El Sindicato de Prensa y los trabajadores y trabajadoras de LT3 consiguieron postergar el desalojo de la emisora por 60 días. Se mudarán a un inmueble cedido por Luz y Fuerza. Solidaridad de clase, defección empresaria y organización colectiva.  

El Sindicato de Prensa Rosario (SPR) logró, con esfuerzo propio y la solidaridad de otras organizaciones sindicales, postergar el inminente desalojo del edificio de la radio AM 680, conocida como LT3 o radio cerealista, una de las más antiguas del país. Con ese objetivo consiguió un nuevo inmueble para el funcionamiento del medio de comunicación que emplea a unos 40 trabajadores y trabajadoras, que fue cedido en comodato por el sindicato de Luz y Fuerza local.

En menos de 60 días la emisora comenzará a transmitir desde las instalaciones que albergaron al viejo Bar Olimpo, en Mendoza y Corrientes, y dejará de tener sobre su testa la presión de la discontinuidad por falta de casa. La pata empresarial que administra la radio aún permanece en rehabilitación y mantiene una cuantiosa deuda con organismos estatales, con la propia entidad gremial y sus empleados y empleadas. 

Una madeja

La sentencia de desalojo era clara, como suelen ser esos papeles burocráticos: el 8 de agosto de 2019 se ejecutaba el desalojo –que en la jerga judicial también se denomina con el más expresivo “lanzamiento”- del inmueble ubicado en Balcarce 840. La había firmado el juez Daniel González, del Juzgado de Circuito de la Primera Nominación, y la debía ejecutar la oficial de justicia Noemí Whurrman.

La historia previa es larga y compleja, pero en resumidas cuentas lo que ocurrió fue que cuando en 1999 los dueños de LT3, los hermanos Gluck, decidieron sumar su medio a la constitución del Multimedios La Capital –liderado entonces por los empresarios mendocinos Daniel Vila y José Luis Manzano- además de la emisora incorporaron el edificio como parte del acuerdo. Su participación accionaria fue equivalente a esos activos.

Las desavenencias propias del grupo liderado por Vila y Manzano, producida por una invariable tendencia a la holgazanería a la hora de pagar las cuotas de la compra del diario La Capital a su antiguo dueño, Carlos María Bocha Lagos, parieron en un momento de la tortuosa relación un acuerdo por el cual los mendocinos cancelaban parte de su mora con el inmueble donde funciona LT3.

Cuando la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual entró en vigencia, sus artículos antimonopólicos obligaron al Multimedios La Capital a desprenderse de una AM, puesto que también tenía en su poder LT8.

Así, en 2013 LT3 pasó a manos de los hermanos Guillermo y Fernando Whpei, dueños de una empresa de servicios financieros y sin experiencia en los medios, a través de la sociedad Rosario Difusión SA. Alquilaron el local de la radio al Bocha Lagos, pero no previeron su pago en tiempo y forma, lo que desembocó en una demanda de desalojo.

Los Whpei ¿dejaron? la radio cuatro años más tarde al ceder su gerenciamiento a la sociedad Vórtice Productora Multimedios, entonces presidida por César Andrés Giancrisostemi, un empresario de la zona de Figheras y Arroyo Seco, también proveniente de otro sector de los negocios. Según el Boletín Oficial de Santa Fe, ahora el director de Vórtice y el de Rosario Difusión es la misma persona: Gustavo Adrián Giuntini. Pero, en rigor, no se trata de un hombre de negocios sino de un fronting de quien está a cargo de la administración de la emisora.

Conocer quién es el verdadero propietario de la radio no es tarea sencilla, más allá de los papeles oficiales. Se trata de una madeja difícil de desentrañar, pero en la continuidad de la radio en casa nueva radica lo trascendente del conflicto que atraviesan sus trabajadores y trabajadoras desde hace casi un lustro.

