Río Negro, institución deportiva del oeste rosarino, está pronta a cumplir 80 años de vida. El aterrizaje sorpresivo del helicóptero oficial lo puso en agenda y permitió que su presidente expresara su malestar: “Es un chiste de humor negro, los clubes nunca estuvimos peor que ahora”. Repasamos su historia.

La diagonal Río Negro une a la avenida Provincias Unidas con Mendoza, en el oeste rosarino. En una de sus esquinas había un almacén y allí, hace ya casi 8 décadas, un grupo de vecinos se reunió y decidió fundar un club de fútbol al que bautizaron con el nombre de esa arteria y cuya camiseta tiene justamente una raya diagonal.

“El club se fundó el 6 de septiembre de 1939. Yo tengo 63 años, y desde los 18 que soy dirigente del club”, dice Néstor Bianchi, actual presidente de la institución y referente del deporte amateur en Rosario.

El pasado miércoles, el presidente Mauricio Macri no tuvo mejor idea que aterrizar el helicóptero en el que viajaba en el verde césped de la institución que tanto padece –como muchísimas otras– las tremendas políticas de ajuste y los tarifazos del gobierno nacional. Obvio que para descender en esas instalaciones, los directivos y socios del Río Negro fueron engañados, al mejor estilo Cambiemos en campaña electoral. “Nos llamaron la noche anterior y nos dijeron que iba a haber un simulacro con un aterrizaje de un helicóptero”, reveló el también presidente de la Federación Santafesina de Clubes y secretario de la Asociación Rosarina de Entidades Deportivas Amateurs (Areda), quien en diálogo con el eslabón ensayó las palabras que le hubiera dicho al mandatario si se lo cruzaba en su propio club: “Le preguntaría por qué no tenemos un canal de diálogo ante esta situación”.

Una calle me separa

Unos 20 muchachos reunidos en un almacén del barrio Belgrano y unidos por su pasión por el deporte de la redonda, dieron el paso inicial para la fundación del Club Social y Deportivo Río Negro, creado a la vera de la arteria diagonal que lleva el nombre de la provincia patagónica, según recuerda este experimentado dirigente que lleva toda una vida en ese club que presidió durante 14 años (de 1991 a 2005), hasta que fue nombrado como máxima autoridad de la Federación Santafesina de Clubes. Pero como siempre se vuelve al primer amor, tal reza la letra del conocido tango, en 2012 regresó para quedarse. “Ahora estoy con licencia de la presidencia, pero tengo una comisión joven que está llevando adelante los destinos del club”, resalta Bianchi, que recuerda que en los inicios “sobre todo había fútbol, con distintas agrupaciones que se juntaban en el barrio y competían unos contra otros”.

Foto: Andrés Macera

El próximo paso fue cumplir el sueño de la casa propia, y desde ahí “el club tuvo un derrotero por varios lugares”, rememora Néstor, y sigue: “La droguería El Águila tenía un predio que le prestó al club, y como luego se fundió, seguimos nosotros estando en ese espacio. Hasta que en 1963 pasó la escrituración a nombre de nuestra institución. En el 92 se compra el lugar en el que está hoy el predio de deportes, en la manzana de Pellegrini, Montevideo, Campbell y Barra, que fue adquirida bajo mi presidencia a la Congregación del Colegio Sagrado Corazón”.

En la actualidad, a esta entidad deportiva de barrio que forma parte de la Red de Clubes de Rosario, le dan vida 8 disciplinas, en la que el fútbol sigue siendo la principal, tal como lo soñaron sus fundadores. Pero también cuenta con una hermosa y gigante pileta de natación (climatizada), patín, handball, pelota paleta, básquet, karate, y carrera.

El equipo se ausentó de la Liga Rosarina desde 1977 a 1991. “En esa época teníamos un torneo interno muy importante, para socios. En aquel momento, los únicos tres que había en la ciudad eran el de Provincial, el de la Liga de zona Norte que era de veteranos, y el nuestro, que llegó a tener 60 equipos. En el 91 decidimos cortar con esos torneos para volver a la Rosarina”, detalla el entrevistado.

Viejos conocidos

De las filas del conjunto de la camiseta blanca con una banda negra han surgido jugadores que más adelante brillaron en el profesionalismo. Néstor Bianchi, haciendo uso de una destacada memoria, los enumera: “Juan Simón, que pasó por Newell’s, llegó a la Selección Argentina y a Boca, además del fútbol francés; Víctor Rogelio Condorito Ramos (goleador histórico de la Lepra), Daniel Sperandío (Central y River), Carlos Picerni, José Luis Pavoni, los hermanos Killer”. Y lamenta entre risas que “los derechos de formación antes no existían”.

Además, el histórico dirigente destaca la presencia de “todas las categorías hasta la Primera local” en La Rosarina, y saca a relucir las cargadas vitrinas de la institución: “Tuvimos campeones en natación en los 90, una campeona de patín a nivel provincial y nacional, varios títulos y subcampeonatos en distintas categorías de la Rosarina”.

