El juez federal Claudio Bonadio ordenó este jueves a la noche retirar cuadros y obras de arte del departamento de Cristina Kirchner, como continuidad del allanamiento de agosto pasado por la causa de las fotocopias de Centeno.

Después del cuento de Julio Cortázar, Bonadio no merece ser calificado de “El Perseguidor”, salvo que logre transformarse en un virtuoso ejecutor de un instrumento que no sea su pistola Glock 40.

El operativo estuvo a cargo de la Policía Federal, que retiró 33 objetos entre cuadros y obras de arte del departamento que CFK tiene en la calle Juncal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba).

El procedimiento fue dispuesto por Bonadio, que de ese modo, aunque no se sabe por qué y para qué, dio continuidad a los allanamientos en ese inmueble y en la casa de El Calafate, realizados en agosto pasado.

El retiro de los objetos de valor se da en el marco en la causa de las fotocopias de los cuadernos del chofer Oscar Centeno, en la que la senadora de Unidad Ciudadana se encuentra procesada por asociación ilícita, pese a que no es mencionada como autora de delito alguno.

Según publica la web de noticias Minuto Uno, la columnista de Judiciales Vanesa Petrillo explicó al canal de noticias C5N: “Es un procedimiento extraño porque el allanamiento en sí fue en agosto, durante más de 12 horas… Lo que puede hacer Bonadio es valuar las obras de arte que se llevaron, las obras estaban afectadas a la causa cuadernos, pero en su momento los procedimientos fueron cuestionados por los defensores de Cristina como ilegales, hablaron de persecución política”.

El magistrado empistolado no descansa ni en las vísperas del Día de los Santos Inocentes.

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