Las protestas comenzaron hace una semana. Se movilizaron cientos de miles de personas en decenas de ciudades francesas. Hubo más de dos mil cortes de calles, avenidas y rutas. Los “chalecos amarillos” (prendas con que se identifican los que protestan y que suelen utilizar camioneros y profesionales del transporte) surgieron como nuevos actores sociales contra el feroz ajuste de Emmanuel Macron que, además de subir los combustibles, congeló jubilaciones, bajó el impuesto a las grandes fortunas y tomó medidas que produjeron una sensible baja en el poder adquisitivo de los franceses.

Desde principios de año, el precio del gasoil aumentó en Francia un 11,9 por ciento y un cinco por ciento en el caso de la nafta. Pero además, el gobierno afirmó que seguirán aumentando hasta 2022. Según explicó Macron, la idea es poner al mismo nivel el precio del gasoil y de la nafta para promover el uso de vehículos menos contaminantes.

Una persona falleció y al menos 227 resultaron heridas tras la represión policial y los incidentes registrados durante las protestas. Asimismo, una mujer que participaba en la concentración falleció tras ser atropellada por otra ciudadana que se encontró en medio de las protestas, mientras se trasladaba en un vehículo. La conductora fue arrestada por los cuerpos policiales, relatando que entró en pánico luego de que algunas personas golpearan su auto, acelerando y atropellando a un grupo de manifestantes. Entre los heridos hay siete con diagnóstico grave, incluido un integrante de la Policía, y se realizaron al menos 73 detenciones, según informó el Ministerio del Interior de Francia.

Macron está pasando por uno de sus peores momentos, con el índice de popularidad más bajo de su gestión, 30 por ciento, el presidente logró la tasa más baja de popularidad desde su asunción en 2017. Los chalecos amarillos, en cambio, cuentan con el apoyo del 73 por ciento de los franceses, según divulgó el instituto de opinión Elabe. “Un 54 por ciento de los electores de Macron apoyan o tienen simpatía por este movimiento”, señaló un estudio del instituto de estudios de opinión pública Elabe.

Macron admitió que las manifestaciones son un síntoma de la desconexión entre una parte de Francia y sus élites. “No he logrado reconciliar al pueblo francés con sus dirigentes”, dijo el mandatario en una entrevista televisiva. “Nuestros conciudadanos quieren tres cosas: que se les considere, que se les proteja, que se les aporten soluciones. No declaraciones: soluciones. Y la consideración, sin duda no la hemos aportado”, agregó Macron.

Más notas relacionadas
Más por Pablo Bilsky
Más en El Eslabón

Dejá un comentario

Sugerencia

En Diputados no hubo quorum para tratar el presupuesto de las universidades

Unión por la Patria había pedido una sesión especial para tratar el tema junto con la rest