El gobierno de Andrés Manuel López Obrador sigue implementando medidas en busca de memoria, verdad y justicia tras años de terrorismo de Estado en democracia. Desde el 1º de diciembre al 13 de mayo se han ubicado 81 sitios con 222 fosas clandestinas y 337 cuerpos.

En el contexto de una América Latina en disputa, y ante una nueva embestida de EEUU, decidido a reposicionarse en el continente como única potencia hegemónica dominante, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), sigue sumando medidas concretas que lo ubican como una alternativa a la ola de derecha vigente en parte de la región. Los desafíos que enfrenta el mandatario son muchos y enormes.

Tras décadas de políticas conservadoras que arrasaron con los derechos de las mayorías, profundizaron las brechas sociales y naturalizaron la aplicación del terrorismo de Estado en democracia, está aplicando políticas que buscan memoria, verdad y justicia.  

El nuevo gobierno de México comenzó a buscar fosas clandestinas. Y a publicar los resultados de esas búsquedas. “Desde el 1º de diciembre al 13 de mayo se han ubicado 81 sitios con 222 fosas clandestinas y 337 cuerpos”, dijo el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas, en una conferencia de prensa en el Palacio Nacional, al tiempo que denunció que esa información venía siendo sistemáticamente ocultada y minimizada por los gobiernos anteriores.

Desde ahora, el gobierno publicará los registros de cuerpos y tumbas cada 15 días. Existen centenares de fosas que fueron encontradas este año y que luego se reutilizaron. En este sentido, el funcionario explicó que “se está usando un modus operandi cada vez más elaborado”.

En los datos propios que han obtenido en estos cinco meses y medios de administración, los Estados con más sitios, fosas y cuerpos son Colima, Tabasco, Sonora, Zacatecas, Guerrero, Jalisco y Veracruz. “Son datos con gran movilidad y dinamismo, están en proceso las tareas de exhumación”, agregó el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración.

El Registro Nacional de Fosas se elabora con información de la Comisión Nacional de Búsqueda, de la Fiscalía General y fiscalías estatales, y datos aportados por familiares de víctimas, que son los que nunca dejaron de buscar, luchar y militar contra la indiferencia, la desidia y la corrupción de los sucesivos gobiernos.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) contabilizó, entre 2007 y 2016, 855 fosas y 1548 cadáveres. Asimismo, un informe del Laboratorio de Investigación e Innovación Periodística, El Quinto Elemento, señaló que de 2006 al 2016 se descubrieron 2 mil fosas en México. México acumula más de 40 mil desaparecidos, 26 mil cuerpos sin identificar en morgues y 1.300 fosas clandestinas.

“En todos aquellos lugares donde recibimos denuncias anónimas o abiertas o tenemos indicio de que existe la posibilidad de una fosa, vamos a ir directamente”, indicó Encinas.

El funcionario se comprometió a profundizar la colaboración con organismos internacionales, mejorar tanto el sistema de registro y búsqueda como de atención a los familiares, y criticó el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas por presentar información no confiable.

La búsqueda de memoria, verdad y justicia es una política prioritaria en el gobierno de AMLO. El 24 de marzo se anunció la reinstalación del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas, días después de crear la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas. “Es la herencia de una política equivocada y fracasada para enfrentar la violencia en el país”, afirmó este martes 14 el mandatario, al tiempo que calificó la situación como “dolorosa” y reiteró su compromiso de informar sobre las fosas clandestinas.

“No se puede de la noche a la mañana terminar con esta herencia de inseguridad y de violencia”, señaló AMLO en referencia a los años en que se aplicaron recetas para luchar contra la inseguridad y el narcotráfico que solo generaron más violencia.

Como parte de su plan de pacificación, AMLO creó la Guardia Nacional, una nueva fuerza de seguridad que intenta terminar de renovar el área y que está formada por policías, navales y militares. Además, el nuevo gobierno está intentando ir a fondo con las causas de la violencia, como la adicción a las drogas, pero con un enfoque diferente, más basado en la prevención que en la represión.

Sobre este punto, el portavoz de Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, anunció el lanzamiento de una campaña llamada “Escuchemos primero”, para desalentar el consumo de drogas por parte de los jóvenes. Esta iniciativa, de la que participarán referentes de la cultura, deportistas y artistas, tiene como objetivo cambiar completamente la narrativa y los prejuicios construidos a partir de la guerra contra el narcotráfico impulsada por los gobiernos anteriores.

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