En Villa Guillermina, en pleno Chaco Santafesino, un grupo de jóvenes que participan en el programa Nueva Oportunidad se reúnen a investigar sobre la historia y la cultura de su región. Lo hacen abordando la formación de su comuna, al igual que otras, a partir de la instalación de La Compañía de Tierras, Maderas y Ferrocarriles La Forestal Limitada (empresa encargada de la tala y explotación del quebracho, en sus territorios que se extendían por más de 2.000.000 de hectáreas en el norte de Santa Fe), para conformar un proyecto identitario y laboral.

“La propuesta nace del equipo de salud del hospital, con el propósito de capacitar jóvenes en guías turísticos. Pero decidimos hacer una formación más amplia, de animadores culturales. Y a cuatro meses del comienzo de la capacitación, el grupo está muy involucrado en conocer su historia, a través de las polémicas que hay que tienen que ver con la instalación de la fábrica La Forestal y el levantamiento de la misma, que dejó tanta controversia “, cuenta Mariana Cortez. Mariana es animadora del Campamento Cultural “Corazón de Quebracho” (segundo campamento cultural que posee la provincia y que tiene como finalidad ofrecer un recorrido por sitios históricos y presentes de los pueblos forestales), y responsable de capacitar a los chicos del Nueva. “Tenemos visitantes permanentes en el pueblo. Llegan escuelas de diferentes lugares de Santa Fe, y turistas en general. Pero no tenemos suficientes personas capacitadas para guiarlos. Por ello la importancia de que este grupo del Nueva Oportunidad logre conformarse en animadores culturales que les permita trabajar desde el ámbito público como privado”, comenta entusiasmada.

Cicerones Caranday (que significa conocedores del pueblo y toda su cultura), es el nombre que los pibes han elegido para denominarse. Los Cicerones están reflexionando sobre lo que significa ser jóvenes de los pueblos forestales en el presente. Sobre la historia de su pueblo, una Guillermina que a principios de siglo XX supo erguirse como la ciudad más importante del norte santafesino. Con la chimenea fabril más grande de Sudamérica y casi 20.000 habitantes viviendo en torno a ella. Como contrapunto, fue parte de lo que el Movimiento Sindical Argentino registra como una de las huelgas obreras más importantes del siglo, comparadas con la Patagonia Rebelde y la Semana Trágica.

Sobre esa dicotomía de un pasado de auge productivo y lucha obrera -obrajera, transitan los pibes del Nueva. A medida que avanzan en la capacitación, entretejen los hechos, el patrimonio arquitectónico, el monte, las anécdotas y los mitos sobre personajes de la época. Caminan a diario por sitios históricos como las ruinas de la fábrica, la plaza central, la escuela, las casas de empleados de alta jerarquía, las casas de obreros, la casa de solteros, el hospital (que es patrimonio cultural), el Yugo Quebrado (una cañada que era una toma de agua de La Forestal) y que hoy es un espacio de disfrute donde se puede apreciar la biodiversidad de la zona. Conviven con una Villa colmada de datos y testimonios, que ellos junto a su capacitadora y acompañantes, se están encargando de recuperar. Charlan con sus familiares de lo que nunca les han contado. Preguntan el porqué de la nostalgia. Ellos saben, y lo resaltan encuentro tras encuentro en el Nueva, que son parte de ese híbrido cultural y social. Su labor (dicen), es hacer de esos rasgos su fuente de trabajo.

Cuando el director del programa Nueva Oportunidad, Luciano Vigoni, visitó Villa Guillermina, fue recibido por los Cicerones Caranday en el Hospital “Carlos Harteneck” (nombre de uno de los primeros habitantes de la zona, oriundo de Alemania y que bautiza a la Villa con el nombre de su esposa Guillermina Schikendantz ). Luciano escuchó atento cada anécdota, cada frase analítica citada por los participantes. Acordó con ellos que el desafío es construir una mirada propia, generacional, que rescate la historia de lucha del norte, que ponga en valor su patrimonio y que les posibilite proyectarse como partícipes de una nueva transformación. Que es en definitiva el objetivo principal del programa Nueva Oportunidad, brindar las condiciones para que los jóvenes construyan sentido y pertenencia.

“La comunidad está sorprendida por el trabajo que venimos realizando. Calculamos que para fin de este año ya estaremos preparados para recibir grupos de turistas. Sentimos esto que estamos haciendo porque tienen que ver con nosotros, porque nacimos de esta historia”, respondieron los pibes.

”Desde que estoy participando del grupo comencé a charlar con mi familia sobre esa historia y así supe que el padre de mi abuelo fue hachero de La Forestal”, contó José (participante)

La historia del bisabuelo de José como la de la mayoría de los habitantes de Guillermina comienza a finales del siglo XIX con el arribo de capitales ingleses, franceses y estadounidenses. Quienes atraídos por los montes de quebracho colorado del Chaco Santafesino, impulsarán la fundación de numerosos pueblos, entre ellos Villa Guillermina, en 1905.

