En los últimos días, Infobae, el portal de noticias digital más visitado en la Argentina publicó un informe en tres entregas en torno de una zona que desde hace más de dos décadas los EEUU e Israel promocionan como un foco del “terrorismo internacional”, que justificaría la intervención de agencias de inteligencia y fuerzas de seguridad.

Por qué ahora y con qué objetivos, es la pregunta del millón, teniendo en cuenta las hipótesis que a un lado y otro de la frontera entre la Argentina y Brasil desarrollan los más estrechos colaboradores de los presidentes Mauricio Macri y Jair Bolsonaro.

Precisamente, ambos mandatarios se reunieron en Brasilia por primera vez, durante la semana que culmina, y además del canciller Jorge Faurie, fue notoria la presencia de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich en ese encuentro.

Hace dos años, en enero de 2017, Redacción Rosario publicó un breve informe titulado “Bullrich y sus negocios con Tel Aviv”, en el que se mencionaban y detallaban las compras que la funcionaria concretó en una gira que la llevó incluso a visitar el teatro de operaciones que Israel tiene montado en la Franja de Gaza de la mano de su par judío Gilad Erdan.

La relación entre Bullrich e Israel es muy estrecha, y además de la compra de material bélico y de seguridad al complejo militar industrial israelí existen contactos de primer orden en lo político y en el área de inteligencia.

Pero lo más sugerente es que el informe publicado por Infobae en tres entregas revela que el interés por la Triple Frontera, que había sido abandonado o postergado durante las administraciones kirchneristas y del PT, vuelve con ímpetu y tiene todas las características de una operación conjunta entre las agencias de inteligencia yanqui, israelí y argentina, todo ello canalizado a través del portal cuyo dueño es Daniel Hadad, conspicuo visitante de la embajada de los EEUU en la Argentina e interlocutor cotidiano de los agentes de la CIA y la Mossad que operan en sus respectivas estaciones en Buenos Aires.

El enviado especial de Infobae a Brasilia, Román Lejtman, en un sustancioso párrafo de su crónica del encuentro entre ambos mandatarios, destacó: “Macri y Bolsonaro asumieron que tenían códigos similares y en un chasquido de dedos se propusieron unir fuerzas y diseñar una estrategia geopolítica que puede influir en el orden global”.

Operaciones de inteligencia mediática

Tratándose de Hadad, pocas cosas quedan fuera de la órbita del espionaje, los servicios de inteligencia y las operaciones de prensa.

Abogado recibido en la Universidad Católica Argentina y periodista, Hadad tiene un fuerte vínculo con el Opus Dei desde que cursó un posgrado en la universidad española de Navarra, y oscila entre adoptar posiciones liberales y ultraconservadoras.

Desde los 80 a los 90 –en menos de diez años– pasó de movilero a empresario multimillonario y a quedarse con la licencia de Radio 10, declarar un patrimonio de unos dos millones de dólares de aquella época, lo cual le deparó una investigación por parte de la Dirección General Impositiva (DGI) de los tiempos de Carlos Menem, de la cual zafó gracias a la ayuda del ex ministro del Interior Carlos Corach, el que anotaba los nombres de los jueces federales elegidos a dedo en una servilleta de papel.

Los primeros pasos de Hadad como periodista en televisión fueron dados como co conductor del programa La trama y el revés, junto a Guillermo Cherashny, época en que ambos periodistas fueron relacionados con el sector carapintada del Ejército y con empresarios vinculados a los servicios de inteligencia.

En un artículo firmado por el periodista Christian Sanz, éste recuerda que en su libro La larga sombra de Yabrán se reveló que Hadad cobraba un sobresueldo de “80 mil pesos mensuales pagados por el empresario Alfredo Yabrán durante gran cantidad de años. Ello sin la contraprestación publicitaria correspondiente”.

El periodista, además, agregó: “A cambio de los favores monetarios del fallecido empresario postal, el hoy dueño de Infobae hacía lo que mejor sabe hacer: operaciones de prensa de diversa índole”.

