Tras el mensaje de la intervención de la UCR santafesina por parte de la conducción nacional y el resultado de las primarias de Cambiemos en La Pampa, en Santa Fe se facilitó la unidad del macrismo y el radicalismo.

La decisión política de la UCR Nacional de intervenir por motivos formales el partido en Santa Fe y la determinación de la Casa Rosada de evitar el efecto La Pampa con una interna perdidosa frente a los aliados radicales hicieron que en una semana las dos precandidaturas a gobernador de Cambiemos se fundieran en una de, digamos, unidad forzosa.

De ese modo, el precandidato del PRO, Federico Angelini, pasó de afirmar que su competidor en las primarias el intendente “José Corral quiere la unidad de todos detrás de él”, a señalar que “con José Corral estamos trabajando juntos para ofrecer a los santafesinos la mejor alternativa de cambio para nuestra provincia”.

La intervención

¿Qué ocurrió entre unos dichos y otros? El miércoles 13 de febrero la conducción nacional de la UCR decidió intervenir, de forma exprés, la Convención Provincial del radicalismo santafesino.

El motivo público de la medida, según explicó el titular del radicalismo nacional, el gobernador mendocino Alfredo Cornejo, fue que el máximo órgano provincial tenía los mandatos vencidos. Una formalidad detrás de la cual se encontraba el mensaje a los radicales santafesinos: no saquen los pies del plato.

Es que el lunes anterior, la Convención Provincial de la UCR santafesina había otorgado a sus afiliados “libertad de acción” para que jugaran electoralmente tanto en Cambiemos como en el Frente Progresista Cívico y Social, en el que son socios del Partido Socialista hace una década y media.

Pero los liberales de por acá no siempre abrazan férreamente la libertad, sobre todo si esa autodeterminación puede poner en riesgo un resultado electoral.  

Así, el mensaje de Cornejo a los radicales díscolos de Santa Fe fue la intervención de la Convención provincial hasta el próximo 1º de diciembre, una vez que ya se hayan realizado, incluso, las elecciones presidenciales previstas para octubre.

El apoderado de la UCR y dirigente porteño, Mariano Genovesi, es quien fue designado por la conducción nacional para tomar las riendas del órgano partidario santafesino.

Tiene una sola tarea por delante: inscribir a la UCR en la alianza Cambiemos. Poco trabajo, aún en un partido degustador de debates como la Unión Cívica Radical.

El tiro de Cornejo, como sucede en ocasiones en el juego de villar, fue a dos bandas: la primera bola fue a impactar al conjunto de los radicales con el fin de favorecer la precandidatura a gobernador por Cambiemos del correligionario Corral.

Luego la bola blanca se dirigió –menos ostensiblemente- hacia el titular del Comité Provincial de la UCR, el diputado Julián Galdeano.

El legislador chaqueño afincado en Rosario desde hace décadas, además del ser el titular partidario, había cerrado un acuerdo electoral con Angelini, el jefe del PRO enfrentado a Corral en la interna de Cambiemos.

El propio Angelini lo había contado en una entrevista a la agencia oficial Télam, en la que dijo que le había ofrecido la candidatura a vicegobernador al Movimiento de Acción Radical (MAR), el sector de la UCR provincial que conduce Galdeano.

Galdeano, al igual que las autoridades de la Convención radical, también tiene su mandato vencido. Uno más uno es dos, al igual que las intervenciones cornejistas que también podían llegar a alcanzar ese número. Quien quiera oír que oiga.

Parte II

La segunda parte del Operativo Unidad santafesino se originó en la Casa Rosada. Lo que la motivó fue el resultado del escrutinio de las Paso de Cambiemos en La Pampa.

El 17 de febrero se enfrentaron allí el macrista Carlos Javier Mac Allister y el radical Daniel Kroneberger para definir la candidatura a gobernador, en las elecciones generales previstas para el 18 de mayo.

El resultado de la interna fue del 65,60 por ciento para el radical Kroneberger contra el 34,40 que cosechó Mac Allister. Lo que en términos futbolísticos podría ser considerado como “una paliza”.

