Ante el aumento del transporte urbano de pasajeros anunciado por la intendenta Mónica Fein, ediles de distintos bloques reclaman por su derecho a intervenir en la discusión.
Para el bolsillo del caballero y la cartera de la dama, desde este domingo el boleto costará 27,50 pesos. Con este aumento el Ejecutivo busca que la tarifa suba todos los peldaños posibles que la separan de los 36,11 pesos, que dio el estudio de costo. El tema insumió horas de discusión, varios titulares y declaraciones encontradas entre quienes se consideran actores en el asunto. Entre estos últimos, los ediles reclamaron su derecho a volver a terciar en el asunto ya que una disposición que también salió del Cuerpo, depositó esa prerrogativa en el Palacio de los Leones.
“Para evitar un fuerte impacto en el bolsillo de los usuarios del transporte, la Municipalidad decidió aplicar un incremento del 18,7 por ciento (esto es medio punto menos que la inflación registrada en lo que va del año, que es del 19,2 por ciento). Así se presentó la intendencia el aumento para recordar que de aplicar al pie de la letra la potestad que le fue conferida, el incremento podría llegar al 90 por ciento de los 36.11 pesos. Así que a no chistar porque se hizo precio.
Los que sí chistaron fueron los ediles de la oposición que no dejaron pasar por alto aquel momento, para ellos aciago, en que el Concejo perdió la potestad de discutir el costo del boleto del Transporte Público de Pasajeros (TUP) y la cedió al Ejecutivo con algunos andariveles, por ejemplo, la relación que debía conservar con la evolución de los salarios. Esta disposición fue modificada en el recinto con los votos del oficialismo y Cambiemos habilitando aumentos semestrales de hasta el 90 por ciento del estudio de costos.
“Vamos a pedir a la intendenta Mónica Fein, que no haga uso de la potestad que tiene para aumentar el boleto y envíe la discusión al Concejo, porque hay una serie de elementos que si no en el corto, sí en el mediano plazo, a considerar en el sistema de transporte”, dijo a El Eslabón el concejal Eduardo Toniolli. La declaración presidió a los nuevos datos del Observatorio que monitorea el sistema.
“El estudio de costo que acaba de aprobar la Municipalidad, señala que entre abril de 2018 y el mismo mes de 2019, se cortaron 102 millones de boletos, si tenemos en cuenta que en 2015, fueron 125 millones, estamos ante una caída del 25 por ciento de usuarios en tres años, con un aumento del 378 por ciento desde noviembre de ese año a la fecha”, detalló el edil periodista. ¿Cuántos boletos se podía comprar con un salario mínimo entonces y ahora? 972 y 424, respectivamente. Claro, con esas relaciones es difícil mantener el humor social que podría cambiar a partir de diciembre.
¿Cómo? Eso justamente forma parte de los temas que pedía incluir Toniolli en la decisión. “Las propuestas que anunció en la campaña el gobernador electo, Omar Perotti, como boleto educativo gratuito para estudiantes y adultos mayores y medio boleto para trabajadores que cobren menos de dos salarios mínimos”, enumeró. Y consideró que esto significará una inyección vitamínica para el sistema por parte del Estado Provincial.
“Eventualmente para estos meses si hubiera que discutir recursos para el sistema del transporte, que sea en el Concejo, convocando a la Provincia que está poniendo poco y nada, a la Nación que se ha desentendido de los subsidios, y buscar recursos en otros actores de la vida económica y no en el bolsillo de los usuarios”, propuso el concejal. Pero desde un universo paralelo a estas declaraciones, se conocía el nuevo precio del boleto.
“La intendenta decidió aumentar el boleto de colectivo en vez de utilizar los fondos que le autorizó el Concejo a fines del año pasado”, dijo a su vez, la edila de Cambiemos, Renata Ghilotti, que representa al Cuerpo en el Ente de la Movilidad. Además, no aprobó el estudio de costo que la entidad dio a conocer el jueves 27, varios meses después “de inacción, generando un gran malestar en todo el arco opositor”, enfatizó.