Sanz plantea en esa nota, publicada por el sitio Periódico Tribuna, un dato inquietante: “Conocidos hombres de negocios sucumbieron a aportarle dinero (a Hadad) a cambio de no ser «escrachados» por el empresario de medios, quien supo amenazarlos con carpetas y videos comprometedores”.

Hadad es el encargado, en primera persona, de gestar el autobombo de su medio digital, y en un artículo que lleva su firma, proclamó el liderazgo de Infobae citando a varias fuentes que así lo confirman.

En esa nota publicada el 30 de julio del año pasado, Hadad cita a la web Totalmedios, que publicó lo siguiente; “Los sitios de internet de los dos diarios de mayor tirada y uno solo absolutamente digital lideran el ranking de las web de noticias más visitadas en la Argentina. Según el último balance realizado por ComScore, correspondiente al mes de diciembre de 2016, los sitios digitales de Clarín y La Nación, e Infobae, reúnen los mayores rankings en el mercado local”.

Siempre según esas fuentes, hace menos de seis meses, Infobae ya se consolidó como el mayor medio digital de la Argentina y líder en el mundo de habla hispana en cantidad de notas leídas, un dato que surge de la estimación de cuatro empresas: Alexa, una compañía de Amazon; SimilarWeb, fundada en Tel Aviv, con sede en Londres; Google, el gigante de internet, y ComScore, la empresa de marketing de Reston, Virginia.

Las dos primeras son afectas a espiar a la competencia. Entre las cinco máximas del fundador de Amazon, Jeff Bezos, una debería inquietar a muchos: “Espiá de cerca a tu competencia”.

Chris Kilbourn, CEO de una agencia de mercadotecnia que ayuda a las nuevas empresas a piratear el crecimiento de sus competidores, recomienda usar las herramientas de la israelí SimilarWeb, “para saber cómo interactúan las personas con los sitios de los competidores”. Un mundo de espías promociona a Infobae.

Un informe con olor a servicios

Detrás del pomposo título “Hezbollah en la Triple Frontera: cocaína para la revolución” se esconde la tercera entrega del mencionado informe, firmado por Gustavo Sierra y publicado por Infobae.

En la bajada de la mencionada nota de Infobae se lee: “La Triple Frontera se convirtió en el campo de batalla de los carteles de la droga brasileños y del paso de los cargamentos hacia Europa y Medio Oriente. Los miembros del Hezbollah participan del narcotráfico para financiar el terrorismo”.

En rigor, este 11 de enero, según se indica, se publicó la “tercera y última nota de la serie”, precisamente en la cual se concentra exclusivamente el presente artículo, pero el 9 y el 10 ya habían conocido la luz la primera“Hezbollah en la Triple Frontera: el bazar de la mentira”–, y la segunda, Hezbollah en la Triple Frontera: los predicadores que llegan en el vuelo de «Aeroterror»”.

Puede suponerse que tras tamaño título y semejante bajada, el primer párrafo de la nota debe ser por demás ilustrativo y probatorio de la real participación en el comercio ilegal de narcóticos del partido libanés que se menciona.

Sin embargo, lo que se lee es esto: “Es el epicentro exacto. Al norte, las regiones proveedoras de la cocaína de máxima pureza. Al sur y al este los puertos para sacarla hacia los mercados de consumo más rentables. La Triple Frontera es el paso obligado de los grandes cargamentos. Vienen de Colombia y la sierra central de Perú hacia las «cocinas» donde se depura la pasta base ubicadas alrededor de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia. Desde allí pasan a Paraguay. Llegan fácilmente a Ciudad del Este, cruzan el Puente de la Amistad hacia Foz do Iguaçu con destino a San Pablo, en Brasil, y el puente Tancredo Neves hacia Puerto Iguazú en Argentina. Desde la ciudad misionera, el Paraná hace el resto. La cocaína baja en lanchones hasta los puertos de los alrededores de Rosario o va directamente a Buenos Aires donde esperan los buques repletos de soja para camuflar la carga que les dará las mayores ganancias. Un kilo de cocaína sube al barco por unos 8.000 dólares. Al desembarcar en los puertos europeos, el precio ya se infló al menos diez veces. Una vez que esté en las calles de Berlín o Londres, tiene otro adicional del 100 por ciento. Después de las armas, el negocio más rentable en la Tierra”.