La alerta sonó en el despacho del jefe de Gabinete nacional, Marcos Peña, uno de los armadores electorales del oficialismo. Un día después, Federico Angelini tuiteaba su manso ingreso al Corral único: “Con José Corral estamos trabajando juntos para ofrecer a los santafesinos la mejor alternativa de cambio para nuestra provincia”.

También se produjo, en esos días, la inclinación del dedo índice de la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, en dirección a Corral, que de ese modo sumó otro apoyo.

Angelini aseguró –y es absolutamente creíble- que su precandidatura a la Gobernación santafesina no fue el resultado de un impulso irrefrenable o de una decisión acunada en la soledad de su conciencia. Tenía la venia de Mauricio y Marcos, dadores de legitimidad electoral.

El PRO no quería regalarle la candidatura a gobernador de Santa Fe al radicalismo, sin al menos oponerle un poco de fuerza. El 30 de enero Angelini dijo que la unidad que pregonaba su adversario en la interna era difícil de alcanzar.  

Corral “no está dispuesto a poner su candidatura en consideración” y “siempre quiere la unidad de todos detrás de él”, sostuvo el titular del PRO sobre los escollos que se interponían en la consecución de una sola fórmula a la Gobernación.

Agregó que “para llegar a un consenso o lista de unidad todos tenemos que poner algo sobre la mesa”, y “lo primero es la posibilidad de bajar tu candidatura, en pos de la mejor opción para Cambiemos”.

“Y eso, por parte de José nunca llegó, nunca está dispuesto a poner su candidatura en consideración”. Al final, no tuvo que hacerlo.

El avance de la conducción nacional de la UCR sobre los radicales que juegan en el Frente Progresista y el mensaje elíptico a Galdeano oficiaron, junto al resultado de las primarias de Cambiemos en La Pampa, de eficaz disuasivo para la mentada unidad santafesina.

Desenfrentados

El jueves 21 la fórmula única de Cambiemos en nuestra provincia fue presentada oficialmente. A José Corral lo acompañará como precandidata a vice la concejala rosarina del PRO, Ana Laura Martínez, la ex presentadora televisiva a la que las necesidades electorales de su partido no le permiten terminar los mandatos de los cargos públicos para los que es elegida por la voluntad popular (con perdón de la palabra).

“Junto a Anita Martínez vamos a construir una propuesta de futuro para todos los santafesinos”, dijo Corral, para asegurar que la fórmula va a representar “a toda la geografía provincial y a los distintos sectores de Cambiemos”, a pesar de que son de dos partidos y las dos principales ciudades de la provincia. “Estaremos con cada santafesino y santafesina para alcanzar la provincia que soñamos”, dictaminó Martínez.

Ufano por conseguir su objetivo con un par de jugadas, una propia y otra ajena, el intendente de Santa Fe afirmó que estaba “muy contentos porque logramos una fórmula de unidad, en un país donde hay tanta confrontación, tanta crispación y tanto enfrentamiento”. Si se pudiera introducir un emoji en este texto, cabría con justeza la carita de sorpresa con las mejillas rojizas.

La presentación se centró en una imagen. Es una fotografía de ambos precandidatos –Martínez ubicada en el centro- junto al ministro del Interior y Obras Públicas, Rogelio Frigerio, quien de acuerdo al parte de prensa de Corral, se inclina por las imágenes antes que por las palabras.

De este modo, un día antes del vencimiento del plazo para la presentación de las listas –que operó cuando este semanario estaba siendo impreso- con miras a las Paso provinciales de abril, Cambiemos pudo sellar su unidad forzada y presentar una lista única a la Gobernación.

Las primarias serán, para esa alianza, un primer paso que le servirá de encuesta real sobre su chanches de cara a las elecciones generales de junio. A diferencia de hace cuatro años, cuando tenía al comediante políticamente incorrecto Miguel Del Sel como candidato, y de hace un año, cuando la marca Cambiemos cubrió con votos el desconocimiento público de Albor Cantard, ahora la fuerza que orienta el presidente Mauricio Macri deberá enfrentar un escenario electoral harto complicado como consecuencia de las políticas públicas antipopulares implementadas desde 2016 y con la misma marca pero en la versión que se ofrece en el paseo comercial de calle San Luis de Rosario.

Para intentar dotar de éxito al experimento electoral, era necesario tener a todos dentro del Corral.

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