Este lunes, una multitud de mujeres, lesbianas, travestis y trans volverá a encontrarse, movilizarse desde toda la ciudad hacia el centro. No se trata esta vez de un acto o una marcha, sino de lo que ocurre antes, que también es un acto y una movilización en sí mismo. Y es que este 4 de febrero a las 18, en el Centro Cultural La Toma (Tucumán 1349), comienzan las asambleas para construir el paro del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Durante más de un mes, las asambleas generales, comisiones y reuniones con funcionarios y referentes, ocuparán la agenda de cientos de militantes. El objetivo, uno solo: que sean miles, y cada vez más, las que se organizan y movilicen en su día. Distintas referentes dialogaron con el eslabón e impulsaron la participación de quienes deseen acercarse, compartieron su mirada sobre la importancia de estas reuniones y las consignas que este año no pueden faltar en el debate.

“Esperamos que esta asamblea sea multitudinaria, como lo han sido las asambleas anteriores”, destacó Majo Poncino, referente del Movimiento Evita Rosario. Los encuentros, explicó, tendrán una finalidad: lograr que crezca el paro en las casas y en cada lugar de trabajo. “El paro será la herramienta que utilicemos como organización y para visibilizar la desigualdad, la exclusión y las violencias que vivimos permanentemente las mujeres e identidades feminizadas”. Majo fue por todo y aseguró, tal como viene viéndose cada año, que este paro va a tener mayor amplitud y convocatoria, “sin dudas”,y que también será internacional. “El movimiento feminista ya no tiene fronteras”, remarcó.

Para Poncino, este año la clave continúa siendo la visibilización de las violencias que sufren las mujeres, lesbianas, travestis y trans. “Tenemos que seguir discutiendo la violencia machista, es un tema central. Llevamos más de 20 mujeres muertas en manos de varones en lo que va del año. Eso implica marchar contra los femicidios, los travesticidios, el aborto clandestino, la justicia patriarcal, el empobrecimiento y el ajuste; y exigirle, también y como siempre, más políticas públicas al Estado”.

Por la Emergencia Nacional

Nazarena Galantini, de la Campaña por la Emergencia en Violencia de Género, consideró que el primer objetivo de este año será llenar las asambleas que comienzan el lunes. “Es la expectativa más grande que tenemos, sobre todo después de lo que fue el 2018, tanto por la marea verde como por las múltiples manifestaciones por femicidios y abusos”, agregó. Nazarena destacó que la intensidad de 2018 continúa fluyendo con la misma fuerza en lo que va de este año, y ejemplificó: a todas las actividades que realizaron desde la Campaña por la Emergencia se acercaron muchas chicas, sobre todo jóvenes e independientes.

Para Galantini, una de las principales consignas a levantar este año será la exigencia de que se declare la Emergencia en Violencia de Género. Mientras Nazarena hablaba con este semanario, el mes de enero cerraba con cifras alarmantes: 25 femicidios en el mes de enero, contra 23 del año pasado. Además de la emergencia, Galantini levantó las consignas históricas que todos los años continúan siendo reclamos y exigencias al estado: aborto legal, seguro y gratuito y el reconocimiento de la mujer trabajadora tanto en su trabajo productivo como reproductivo.

Resistir al neoliberalismo

Para Majo Gerez, referente del colectivo feminista Mala Junta, es muy importante el protagonismo que este año tengan en las asambleas quienes sufren con más fuerza las políticas del neoliberalismo: las pibas, las negras, las cartoneras, las putas, las travestis, las migrantes. “Hoy más que nunca tienen que estar por delante las más expuestas a las violencias machistas y las políticas neoliberales. Sabemos que en clave de un gobierno neoliberal, conservador y machista, las condiciones van a empeorar y en ese sentido se evidencia cómo hay una precarización constante de las vidas de las identidades feminizadas. Nos preocupa también que el clima de época de empoderamiento de sectores antiderechos y de la violencia institucional. Por eso, este 2019 el paro va a estar dirigido en esa clave, que tiene que ver con una clave continental, de lo que pasa en América. Somos nosotras las que vamos a responder, a esta pedagogía de la crueldad patriarcal, con más organización feminista”.

