La mañana de este jueves 21 resultó inusual para cientos de mujeres de toda la ciudad. El despertador sonó más temprano que lo habitual, y mate y abrigo en mano, militantes feministas de diversas agrupaciones se encontraron a las 06 en la puerta del Centro de Justicia Penal (Sarmiento y Rueda). La mañana de este jueves fue también uno de los días más importantes y esperados por Alberto y Alicia, quienes desde septiembre de 2011 no saben dónde está su hija Paula Perassi. Y es que el juicio por la desaparición de la mujer de 34 años comenzó luego de más de siete años de búsqueda de respuestas. El fiscal Donato Trotta solicitó en el alegato de apertura prisión perpetua para los principales acusados por los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada y aborto sin consentimiento seguido de muerte en calidad de coautor y en concurso real.
«Le estoy dando una nueva oportunidad a la Justicia». Alberto Perassi fue claro y conciso con cada uno de los micrófonos que se le acercó a lo largo de la mañana. «Vuelvo a tener fe en la Justicia. Le doy una oportunidad para que esto cambie, porque hasta hace muy poco sólo recibí injusticias», dijo el padre de Paula Perassi en la puerta del Centro de Justicia Penal. Alberto es testigo en la causa y el próximo lunes se sentará ante los jueces para decir «todo lo que tiene para decir». Mientras tanto, él y su esposa se quedan en la puerta haciendo el aguante, acompañando y marcando presencia como llevan haciendo desde hace siete años. En ese sentido, destacó la presencia, tan temprano y en medio de la semana, de tantas mujeres acompañándolo a él y su familia. «Esto es por todas», dijo, señalando el escenario que lo acompañaba. «Venimos a pedir Justicia por Paula y por todas las mujeres víctimas de femicidios. Esto ya no puede seguir así».
Los abogados querellantes, Adrián Ruiz y José Ferrara, también hicieron hincapié en la importancia del movimiento de mujeres en este caso. «Paula Perassi no es un único caso. Ella contó con una familia que no se calló nunca y con que gran parte de la comunidad rompió con los prejuicios sobre las mujeres. Paula durante muchos fue una loquita que se había ido con todos. La comunidad está rompiendo con eso. Hay una gran lucha con este nuevo sujeto histórico que es la mujer y confiamos en ese cambio», sostuvieron antes del comienzo del Juicio.
La convocatoria lanzada por Articulación Feminsta y la Multisectorial Justicia por Paula Perassi logró darle un marco de fuerza y aguante nutrido de la experiencia que vienen dejando los juicios de lesa humanidad en Rosario. La ronda de mates, facturas y abrazos, el calor del sol de la mañana fresca, dieron un tono distinto, lejos de la solemnidad y la tristeza. Estuvieron, además, representantes de distintas fuerzas políticas de la ciudad acompañando a lo largo de la mañana: las concejalas Norma López, Marina Magnani, Fernanda Gigliani, María Eugenia Schmuck, Caren Tepp; los concejales Juan Monteverde y Caren Tepp; y la referente y pre candidata a concejal Sofía Botto.
La presencia de edilas y referentes, pero sobre todo de militantes, logró, en ese sentido, que entren 6 representantes de organizaciones a la sala de audiencias. En un principio, y por reglamento, eran 18 los familiares que acompañaban a los nueve imputados y sólo dos de la familia Perassi. Nada de eso es menor y nada hubiera sido sin la fuerza militante. «Es fundamental que estemos desde el movimiento de mujeres», explicó Romina Marucco, integrante de la Articulación Feminista. «Este caso se trabajó siempre poniendo en cuestión la sexualidad de Paula, se la marcó como una mala víctima. Por eso tenemos que estar. Nosotras entendemos que el Estado debería hacer uso de sus herramienta para que sea un juicio con perspectiva de género y que se piense que se trata de un caso de femicidio y desaparición forzada, un delito de violencia institucional y de lesa humanidad».
El juicio
El tribunal a cargo del Juicio está integrado en la presidencia por Griselda Strólogo (jueza penal de San Lorenzo, ciudad en la que se produjeron los hechos que se juzgarán) y por los vocales Mariel Minetti (jueza penal de Casilda) y Álvaro Campos (juez penal de Cañada de Gómez). La hipótesis de la Fiscalía es que Paula Perassi tenía una relación extramatrimonial con Gabriel Strumia, quedó embarazada, fue secuestrada y falleció cuando fue obligada a abortar. Su cuerpo todavía no apareció.
En el juicio oral y público hay nueve imputados por el supuesto crimen y desaparición de Perassi: cuatro civiles y cinco policías. Los primeros son Gabriel Strumia, ex amante de Paula, su esposa Roxana Michl, su empleado Antonio Díaz y la partera Mirta Rusñisky quienes enfrentan cargos por los delitos de «aborto sin consentimiento seguido de muerte» y «privación ilegítima de la libertad».
Para los policías de la Unidad Regional XVII de San Lorenzo Jorge Enrique Krenz, Aldo Gómez, Gabriel Mario Godoy y Maria Jose Galtelli, el fiscal pidió 16 años de prisión efectiva e inhabilitación especial por 10 años para ejercer cargos públicos. Los agentes fueron acusados por los delitos de encubrimiento por favorecimiento personal, por no denunciar la perpetración de un delito cuando estaba obligado a promover la persecución penal de un delito de esa índole, agravado por su condición de funcionario público, e incumplimiento de los deberes de funcionario publico, por sustracción y destrucción de objetos destinados a servir de prueba ante la autoridad competente y falsedad ideológica de instrumento publico en concurso real, en calidad de autor
El comisario Adolfo Daniel Puyol fue acusado por los delitos encubrimiento por favorecimiento personal y real y por no denunciar la perpetración de un delito cuando estaba obligado a promover la persecución penal de un delito de esa índole, agravado por su condición de funcionario público, e incumplimiento de los deberes de funcionario en concurso real, en calidad de autor. Trotta pidió para él la pena de 6 años de prisión efectiva e inhabilitación especial 10 años de ejercer cargos públicos.