Los hermanos Whpei se desentendieron de la suerte de la radio, mientras apuntaron sus negocios de medios al sur del país mediante la adquisición del diario El Cordillerano de Bariloche, una radio, el portal AN Roca y el periódico Noticias de la Costa de Viedma, todos en Río Negro. En el medio, perdieron la licencia de la histórica radio porteña Rivadavia, la aventura mediática porteña de los prestamistas.

Lo urgente 

Independientemente de los opacos manejos empresariales, la urgencia para los trabajadores y las trabajadoras de la radio –que en muchas ocasiones hicieron público el conflicto con el SPR para solicitar el pago de salarios- hizo foco en el inmueble de la emisora. Sin techo no hay transmisión ni continuidad laboral.

Con la soga al cuello, el sindicato consiguió destrabar el largo conflicto judicial por el edificio de la radio ofreciendo para la mudanza el inmueble del viejo Bar Olimpo, que está en manos del sindicato de Luz y Fuerza de Rosario.

Edgardo Carmona, secretario general del SPR, habló con Alberto Botto, su par de Luz y Fuerza. “No quiero que 50 familias se queden en la calle”, dijo el líder lucifuercista y entre ambos acordaron que la radio se mude a Corrientes y Mendoza, mediante un comodato. “Hay que reconocer la solidaridad de Luz y Fuerza y la pelea de los compañeros que vienen sosteniendo un medio de comunicación”, dijo Carmona a El Eslabón.

“No solo como prioridad laboral –continuó el dirigente de prensa- sino como un medio más para asegurar la pluralidad de voces en Rosario en el marco de una fenomenal concentración”.

Uno de los delegados gremiales de LT3, Marcelo Maricich, consideró que “es positiva” la mudanza porque abre “una la lucecita de esperanza”. “Podemos sostener la radio, la pluralidad de voces, y eso es gracias al esfuerzo de los más de 40 trabajadores que tiene la radio”, añadió.

Gracias totales

A través de un comunicado, el SPR agradeció al juez Daniel González, a la secretaria Gabriela Kabichian y a la oficial de justicia Noemí Whurrman.

“Fueron quienes permitieron y alentaron instancias de diálogo ante el desalojo y a la buena voluntad de los demandantes que acordaron una prórroga de dos meses para hacer una mudanza en orden y sin cortar la transmisión”, explicó la organización gremial.

Las partes arribaron a un acuerdo de prórroga del desalojo por 60 días, que también fue rubricado por los abogados de Lagos. Esta semana, en tanto, Botto firmó con Rosario Difusión el comodato del inmueble que es propiedad del sindicato.

El Sindicato de Prensa también agradeció a “Alberto Botto, secretario general del Sindicato de Luz y Fuerza y a su Comisión Directiva facilitarnos el local del antiguo Bar Olimpo, adonde iremos con nuestras voces y equipos”.

Por último, recordó “a todas las organizaciones de la sociedad, desde nuestra CTA de los Trabajadores, el Movimiento Sindical Rosarino (MSR), la CGT, el Movimiento Obrero Santafesino (MOS) –a los gremios que la integran–; a la Universidad Nacional de Rosario (UNR), a los partidos y agrupaciones políticas, a estudiantiles, a organizaciones de derechos humanos, a las instituciones oficiales del gobierno santafesino, la Municipalidad de Rosario, la Legislatura y el Concejo Municipal”.

La pelea de las y los trabajadores de la radio y del SPR por la continuidad de la emisora no es, justamente, el arribo al Olimpo. Sí constituye un paso imprescindible en la larga lucha emprendida por los laburantes hace casi cinco años, cuando decidieron hacerse cargo no sólo de su tarea sino también de administrar la radio más antigua del país para garantizar el acceso a la información, la multiplicidad de puntos de vistas y mantener sus puestos laborales.

Los problemas no concluyeron para el colectivo de la emisora –cuyos administradores mantienen una enorme deuda con su personal y con organismos públicos y privados- pero les abre una vía de esperanza hacia un futuro menos gravoso que el pasado que con inteligencia y valentía atravesaron.

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