“Una cuestión fundamental es el respaldo en los derechos sociales, humanos y laborales básicos. Es un paro, y sabemos lo que implica también que nosotres elaboremos esta medida. Es muy importante lo que se va produciendo en el mundo sindical, cómo las compañeras, en un momento de fuerte embestida contra sus puestos laborales y salarios, encuentran un lugar para darle espacio a las violencias y problemáticas que encuentran en sus lugares de trabajo”, sumó Gerez.

Fotos: Cala Scolari.

Asambleas multitudinarias y heterogéneas

“Son semanas agotadoras. Se requiere de mucha organización, consenso y trabajo. Pero también son muy gratificantes. Es muy fuerte lo que transitamos y vivimos quienes vamos a participar”, resaltó Majo Poncino, referente del Movimiento Evita Rosario. El relato de Majo trae a la memoria recuerdos de las multitudinarias asambleas del año pasado: olas de calor en un lugar con pocos ventiladores, broncas con lágrimas incluidas, muchos aplausos, muchos miedos a la hora de levantar la mano por primera vez, un abrazo colectivo, miles de abrazos finales. No hay razones para que este año el proceso no sea el mismo. “Ver a tantas pibas jóvenes e independientes que se suman a estos espacios organizativos para visibilizar nuestra agenda es hermoso, extraordinario, y es lo que tenemos que seguir potenciando. La asamblea de este lunes tiene que ser expresión de eso, del trabajo que hacemos las mujeres todos los días, en todos los ámbitos”.

Nazarena Galantini, de la Campaña por la Emergencia en Violencia de Género, recordó las primeras reuniones y marchas por el 8 de marzo a las que asistió: las organizadoras, entraban todas en una mesa; la movilización, apenas ocupaba una cuadra. “Hace 12 años que milito y todos los años las expectativas se superan. Todos los años cambia y ahora es muy parecido a lo que sucede en los Encuentro Nacional de Mujeres. No hay referentes, es plural, nos escuchamos, opinamos. Yo rescato eso: la horizontalidad”, sostuvo.

Majo Gerez, del colectivo feminista Mala Junta, habló también del cansancio que generan las asambleas y la organización de la marcha. Sin embargo, ese cansancio sonó a una bocanada de aire fresco en medio de decretos de urgencia y políticas de espanto para el pueblo. “El feminismo va generando una nueva forma de construir y hacer política. Es una forma muy vital que encontramos de organizarnos. Siempre se aprende algo distinto y a pesar de las diferencias encontrás en las otras un punto en común: hoy es el feminismo”, resaltó.

Con las disidencias adentro

Este año, las travestis y trans de Rosario anunciaron su participación en las asambleas. No será la primera vez, sin embargo, este es el momento que más le urge al colectivo. Cabe contextualizar: para las travestis, trans, lesbianas y no binaries, no sólo se trata de luchar contra la crisis y el recrudecimiento de la violencia institucional. Dentro del feminismo, la rama Rad Fem (feministas radicales) anunció que este año se organizarán para que el 8 de marzo sea únicamente de mujeres (hembras, como le dicen también).

“De la asamblea y la marcha yo espero que se tenga en cuenta que al colectivo trans travesti nos están matando, desaparecemos como si no fuéramos personas, estamos en emergencia. Lo que pasa con compañeras al interior del país es lamentable”, remarcó Michelle Vargas, referente de Comunidad Trans. Michelle contó que el año pasado fue la única –o una de las pocas– travesti que se plantó en la asamblea. “Sentí como una resistencia”, recordó. Para este año, Vargas habló una por una con conocidas y amigas, de su espacio político y de otros, para que este lunes y los que siguen ellas estén ahí: poniendo el cuerpo por un 8 de marzo que las incluya. “Tenemos que estar para defender nuestras luchas y convicciones”, aseguró.

“Queremos que este año las consignas sean inclusivas y que atraviesen al colectivo trans travesti. La lucha no pasa por decir «sí, yo entiendo, yo apoyo», la lucha pasa por el cuerpo, se vive, y en el colectivo feminista no pasa tan así. Siempre nos pasa por el costado”, sostuvo Michelle. “Durante muchos años hablaron por nosotras, tanto las mujeres cis, como las lesbianas y los varones gays. No hace mucho empezamos a hablar por nosotras mismas, tenemos voz, pensamos, y peleamos por nuestras necesidades. El 8 de marzo va a ser un día histórico, sobre todo este año electoral, de avance de antiderechos y rad fem, por eso es fundamental que estén las travas: organizadas y hablando por nosotras mismas”.

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