El origen de la venta de tierras fiscales y el arribo de La Forestal, se iniciará con la decisión del gobernador Simón Iriondo, de crear el Banco de la provincia de Santa Fe para estimular el comercio y la producción. Como la provincia no contaba con los recursos y el capital necesario para la concreción de la entidad bancaria, se sancionó el 22 de junio de 1872 una Ley que autorizaba la solicitud de un empréstito a la Casa Murrieta & Company de Londres, el cual se concretó por medio del apoderado de la empresa en el país, Lucas González, ex ministro de Avellaneda y Mitre. En 1880 el Poder Ejecutivo mediante la aprobación de un Proyecto de Ley, autorizó a pagar la antigua deuda con la venta de tierras. El convenio establecía el pago de las 110.873 libras y 3 chelines en tres partes: una con bonos del Tesoro Provincial y dos con la entrega de tierras fiscales santafesinas. Según lo narra la revista Añamebui.

Mateo (quien también forma parte del Nueva), hizo referencia a la figura de un ingeniero de la fábrica llamado Otto, de origen austríaco. “Según cuentan los pobladores, el conocimiento que este ingeniero poseía (que para la época era muy avanzado), estaba relacionado a su participación durante la primera guerra mundial. Otto era especialista en armas. Sabía muchísimo de mecánica y era quien reparaba las calderas. Cuando La Forestal comenzó a despedir trabajadores, Otto quedó sin empleo y supo deambular como linyera por el pueblo, acompañado de numerosos perros”, relata el participante.

Luego de la charla los Cicerones Caranday guiaron a Vigoni por el hospital donde siguieron aportando datos de la historia y arquitectura del lugar. Comenzaron contando que la creación del mismo se debió a que en el año 1910, una epidemia de viruela negra que atacó a la población (12.000 habitantes), motivo que hizo instalar un hospital de campaña en la escuela (ubicada en frente), y que dos años después se inauguraba el hospital. Fue muy moderno para la época, con amplias habitaciones, agua corriente, y un quirófano de techo vidriado, esta característica le permitía obtener una mayor luminosidad, a partir de la luz solar, para realizar las cirugías, destacaron.

La densidad histórica reemplazó la densidad del monte Chaqueño

La Compañía Inglesa dedicada a la explotación del quebracho en los montes del norte de Santa Fe y el sur del Chaco (La Forestal), llegó a ser la empresa productora de tanino más importante del mundo. Desde 1906, fundó sus propios puertos, montó 400km de vías para sus propios ferrocarriles, creó su propia moneda y se convirtió prácticamente en un país dentro del nuestro. La extracción del tanino fue la única actividad económica de la región con una hilera de ciudades fábricas que trabajaron exclusivamente en torno a esto. Y como consecuencia, un cambio económico, social y ambiental.

“Cambia la fisionomía de la región, del paisaje. La fábrica va a instalar nuevo tipo de producción (industrial), lo entre otras cosas traerá aparejado nuevos pobladores, nuevos pueblos, nuevos obrajes y nuevas rutas. Desde el punto de vista cultural se da una extensión de lo que es el litoral correntino. Toda la cultura guaranítica que va a cruzar el Paraná, de esos correntinos hacheros, obreros, que van a venir en busca de trabajo a la fábrica. Y van a traer con ellos, también, el chamamé y todas las prácticas culturales correntinas que se van a quedar en los pueblos forestales. Por eso hoy en día, en los pueblos forestales es muy típico escuchar palabras en guaraní y una de las músicas más escuchada es el chamamé” relata Luciano Sánchez (historiador y fundador de la Revista y Editorial Añamembuí).

La Huelga del Quebracho (Un Soviet en el Chaco Santafesino)

“Es increíble que durante un gobierno democrático elegido por el voto popular ocurrieron las tres represiones obreras más sangrientas de nuestro país (exceptuando las dictaduras militares)” reflexiona Osvaldo Bayer, haciendo referencia a: La Patagonia Rebelde, La Semana Trágica y la Huelga del Quebracho.

La organización y toma de conciencia de la explotación a la que eran sometidos los obreros- obrajeros (alrededor de 20.000), desató la primera huelga en julio de 1919. Mediante la toma de fábricas, pidieron por el aumento de salarios, la suspensión de los despidos y las 8 horas de trabajo (fin de las jornadas de 12 horas), mejoras en las viviendas de los trabajadores y un reclamo a los jerárquicos de la empresa, de tratar con respeto al resto de los trabajadores.

La sindicalización de los obreros llegó por los canales marítimos y ferroviarios, en favor de la organización y los derechos, colaborando así con la formación de la Federación Obrera del Tanino y anexos del Chaco. El primer Centro Obrero logró formarse en la localidad de Villa Guillermina, adherido a la FORA sindicalista. A partir de allí siguieron años de lucha en todo el territorio forestal, a los que la empresa con la colaboración del estado, respondió reprimiendo y expulsando a los trabajadores de sus puestos de trabajo, hasta incendiando sus viviendas.

