Junto con Venezuela y Nicaragua, la isla forma parte del Eje del mal (“la troika de la tiranía” en palabras del imperio) que EEUU quiere erradicar, para “eliminar el socialismo del continente”. Se limitarán viajes y remesas y se demandará a empresas que inviertan en ese país

El 4 de marzo, el asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., John Bolton, reflotó la Doctrina Monroe, en la que EE.UU. se autoproclamó “dueño” del continente. Data de 1823 y se le atribuye al mandatario James Monroe. Bolton anunció que su administración busca crear “una coalición lo más amplia posible para reemplazar” al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. “En esta administración no tenemos miedo de usar la frase Doctrina Monroe”. “Este es un país de nuestro hemisferio”, dijo, en referencia a Venezuela, que junto con Cuba y Nicaragua forman, en palabras del Imperio, “la troika de la tiranía”, el Eje del Mal a destruir, “para eliminar el socialismo del continente”.

El 18 de febrero, el presidente de EE.UU, Donald Trump, amenazó a Venezuela con un discurso propio de la Guerra Fría. Instó a los militares venezolanos a dar un golpe para “no perder todo”. Y atacó, además, a Cuba y Nicaragua.

En este marco, en el contexto de una gran embestida imperial contra Venezuela, Nicaragua y Cuba, Bolton anunció el 17 de marzo una serie de medidas contra la isla, con la idea de revertir la política de apertura de Barack Obama. EEUU endurece aún más el bloqueo contra Cuba, el mismo embargo criminal que viene sosteniendo hace más de medio siglo.

La administración estadounidense activará en mayo una norma que permite demandar en tribunales locales a empresas extranjeras presentes en Cuba que gestionan bienes confiscados a los cubanos por la revolución. Se trata de la aplicación del título III de la ley Helms-Burton, de 1996. Además, Bolton anunció que se limitarán los viajes y las remesas a Cuba.

Foto: Andrés Macera

“El Departamento del Tesoro implementará cambios regulatorios para restringir los viajes no familiares a Cuba”, dijo Bolton en un almuerzo en Miami con viejos mercenarios que fracasaron en el intento de invadir Cuba en Playa Girón en 1961. “Estas nuevas medidas ayudarán a quitarle los dólares americanos al régimen cubano”, dijo Bolton.

Los viajes de ciudadanos estadounidenses a Cuba que no tenían por objeto visitar a familiares estaban prohibidos antes de que el anterior presidente, Barack Obama, descongelara las relaciones con La Habana en diciembre de 2014.

Como parte de esta apertura, EEUU permitió a sus ciudadanos hacer viajes a la isla dentro de doce categorías, como por ejemplo contactos culturales o profesionales. Esta medida abrió un abanico de ofertas de cruceros y aerolíneas que comenzaron en este período a hacer viajes a Cuba por primera vez en más de medio siglo.

Bolton dijo que restringiría el turismo no familiar a Cuba para reducir el “turismo velado” que provee fondos al sector de seguridad de la isla.

Las medidas anunciadas contemplan además limitar las transferencias de fondos por ciudadanos estadounidenses a Cuba a mil dólares trimestrales.

Las sanciones se suman a las establecidas el pasado viernes 5 de abril, cuando Washington dictó medidas contra las empresas Ballito Bay Shipping y ProPer In Management —con sede en Monrovia (Liberia) y El Pireo (Grecia), respectivamente— por sus vínculos con el sector petrolero de Venezuela y el transporte de crudo de ese país a Cuba en el buque Despina Andrianna.

Por su parte, el secretario del Tesoro de EE.UU, Steven Mnuchin, responsabilizó a Cuba de ser “una fuerza subyacente que ha nutrido el descenso de Venezuela a la crisis” y aseguró que esas entidades y las embarcaciones que transportan crudo de Venezuela proporcionan “un salvavidas para mantener a flote el régimen ilegítimo de Maduro”.

La asfixia total a través de la ley Helm-Burton

El presidente Clinton firmó y puso en vigor la llamada “Ley de la libertad cubana y solidaridad democrática” el 12 de marzo de 1996, más conocida por los nombres de sus principales promotores, el senador republicano por Carolina del Norte, Jesse Helms, y el representante Demócrata por Illinois Dan Burton. La norma fue el resultado de las presiones de los sectores más conservadores de la sociedad estadounidense.

El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, confirmó que EEUU levantará todas las restricciones existentes a la aplicación del polémico título III de la ley Helms-Burton, cuyo alcance extraterritorial viola la soberanía de terceros países interesados en hacer negocios legítimos con Cuba, informó el sitio cubano Cuba Debate.

“Con efectividad a partir del 2 de mayo, bajo el título III de la Ley Libertad (Helms-Burton), los ciudadanos estadounidenses serán capaces de entablar demandas contra personas que trafiquen con propiedades que fueron confiscadas por el régimen cubano”, señaló Pompeo en la red social Twitter.

“Después de más de 22 años de retrasos, los estadounidenses finalmente tendrán la oportunidad de hacer justicia”, añadió.

La legislación ampara incluso a los estadounidenses que tengan demandas certificadas contra Cuba, aunque no fuesen ciudadanos norteamericanos en el momento de la nacionalización, lo cual va en contra de la práctica internacional.

Según informó Cuba Debate, contrariamente a lo que se asegura, la ley se aplica en su totalidad desde 1996, incluido el título III. Todos los presidentes desde entonces lo que han limitado es la posibilidad de que los tribunales estadounidenses se pronuncien sobre casos al amparo de ese acápite, lo cual se utiliza ahora como método de chantaje y presión por parte de la administración Trump.

“Cualquier persona o compañía haciendo negocios en Cuba debería atender a este anuncio”, dijo Pompeo para indicar que no habrá excepciones contra ningún país o compañía en la aplicación de demandas.

Además de Cuba, los más perjudicados por la aplicación del título III de la ley Helms-Burton son los países europeos, México y Canadá. De hecho, si ese capítulo de la norma no se aplicó hasta ahora fue para evitar una avalancha de demandas en los tribunales estadounidenses por parte de esos países.

El ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, consideró que EEUU y Europa van a “entrar en una fase de extrema litigiosidad” ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por la decisión de Trump de activar parte de la ley Helms-Burton.

En una declaración difundida en Twitter, el Ministerio de Negocios Extranjeros de Portugal advirtió que la decisión de la administración Trump de activar el Título III de la ley Helms-Burton, a partir del próximo 2 de mayo, “refuerza la tensión comercial entre la Unión Europea y los Estados Unidos”, y anunció que seguirá trabajando para impugnar ese paso en el seno de la UE.

Por su parte, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, señaló en Twitter que el pueblo de Cuna no se rinde y que “no acepta leyes que estén fuera de la Constitución”. “En Cuba mandamos los cubanos”, añadió el mandatario.

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