O sea, Sierra realiza una descripción de lo que es, a todas luces, un tráfico del que participan, explícitamente, seis países –Colombia, Perú, Bolivia, Paraguay, Brasil y la Argentina–, y sus respectivas fuerzas de seguridad, que no pueden o no quieren impedirlo.

Pero además, está implícito el involucramiento de las compañías de transporte de una de las mayores hidrovías del planeta, por cierto privadas y que evidentemente no ejercen control alguno o fracasan al hacerlo, las agroexportadoras argentinas y multinacionales, y los puertos argentinos, privatizados desde la década de los 90, en los cuales impera el mismo descontrol.

Pero el problema, para el autor del informe –en realidad para quien encarga la operación de inteligencia disfrazada de informe–, es Hezbollah.

“El grupo terrorista libanés mantiene sus conexiones en el límite argentino-brasileño-paraguayo. Desde allí, sus agentes lavan dinero, trafican cocaína y envían remesas a las organizaciones de apoyo. Un encuentro con el hombre considerado el máximo agente de Hezbollah en América Latina en Ciudad del Este. El entrecruzamiento con el narcotráfico. Las maniobras a través de los casinos”, describe el periodista en la primera de las tres entregas, dejando sentado que son hechos o información inopinable lo que a todas luces son mentiras, especulaciones y/o hipótesis que a lo largo de todo el informe no prueba en modo alguno.

El calificado como “grupo terrorista libanés” sería Hezbollah, que en realidad es un partido político que forma parte de la coalición que gobierna en la república del Líbano, votado en elecciones democráticas, y que tiene un brazo armado a través del cual se defiende de las constantes agresiones del ejército israelí en diversos escenarios.

¿De dónde surge que el ciudadano que se reunió con Sierra en Ciudad del Este es “el hombre considerado el máximo agente de Hezbollah en América Latina”? De la Mossad, la agencia de inteligencia del Estado de Israel y de la CIA, las evidentes fuentes del cronista, aunque en modo alguno eso se aclara en el informe.

Por otra parte, la presencia de la DEA, la agencia antinarcóticos de los EEUU, en esa zona desde hace más de dos décadas, impide pensar que tamañas operaciones de lavado de dinero, tráfico de estupefacientes y envío de “remesas a las organizaciones de apoyo” no hayan podido ser desarticuladas en tanto tiempo, y que sólo constituyan un insumo informativo periodístico para el montaje de esta maniobra de inteligencia.

Todo el “informe” está plagado de ese tipo de señuelos. Y la razón de la propia operación en un medio argentino, pese a tener como objetivo una resonancia más global, emerge claramente cuando el autor de la nota cita a Mohammad Youssef Abdallah, el líder espiritual de la Mezquita Verde chiíta de Ciudad del Este.

Sierra sentencia lo siguiente: “Se mueve como el dueño del lugar que es. También como el «…comandante regional del Hezbollah», la calificación que le da la justicia estadounidense. Y, de acuerdo a la acusación del asesinado fiscal Alberto Nisman, uno de los involucrados en el atentado contra la Amia”.

O sea, una semana antes de cumplirse el cuarto aniversario de la muerte del hombre que nunca investigó a fondo el atentado contra la Amia, Infobae canaliza disfrazado de “informe periodístico” la teoría que la CIA, la Mossad, el Estado de Israel, la Daia y el partido de gobierno argentino, Cambiemos, quieren imponer: la bomba de 1994 la pusieron agentes iraníes de Hezbollah, Nisman descubrió que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner pretendía encubrir a los presuntos autores, y por ello el ex fiscal fue asesinado. Para cualquier incauto, ese elefante rosa puede pasar por delante suyo sin ser detectado. Para quienes leyeron con atención las causas, la operación se nota mucho.

Datos para redondear la operación

Desde que el Estado de Israel –con la vergonzosa e imperdonable colaboración del gobierno de Carlos Menem y su dispositivo judicial– estableció como única hipótesis de responsabilidad en los atentados de la embajada de ese país y la Amia la llamada “Pista iraní”, durante casi un cuarto de siglo las investigaciones de esos actos de terrorismo han sufrido encubrimientos, operaciones de contrainteligencia, montajes de prensa, subteorías en torno de las conexiones locales y maniobras de distracción de la más variada calaña.

