Mientras espera disputar una nueva final, el auriazul aprobó la materia pendiente que acarreaba en el torneo local, donde no ganaba desde la fecha 3. Fue 2 a 1 ante el Pincha, en el Gigante, con goles de Fernando Zampedri y Washington Camacho. Lucas Albertengo descontó en el final para la visita, que jugó todo el segundo tiempo con uno menos por la expulsión de Iván Gómez.
Rosario Central saldó ante su público una deuda pendiente, que acumulaba desde la victoria ante San Martín de Tucumán. Es que a partir de allí, a pesar del buen andar por la Copa Argentina, no ganó nunca más en la Superliga, hasta esta fecha 13, en la que venció al conjunto platense en condición de local.
La victoria fue justa, porque los dirigidos por Edgardo Bauza fueron muy superiores a los de Leandro Benítez. Manejaron mejor la pelota, y siempre más cerca del arco defendido por Mariano Andújar que del de Jeremías Ledesma.
Zampedri, que llegó físicamente con lo justo a este encuentro, abrió la cuenta a los 13’ del primer tiempo, después de una corajeada de Gonzalo Bettini, que tras recuperar la pelota en una posición clave, mandó el centro al área que encontró al delantero.
La tenencia y el dominio auriazul se notó más aún luego de la expulsión por doble amarilla de Gómez, cuando apenas corrían 40’ de esa primera parte. A pesar de la superioridad, recién pudo ampliar la ventaja a los 34’ del complemento, con el tanto de cabeza del uruguayo Camacho tras un preciso centro del chileno Alfonso Parot.
Pero como el Canaya está acostumbrado a sufrir, Albertengo aprovechó los errores en el fondo para descontar a los 40’ y hacer tambalear el triunfo, que finalmente se dio, y que le permitió al local dejar atrás la racha adversa en el campeonato local.
En la previa, triunfo de las Canayas
En una jornada histórica para el fútbol argentino, en el que nunca hubo un partido preliminar de mujeres, las pibas de Central vencieron por 3-0 a sus pares de Estudiantes de La Plata. Los goles fueron de Virginia Gómez, Erica Lonigro y Maira Sánchez.