8, le permitió a enviados procedentes de Qatar entrar a la Franja con 15 millones de dólares en efectivo (producto de donaciones de este país), que le permitieron a Hamás, que gobierna ese territorio palestino, pagar sueldos atrasados a empleados públicos. “Hago lo que puedo, en coordinación con los servicios de seguridad, para que la calma vuelva a las localidades del sur (de Israel), pero también para evitar una crisis humanitaria”, había asegurado el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, tras autorizar esa apertura y antes de desplazarse a París. “No retrocederé ante una guerra necesaria pero quiero evitarla si no es indispensable”, señaló, ya en la capital francesa.

Pero el demonio, o los servicios de inteligencia, o los que no quieren la paz, metieron la cola. Y la distensión se convirtió en todo lo contrario, por iniciativa de Israel.

El diario neoyorquino New York Times se pregunta, en su edición del lunes 12 de noviembre, en la nota firmada por David M. Halbfinger, por qué Israel puso en juego esos meses de relativa calma, y su intención de evitar una escalada, sólo por una operación comando encubierta: la que llevó a cabo la noche del domingo 11 y desató la ola de violencia que en 48 horas produjo 20 muertos y decenas de heridos. Y la respuesta es bastante sencilla: se trató de una más de las tantas operaciones de rutina que se hacen y nunca son descubiertas.

En la nota, que se titula “¿El costo de la misión espía en Gaza? Israel al borde de la guerra” (“Cost of Botched Gaza Spy Mission? Israel’s Back on Brink of War”) https://www.nytimes.com/2018/11/12/world/middleeast/israel-gaza-rocket-fire.html?rref=collection%2Fsectioncollection%2Fworld&action=click&contentCollection=world&region=rank&module=package&version=highlights&contentPlacement=6&pgtype=sectionfront, David M. Halbfinger señala que la nueva escalada terminó con meses de conversaciones multilaterales enfocadas a calmar la situación fronteriza.

“Las conversaciones, con la mediación de Egipto, produjeron pasos concretos para alfojar las tensiones en Gaza, incluyendo el incremento de energía eléctrica y el ingreso de millones de dólares en ayuda”, señala la nota del diario The New York Times.

“¿Entonces, se preguntan algunos israelíes, con el gobierno de Israel bajo presión para aflojar tensiones en Gaza y conversaciones en curso mostrando progresos, por qué poner en riesgo todo eso por una misión de vigilancia rutinaria?”, se pregunta Halbfinger.

“La respuesta, señalan los analistas, quizás sea porque se trató de una acción tan rutinaria que nadie esperaba que el comando israelí fuera descubierto”, señala el autor de la nota.

“Se presume que la operación no será descubierta”, dijo Giora Eiland, general mayor retirado de las Fuerzas de Defensa de Israel y ex jefe del Consejo de Seguridad Nacional de Israel. Después de su retiro se dedicó a la investigación en el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional.

“No hay un ciento por ciento de probabilidad, pero sí un 99 por ciento de que estas operaciones no son descubiertas, y un 99 por ciento es suficiente como para tomar la decisión de que el comando entre, ejecute la misión y salga sin ser detectado”, refiere la nota.

Pero esta vez el uno por ciento de las probabilidades dijo presente. Las incursiones rutinarias quedaron a la luz, y se desató la violencia.

Durante la operación comando israelí, que tuvo lugar el domingo, murió un soldado del ejército invasor y siete palestinos. Luego, Hamás respondió con una lluvia de cohetes que produjeron decenas de heridos en Israel. Por su parte, el ejército israelí respondió con bombardeos aéreos y terrestres desde aviones de combate, helicópteros y tanques contra más de veinte objetivos militares de Hamás y de la Yihad Islámica.

Según la versión oficial israelí, “un agente de las IDF (Fuerzas de Defensa de Israel) murió y otro agente resultó herido de levedad durante un intercambio de disparos”.

Pero la versión palestina señala que se trató de una operación de las fuerzas especiales israelíes, que habían intentado infiltrarse desde el este de Jan Junis, en el sur del enclave, en un vehículo civil.

Las versiones, obviamente discrepan. Las acusaciones son cruzadas, como los disparos. Lo cierto es que todos los medios del mundo, incluso los que son menos críticos con las acciones de Israel en la Franja de Gaza, coinciden en señalar la misma cronología de los hechos: primero fue la incursión de Israel en territorio palestino, luego el ataque palestino a Israel con misiles, y después el bombardeo israelí a la Franja de Gaza.

“Hamás está llevando a Gaza a la destrucción y sentirá la intensidad de la respuesta del Ejército en las próximas horas”, señaló el portavoz militar Ronen Manelis. “En el norte atacaron diez objetivos militares, incluidos complejos y puestos de observación, y en el sur otras diez infraestructuras,” explica un comunicado militar. “Además, el ejército atacó a un comando terrorista que lanzó cohetes a Israel”, añade la nota.