Y como si fuera poco, cuentan con una presea de los Juegos Paralímpicos, a través de la atleta rosarina Yanina Martínez, especialista en 100 y 200 metros llanos. “Es un orgullo para nosotros tener una medalla olímpica en el club. Yanina ha representado al país y consiguió el oro en Río 2016”, subraya.

Cámara de gas

Desde que Cambiemos puso sus manos en los esquemas tarifarios, las boletas de los servicios fueron asfixiando poco a poco a los clubes de barrio, una de las grandes (y de las tantas) víctimas del modelo económico macrista. “Nosotros veníamos teniendo 1400 socios, pero hubo una merma importante por el pago de cuotas”, reconoce Bianchi.

Es que la tesorería del Río Negro tiene que hacer malabares cada vez que le llega el gas. “La última que pagamos fue superior a los 100 mil pesos”, dice. Y por eso, no es para menos que el aterrizaje del mandatario sea considerado como “un chiste de humor negro” para Néstor, que agrega: “El 20 de febrero, apenas una semana antes, habíamos hecho un evento con más de 200 dirigentes de la ciudad y del interior de la provincia, diputados nacionales y provinciales, la intendenta de Rosario, el ministro de Desarrollo Social de la provincia, el prosecretario de AFA, un miembro de la Confederación Argentina de Clubes que fundamos y somos partícipes, haciendo mención de la gravedad de la crisis que están padeciendo los clubes debido a los tarifazos, en contra del DNU del gobierno nacional que atenta contra el deporte y sus instituciones”.

Como ya se ha explicado en estas páginas, a través del reclamo de la Red de Clubes, Nación mantiene una deuda hace más de un año con respecto al subsidio del gas para estas entidades. “Estamos estudiando presentar un recurso contra el Estado nacional debido a que hay una ley nacional reglamentada vigente (la 27.218 artículo 25) que establece un descuento en las tarifas para entidades sociales sin fines de lucro que no está siendo aplicada por una resolución ministerial firmada por Juan José Aranguren”, el ex ministro de Energía y CEO de Shell, pionero de los tarifazos.

Fue un simulacro

La presencia presidencial en la zona se produjo para anunciar medidas para las pymes, que no conformaron al sector. Luego siguió con la visita en la ciudad a un emprendedor que fabrica y exporta kayaks, cuyo domicilio está cercano al club donde estacionó su helicóptero.

Néstor Raúl Bianchi cuenta que recibieron una llamado “la noche anterior y nos dijeron que iba a haber un simulacro con un aterrizaje de un helicóptero, a las 8 o 9 de la mañana y que nos quedáramos tranquilos porque a lo mejor ni se hacía”. En definitiva, lo que pasó no fue tan distinto a una imitación de suceso real. “Mi hermano trabaja en Radio 2 y  me llamó esa mañana para decirme que estaba Macri en el club y cuando quisimos averiguar algo, el tipo, perdón, el señor presidente –se corrige entre risas el directivo– ya se había ido. Estuvo todo pergeñado para que no tuviéramos ninguna chance de cruzarlo, nadie que lo pudiera interpelar o demostrar la preocupación que padecen los clubes y la sociedad en general con respecto a las políticas económicas que están tomando”.

“Fue una gran sorpresa cuando el muchacho que estaba cortando el césped se encontró con un uniformado, no sé bien si de Gendarmería o de la Federal, anunciando que en minutos iba a bajar un helicóptero con un funcionario, y que abriera el portón para que ingresaran los bomberos y una ambulancia. No entendía nada, pobre, pensaba que era algo del Heca que está ahí cerca. Pero de golpe bajó el presidente sin previo aviso, se reunió con un emprendedor con quien creo que ya tenía pautada dicha visita, y a los 15 minutos se subió al helicóptero y se fue. Por supuesto sin tener contacto con ningún dirigente del club, ningún vecino”, reprocha el secretario de Areda, que sigue con su bronca: “Nos sentimos indignados porque convendría haber tenido la posibilidad de que lo que expresamos el día 20 se lo hubiésemos podido decir personalmente”.

Por último, este hombre se despide con las palabras que hubiese utilizado para enfrentar cara a cara al tipo (o al señor presidente) que produjo “una de las peores crisis para el sector, comparable, o más grave, que la de 2001”: “Le hubiera preguntado por qué no tenemos un canal de diálogo, una apertura para ver de qué forma se puede afrontar esta crisis que están agobiando a las instituciones sin fines de lucro, que además somos la tercera pata de la educación junto a las escuelas y la familia. Por qué no aplica la ley vigente. A lo mejor tenía temor de que le pase como con el obrero que después fue suspendido o echado. La diferencia es que a mí no me hubiera podido echar porque el club es mi casa”.

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