A comienzos de 1921 y debido a las huelgas prolongadas, diferentes periódicos informaron sobre despidos masivos y cierres de fábricas en La Forestal. Unas 10.000 personas amenazadas con perder sus trabajos en el norte santafesino. La Vanguardia publicó el 9 de febrero de 1921 que alrededor de 600 obreros murieron en los enfrentamientos con la gendarmería y la guardia de La Forestal.

“Ahí quedó un aprendizaje y una lección histórica que todavía no supimos rever y reconsiderarlas. Estamos hablando de una de las huelgas más importantes de la historia del Movimiento Obrero Argentino que se desarrolló en el Chaco Santafesino. Yo pongo el eje en un tema que vengo investigando hace muchos años: La Huelga Obrera de La Forestal. Teniendo en cuenta que en el 2019 se cumplen cien años de la huelga 14 de diciembre de 1919. Me parece que hay muchas experiencias para reinterpretarlas y eso se traslada en la actualidad en la posibilidad de organizarnos desde el lugar, desde los pueblos, desde las comunidades en función de generar alternativas para frenar este éxodo permanente de los pueblos forestales” reflexiona Luciano Sánchez.

Dejar de añorar

La Forestal dejó de funcionar en el año 1966 debido a la fuerte caída del precio internacional del tanino.

“Cuando La Forestal cierra sus fábricas definitivamente, tenemos que hablar del éxodo de los pueblos forestales. De la gran depredación de ese recurso natural milenario que es el quebracho colorado y la ausencia total del estado frente a esa situación (prácticamente a lo largo de toda la historia de La Forestal). Pero sobre todo cuando se va de la región, donde los pobladores quedaron sin su fuente de trabajo y tuvieron que irse hacia otros lugares. A partir de allí se arma una nueva historia, la historia pos-forestal, que tiene que ver con quienes quedaron en los pueblos para suplantar la fuente de trabajo que brindaba la fábrica” concluye Sánchez, el joven historiador nacido en Villa Ana, otro pueblo quebracheño.

Desde el inicio de la etapa pos- forestal, hasta la actualidad, quedarán las instalaciones de la fábrica, las chimeneas y las casas de estilo inglés, como parte del paisaje. El recuerdo de un tiempo de trabajo y desarrollo para muchos de los pobladores. Los más antiguos dirán que después de La Forestal no hubo nada igual. Algunos historiadores analizarán ese imaginario argumentando que luego de la masacre, la empresa necesitó limpiar su imagen. Por la década del treinta comenzó a construirse esa imagen de La Forestal como el gran padre del norte santafesino, apuntalada por editoriales de la época y crónicas de viajeros.

“Ni siquiera La Forestal necesitaba dinero para sostenerlos (a los obreros- obrajeros), porque para eso tenía su propia moneda. Qué tipo de ciudadanos eran. Tampoco votaban, ni pagaban impuesto. Porque le cobrarían impuestos, si ya La Forestal se cobraba sus ganancias de otras formas. Todo, absolutamente todo lo que se desarrollaba dentro de la Forestal, era de la Forestal. No podían nombrar a un presidente de comuna, porque no había comuna, había oficinas de La Forestal. Los pobladores del norte santafesino vivieron, durante los años de la Forestal, un régimen distinto a el resto de los pueblos del país”, analizaba el escritor Gastón Gori.

Tamaño desafío el que afrontan los jóvenes del Nueva Oportunidad de Villa Guillermina, transitar por los edificios históricos, por las chimeneas, las casas de la época. Recoger la información, los relatos de un tiempo de avanzada, que se detuvo con la partida de La Forestal. Pero que puede continuar. Caminar por las vías sin trenes, por el monte ya sin quebrachos. Pero con los vestigios de la lucha obrera- obrajera, una de las más importantes y sangrientas de la historia de nuestro país. Reconocerse en ese híbrido cultural para resignificar e innovar el presente. Convertir la extinta industria del tanino en una industria cultural, inclusiva y nueva.

Más notas relacionadas
Más por Valeria Niemes
  • Salir de la pesadilla Milei

    Ni soluciones mágicas ni desesperanza. Así se presenta el escenario que indefectiblemente
  • Olvido, mentira, injusticia

    Marzo no es un mes cualquiera en la Argentina. Desde 1976, su día 24 tiene un significado
  • Carne y hueso

    Me despierto todo meado y lleno de resaca. Me duele hasta la uña del pie. Tomo aire y el o
Más en Columnistas

Dejá un comentario

Sugerencia

Amenaza con arma de fuego en medio de una protesta de estatales

Delegados de ATE de la secretaría de Derechos Humanos denunciaron que un custodio policial