El Ministerio de Sanidad palestino en Gaza confirmó la muerte de dos hombres por bombardeos en el área de Beit Lahia, en el norte del enclave, a los que identificó como Mohamed Zakaria Ismail al Tatari, de 27 años y Mohammed Zuhdi Hassan Odeh, 22 años. Medios palestinos identificaron a ambos como miembros de las Brigadas de Alí Mustafá, brazo armado del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP). Horas después se informó de un tercer muerto en el este de Rafah, en el sur de la Franja, identificado como Hamad al Nahal, de 23 años, miliciano del brazo armado de la Yihad Islámica, Saraya al Quds, según señalaron fuentes de la milicia.

Un frágil cese de fuego y enojos en el gabinete de Netanyahu

Luego de dos días de violencia, y cuando ya se temía una escalada incontrolable, las principales milicias palestinas de Gaza anunciaron el martes una tregua mediada por Egipto, Noruega, Suiza y la Organización de las Naciones Unidas (ONU). “Los apreciados esfuerzos egipcios han llevado a reforzar el alto el fuego entre la resistencia armada y el enemigo sionista (Israel). La resistencia armada se comprometerá con esta declaración en tanto y en cuanto el enemigo sionista lo haga”, declararon a través de un comunicado Hamás –la fuerza dominante en Gaza–, la Yihad Islámica y otros grupos armados activos en el territorio.

En principio, el cese del fuego no fue aceptado por el gobierno de Benjamin Netanyahu, que supeditó los futuros pasos a seguir a lo que suceda sobre el terreno. Después fue aceptado, pero produjo una crisis dentro del gobierno israelí.

La decisión por parte de los palestinos de cesar las acciones armadas fue recibida de manera diversa. Desató grandes festejos en Gaza. También se festejó, aunque de manera más sobria, en la ciudad israelí de Tel Aviv. En cambio, en Sderot, ciudad de Israel muy cercana al límite con Gaza que suele sufrir los ataques con cohetes desde la franja, cientos de personas salieron a protestar contra el gobierno Netanyahu y las condiciones del cese al fuego.

La primera reacción oficial de Israel ante la tregua unilateral por parte de los palestinos fue dispar. Cuatro ministros hicieron pública su oposición a la presunta negociación de una tregua con las milicias palestinas en Gaza. Según el portal de noticias Jerusalem Post, el ministro de Defensa de Israel, Avigdor Lieberman, fue uno de los más enfáticos a la hora de rechazar la tregua con Hamás y la Yihad Islámica. Su desacuerdo fue tal que produjo una ruptura insalvable con parte del gabinete y con el primer ministro. Y el miércoles 14, Lieberman, uno de los más duros halcones del gobierno, presentó su renuncia.

Enojado con la tregua, renunció el ministro de Defensa de Israel

El ministro de Defensa de Israel, Avigdor Lieberman, anunció el miércoles 14 su renuncia al cargo, en vista de las profundas diferencias entre él y el primer ministro Netanyahu tras la política en la Franja de Gaza, informó el portal Noticias de Israel.

Lieberman criticó la conducta del gobierno e incluso pidió a la coalición gobernante que acordara lo antes posible la fecha de las elecciones, lo que desató una crisis política en Israel.

La salida de Lieberman implica que su partido, Israel Beitenu, deja la coalición de gobierno. Por consiguiente, Netanyahu queda en una posición de debilidad, con una escasa mayoría de 61 diputados en una Cámara de 120 escaños.

“Lo que ocurrió ayer con respecto al acuerdo con Hamás es la sumisión al terrorismo”, declaró Lieberman. “No tenemos otra definición o interpretación, y nosotros, como país, compramos tranquilos a corto plazo al precio del daño a la seguridad a largo plazo”, señaló el ministro renunciante.

Según informó el portal Noticias de Israel la declaración de Lieberman se produjo después de semanas de enfrentamientos entre él y el primer ministro Netanyahu por el nombramiento del jefe de personal y la situación en el sur: “No es ningún secreto que ha habido desacuerdos en los últimos meses con el primer ministro. A pesar de los desacuerdos, no busqué razones para renunciar, traté de seguir siendo un miembro leal del gobierno”.

Lieberman resaltó dos puntos de inflexión, que dijo que llevaron a su decisión. “El primero es la introducción de 15 millones de dólares en la Franja de Gaza, que pasó como dinero en efectivo en maletas”, dijo. “Cualquiera que diga que hay supervisión sobre esto simplemente no es exacto por decir lo menos”, agregó. El segundo punto de inflexión es el alto el fuego.

“Conozco todas las circunstancias, la inteligencia, las excusas y las explicaciones”, afirmó Lieberman. “Siempre hay norte, sur, este y oeste, todas las excusas. En términos del interés lógico, tuvimos que terminar la historia del sur. La misma flojedad que tenemos también se irradia a otras arenas”, agregó, apuntando todas sus críticas a Netanyahu.

Fuentes del Likud, el partido del primer ministro, señalaron que el propio Netanyahu se hará cargo por el momento de la cartera de Defensa, y consideraron que no había necesidad de celebrar elecciones adelantadas en momentos en los que hay “problemas de seguridad”.

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