Pierde fuerza la versión oficial sobre el homicidio de Juan Cruz Vitali, un joven de 23 años de Capitán Bermúdez muerto la madrugada de este domingo luego de una persecución policial tras haber evadido un control de tránsito. Familiares y vecinos rechazaron el relato policial.

El hecho, que tomó estado público las primeras horas de la mañana de este domingo, fue “tema” de agenda de este lunes. Las voces de testigos que se escucharon esta jornada describieron el caso como un episodio de violencia institucional. La investigación está en manos de la fiscal de San Lorenzo de turno Melisa Serena.

La versión oficial

De acuerdo al parte oficial, el joven que había salido alrededor de las 5 de la mañana de un boliche, en auto con su novia, habría eludido un control de tránsito, tras el cual los policías lo persiguieron a lo largo varias cuadras «mientras el joven no acataba la voz de alto», hasta dar con él en un domicilio donde habría muerto «accidentalmente».

El subjefe de la Unidad Regional XVII, Gustavo Rapuzzi señaló en distintas declaraciones a la prensa que Juan Cruz conducía el Volkswagen Fox, embistió a un auto que estaba detenido por el control de tránsito, e inmediatamente se habría dado a la fuga, lo que según el uniformado inició la persecución. El policía admitió que hubo disparos antes y después de la carrera, pero aseguró que fueron apuntados a las ruedas para detener la marcha del vehículo.

Rapuzzi agregó que al bajar en Montevideo el 400 (lugar del homicidio), el joven habría trabado en lucha con los agentes y recibido el impacto de bala durante un forcejeo con uno de los policías.

Testimonios que refutan la versión oficial

En un relato de los hechos reconstruido con distintas voces, el periodista del diario La Capital, Claudio Berón, publicó este lunes que luego de la persecución por las calles de Capitán Bermúdez, los ocupantes del patrullero alcanzaron a Juan Cruz cuando entraba a la casa de sus tíos.

“Tres uniformados bajaron de una camioneta policial, se metieron en la vivienda y en un hecho confuso lo mataron de un balazo a la altura de la nuca. El jefe de la Agrupación Cuerpos de la Unidad Regional XVII con asiento en San Lorenzo, identificado como Sergio D. F., quedó detenido sospechado de haber sido el tirador”, escribió Berón.

Una de las voces discordantes con el relato policial es de un vecino entrevistado por el cronista de La Capital. «Estábamos en la puerta y vimos que Juan llegaba a la casa de su tía. Venía con una chica con la que salía no hacía mucho. Estacionó el auto y bajó solo, la piba se quedó en el auto. Cinco segundos después bajaron tres policías de una chata. Pero no hubo pelea ni nada. Uno tenía el arma en la mano y después, ahí al toque, escuchamos los dos tiros», contó a Berón un testigo que estaba en la misma calle donde ocurrió el hecho durante la madrugada.

«Eran cerca de las 5 y yo estaba durmiendo. De pronto escuché dos tiros y cuando me asomé vi que dentro de la casa, en la zona del jardín, había tres policías. Les pregunté qué hacían adentro y uno contestó que estaban persiguiendo a un muchacho que se había fugado y que quería entrar a la casa”, dijo por otra parte Jorge, un tío de Juan Cruz. Y añadió: “Miré hacia una de las puertas de ingreso y vi un cuerpo al que le salía mucha sangre de los oídos y de la cabeza».

El hombre descartó que haya habido un forcejeo y denunció que los policías no llamaron a una ambulancia sino que cargaron el cuerpo de su sobrino “como una bolsa de papas, lo tiraron en la parte de atrás de la chata” y “no dejaron a ningún familiar que los acompañe”.

Uno de los relatos clave que se escuchó la jornada de este lunes es el de Florencia Vallina, la joven de 21 años que iba en el auto junto a Juan Cruz, una testigo clave. “Le dispararon cuando estaba por entrar. No tuvo posibilidad de defenderse. En ningún momento hubo forcejeo”, señaló.

“Estaba en el auto con él. Salimos del boliche 5.30 para evitar el tránsito. Íbamos hablando, jodiendo. Chocó un cono y aceleró del susto y dobló por la cuadra. Ahí nos impactó una chata de la policía y otro patrullero se pone adelante. Se bajaron, no dieron la voz de alto y nos tiraron tiros. No eran balas de goma. Eran tiros”, contó la joven en Radio 2 de Rosario y otros medios regionales.

“Del susto comenzó a chocar la chata que tenía adelante, dio la vuelta y retomó la avenida. Después dobló por Celedonio Escalada hasta Montevideo, donde vive el tío. Cuando llegamos, se bajó y empezó a gritar «A ella no, a ella no». A mí me agarraron contra el auto. Yo gritaba. Se escuchaban ruidos. Pensé que le pegaban, jamás pensé que le iban a pegar un tiro”, agregó Florencia.

Según el relato de la joven, cuando ella llegó al lado de su novio, Juan Cruz ya “estaba desplomado boca arriba”. “Ya estaba muerto ahí. En ningún momento llamaron a una ambulancia, lo cargaron como un perro y se lo llevaron. No nos dejaron subir a ningún lado. Solo lo llevaron ellos. Nos decían que él estaba bien”, indicó.

Para la familia de Juan Cruz se trata de un caso de violencia institucional. “Es un hecho de gatillo fácil. Cuando el quiere evadir el control policial empieza la persecución. En una esquina le tiraron siete balazos, en la parte de atrás tiene cuatro más”, dijo su tío Diego en declaraciones a Canal 3. “Lo venían baleando. Lo acribillaron”, agregó.

“Quiero que esto se esclarezca, quiero que el que las hizo las pague dijo la madre de Juan Cruz en una entrevista con Radio Máxima de Capitán Bermúdez.

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