CFK presentó –una vez más ante una multitud– su libro Sinceramente. Esta vez la cita fue en Río Gallegos, en su provincia adoptiva, donde fustigó al Gobierno, advirtió al FMI, y dijo: “Lo normal es que haya trabajo y educación”.

Es inocultable que Cristina Fernández de Kirchner eligió hacer campaña presentando su libro frente a audiencias multitudinarias y en el marco de una relación afectiva que excede a la política. Tal vez haya sentido o entendido que tanto ella como un segmento muy grande del pueblo están necesitando mutuas caricias, que de todos modos no dejan de lado a la política.

Durante la ceremonia, porque las presentaciones tiene ese tono y esa característica de ida y vuelta, no se esquivó la crítica al desastre económico y social que vienen perpetrando Mauricio Macri y sus cómplices.

Cristina tampoco se privó de atender con suculentos golpes de memoria al FMI, al que advirtió con sutileza que así como se tomó licencias para pasar por alto su propio estatuto para salvar al gobierno de Cambiemos, y que tendrá que aceptar el lugar que tiene Argentina en el mundo, que no es el de una “republiqueta bananera”.

Las frases y expresiones más relevantes de la presentación que, como siempre, contó con la compañía del escritor y periodista Marcelo Figueras.

  • CFK recordó que la actriz Melisa Hermida, la nueva cara de la campaña publicitaria del Banco Galicia y reemplazante de Paola Barrientos, publicó en Twitter que ella también adhería al kirchnerismo, y se indignó: “Se lanzaron contra ella trolls del Gobierno, pagados por todos los argentinos y la chica tuvo que bajar el tuiteo”. Y remató: “El Galicia hacía avisos de créditos para viajes y autos y ahora para financiar el pago de sueldos”.

  • “¿Por qué alguien no puede decir en las redes lo que cree?”.
  • “Probamos que se puede vivir sin el monitoreo del FMI, les pagamos y a los privados les hicimos una quita histórica. “Había problemas en 2015, pero estos los agravaron exponencialmente”.
  • “Tengo experiencia de campañas. En 1983 hubo promesas que no se cumplieron, pero no eran mentiras. Alfonsín decía que con la democracia se come, se cura y se educa, intentó hacerlo, no mintió. Estos mintieron desde el primer día”.

  • “Dicen ser capitalistas y nadie puede consumir, ni viajar, ni ir al supermercado. Soy más capitalista que ellos. No me jodan más con eso, conmigo había capitalismo”.
  • “Hay gente que prefiere seguir sin llegar a fin de mes antes que vuelvan los peronistas. Yo les digo que si no les gusta la política, que piensen en sus hijos”.
  • “No es que intentaron hacer eso o les salió mal. Hicieron lo que hicieron desde el primer día”.
  • Planteó que se vive una “campaña sucia y violenta”, que está “preocupada” por ello, que “las cosas no son casualidad, son objeto de planificación. Ya no pueden hacer promesas”.

 

  • Sugirió ver el video de Macri en Córdoba con un cuarteto de fondo con letras que refieren a las mentiras: “El subconsciente aflora y te traiciona, es imperdible. La letra parece hecha para ellos. Macri es inteligente y es el único que se da cuenta, los otros siguen bailando”.
  • Recordó también cuando en abril de 2017 fue atacada en Santa Cruz cuando estaba con su hija y su nieta y un grupo atacó la residencia gubernamental. “Adentro solamente habíamos cinco mujeres y nos tiraban piedras durante horas. Tuve que hacer un video para mostrar eso y luego de eso el gobierno repudió el ataque”.
  • Dijo sentirse “en el podio de la campaña sucia”, pero que eso pasa a ser “anecdótico” cuando se lo compara con “la pobreza y los que se mueren de frío en las calles”.
  • Respecto del ataque a sindicalistas y gremios, ponderó: “Nos quieren convencer de que el problema son los sindicatos y los políticos: el problema es la economía. En dictadura no había política ni sindicalismo”.
  • “La deuda no era un condicionante en diciembre de 2015. ¿Cómo es que en tres años y medio ya hay una deuda de 57 mil millones de dólares con el Fondo… había inflación, puja distributiva, pero la gente podía ir al supermercado. ¿Adónde fue el dinero que ingresaron? ¿A quién se lo van a cobrar, a los cartoneros de Juan Grabois? Los que se llevaron ese dinero son los que tienen que responder”.
  • “Alberto tomó contacto con el Fondo en la campaña de 2003, por pedido de Néstor. Era la época en que decíamos que para pagar había que crecer, que los muertos no pagan, y eso se los transmitió Alberto en ese momento”.
  • Poniendo énfasis en que el organismo “permitió hacer cosas que el propio FMI no permite en su carta orgánica y permitió la fuga de capitales”, advirtió que al tema de la deuda hay que “verlo en función de nuestro lugar en la comunidad internacional. Y disparó: “No somos una republiqueta bananera”.
  • Recordó que Raúl Alfonsín hizo la Conadep y eso ayudó a derrotar al golpismo. Y trazó un paralelo: “Vamos a tener que ver qué pasó con esa plata, hay que poner un corte”.
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