La marcha, de la que también participarán empresarios pymes, será el 4 de abril en reclamo de la protección del empleo y en repudio a los asfixiantes aumentos de precios. Late un paro general.
Los gremios parecen explorar el camino de la unidad contra el modelo económico neoliberal del macrismo, algo parecido a lo que ocurre en el plano político entre los opositores de cara a las elecciones presidenciales de este año. Así, la CGT pareció despabilarse al confirmar que marchará el 4 de abril junto a la CTA de los Trabajadores y el Frente Sindical en reclamo de la protección del empleo, sobre todo en el sector industrial, donde la crisis laboral golpea fuerte, y en contra de la espiral inflacionaria que licua ingresos y dinamita el mercado interno.
La medida de fuerza, que se dio a conocer en la reunión de los gremios para anunciar la inflación de febrero (4 por ciento), tiene varias particularidades. Una de ellas es que la movilización conjunta sindical incluirá a pequeños y medianos empresarios, castigados por las políticas del gobierno nacional.
Otro tinte distintivo de la movida callejera será la “reaparición” de la CGT en la primera línea de fuego. De esta manera, la principal central obrera del país descomprime las presiones para convocar a un paro general. Mientras, los gremios más opositores al gobierno ven en la marcha unificada del 4 de abril la continuidad de un plan de lucha en defensa de los trabajadores, que se irá intensificando al calor de despidos, suspensiones y cierres de empresas.
El arco sindical, que no oculta sus diferencias, busca contagiar al peronismo en el ensayo de la unidad en acción rumbo a los comicios de octubre.