La última puntada de ese hilván –que en cualquier país serio se hubiese deshilachado sin más– fue el morboso aprovechamiento de la muerte de Nisman para volver a situar los focos de la comunidad de naciones occidentales en Irán.

Las razones sobran. Desde el triunfo de la Revolución Islámica de los Ayatollahs en 1979, EEUU perdió el control del petróleo y del Golfo Pérsico, una posición geoestratégica que desde entonces no cesa de retomar, por las buenas o las malas.

Irán se constituyó en el enemigo más poderoso de Israel en Medio Oriente, y es blanco de sus presiones y amenazas bélicas, aunque hasta ahora Tel Aviv se ha cuidado muy bien de no atacarlo en forma directa.

Sin embargo, desde 1980 las batallas, combates y escaramuzas entre las Fuerzas de Defensa de Israel y Hezbollah, un grupo político proiraní desde sus mismas raíces chiítas, hicieron que la inteligencia israelí tenga a esa facción como blanco móvil en todo el mundo, y cualquier acción atribuida a ellos ayude a condenar, sancionar y, eventualmente, atacar e intervenir militarmente contra Teherán.

Que Irán sea considerado culpable de las bombas en la embajada de Israel en Buenos Aires y la Amia, es una de las victorias diplomáticas más buscada por Tel Aviv, pero hasta el presente, también la más esquiva.

El cuarto aniversario de la muerte de Nisman, que las hipótesis más serias explican como un suicidio, además de fogonear aquel objetivo reflotan las huellas de la Mossad en ese deceso.

Basta recordar que el “periodista” Damián Patcher fue el primero en tuitear que el fiscal Nisman había muerto en su domicilio. De inmediato y raudamente se fue de la Argentina, argumentando amenazas contra su vida.

El relato de Patcher respecto de por qué tomó la decisión de huir del país es el siguiente tiene que ver con un episodio ocurrido poco después de haber revelado el deceso del ex fiscal: “Estuve sentado dos horas más o menos, cuando una persona muy extraña entró. Tenía jeans, una campera de jean y anteojos Ray-Ban. Me percaté de su presencia enseguida. Estaba sentado a dos mesas de distancia de la mía…”.

El periodista Juan Salinas, en su blog Pájaro Rojo, consigna lo extraño que surge del breve testimonio de Patcher: “…el tipo (el sospechoso que menciona Patcher) andaba con una campera…¡con 38º grados de temperatura!”. Raro.

Pero mucho más extraño es que el dueño de aquella triste primicia haya servido durante tres años en el Tshal, la Fuerza de Defensa de Israel, y que luego de ese rudo entrenamiento militar en una zona de guerra, sus desempeños periodìsticos hayan sido en la británica BBC News, en la norteamericana agencia AP, y después en el Buenos Aires Herald, Ámbito Financiero…e Infobae de Hadad.

Como señalaron en su momento Salinas y el escritor Teodoro Boot, “…Daniel Hadad… como la Fox, es un canal habitual de las posiciones de la derecha neoconservadora de los Estados Unidos, por no decir de la CIA”. El ex compañero de piso de Marcelo Longobardi puede decir, luego del “informe” de la Triple Frontera: misión cumplida.

 

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Un comentario

  1. Credito Victoria

    23/05/2019 en 11:57

    Buenas tardes, buen artículo, gracias. Me gusta mucho este tema. En los últimos 70 años, Mossad se ha convertido en una de las mejores exploraciones del mundo. Por extraño que parezca, pero en su mayor parte, solo sabemos sobre las operaciones fallidas de cualquier inteligencia. Todos los afortunados se guardan en secreto. En cuanto a los servicios especiales israelíes, hasta la fecha no se sabe más del 5% de las operaciones, tanto exitosas como no muy. Ahora estoy seguro de suscribirme a su blog y voy a seguir de cerca las actualizaciones. ¡Buena suerte!

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