Una larga jornada
El jueves llevaba la mitad de sus horas de actividad y el costo del boleto había pasado por etapas de críticas, demandas y sugerencias. El devenir fue en vano. Antes de finalizar el día, los rosarinos ya sabían que el sábado a la noche deberían controlar el saldo de sus tarjetas porque el domingo lo esperaba un nuevo aumento del boleto. Uno entre tantos que debe afronta el bolsillo anémico de los trabajadores. ¿Y quienes deben salir a buscar trabajo que ni siquiera tiene bolsillos?
Pero si algo no faltó esa jornada fueron opiniones. “Es una forma de desalentar el uso de transporte público porque cada vez menos gente va a subir al colectivo”, dijo la concejala Marina Magnani (Unidad Ciudadana). Y añadió que el aumento resulta “muy grave sobre todo para las familias trabajadoras que quizás no tienen otra opción de transporte, así como para los estudiantes ya que hemos detectado en estos últimos meses, que dejan sus estudios porque no pueden pagar el transporte”, comentó. Y dijo que estas cuestiones no se están considerando por lo que “el impacto social de la medidas será muy grave, la intendenta en sus últimos meses hace lo que siempre hizo, descargar el ajuste sobre los sectores trabajadores y menos pudientes en lugar de pensar un transporte urbano que el Estado sostenga en función de las necesidades”.
Para el concejal Gabriel Chumpitaz, electo diputado por Cambiemos, se trata de un tema que “hace tiempo se viene tratando en Comisiones, creo que antes que el aumento hay que discutir la calidad del servicio, desde que llegué al Concejo vengo diciendo que es muy malo y que el Municipio no se encargó de mejorarlo y lo único que se discute es el aumento del boleto”.
“Me llama la atención la opinión del concejal del PRO, porque en este Concejo hoy no se está discutiendo el aumento del boleto gracias a un acuerdo entre el Frente Progresista Cívico y Social y Cambiemos que le otorgó a la intendenta Mónica Fein la potestad de aumentar la tarifa”, dijo la edila María Fernanda Gigliani de Iniciativa Popular. “Nos han retirado una de las pocas cuestiones que debatíamos que era esa tarifa, en una nueva composición del Cuerpo deberíamos retrotraer esa potestad”, añadió.
“(Pablo) Javkin debería decir hoy cómo se hará cargo de esta situación, así de corta, siempre hacen lo mismo con el boleto, dos semanas después de las elecciones meten el aumento, la verdad que me parece una vergüenza total”, leyó políticamente Juan Monteverde, de Ciudad Futura, que concluye mandato en diciembre y compitió por la intendencia.
Para la radical María Eugenia Schmuck, “el boleto es muy difícil mientras no tengamos una posibilidad de sostenerlo, la Nación recortó 1.500 millones de pesos, hay que buscar otras alternativas para que quede siempre en el usuario la responsabilidad, hay que subir más gente al colectivo, hay que pensar formas para lograr eso”.
“Recién hoy conoceremos la fórmula del nuevo costo”, dijo la concejala de Cambiemos, Germana Figueroa Casas. Y enumeró una serie de ítems que no debería pasar por alto al fijar un nuevo costo: biocombustible al 50 por ciento de la flota lo que puede implicar ahorro, además de ver cómo impactó el nuevo porcentaje del Derecho Registro Público e Inspección (DREI) a los Bancos, entre otros, argumentó para pedir “información y transparencia”.
Además de este pedido, el domingo habrá otros, pero serán de socorro, cuando los usuarios comprueben que ir y volver del trabajo costará 55 pesos por jornada. O 275 por cinco días laborales o 1.100 mensuales para un solo miembro de la familia. Tal vez en esos momentos alguien haga la pregunta existencial ¿y en qué nos ayuda que el dólar esté planchado? La respuesta será como un rayo que no cesa: absolutamente en nada.