En medio de un tembladeral económico y financiero, el Consejo del Salario no pudo acordar el nuevo salario mínimo, que el gobierno de Mauricio Macri fijará por decreto en 16.875 pesos, cuando la canasta básica supera los 31 mil.
Pero para llegar a esa cifra exigua, habrá que esperar, porque la suba llegará a los bolsillos de los trabajadores en tres cuotas: 12 por ciento en agosto, 13 por ciento en septiembre y 10 por ciento en octubre.
En la sesión plenaria de este viernes participaron representantes del gobierno nacional, empresarios y organizaciones sindicales, mientras afuera de la sede de la Secretaría de Trabajo se desarrollaba una masiva manifestación en reclamo de que la suba contemple la inflación galopante que el Gobierno no puede controlar.
El dirigente del gremio telefónico Claudio Marín, de la CTA, precisó a l agencia oficial de noticias Télam que “no hubo acuerdo” entre los sindicalistas y los empresarios, y ratificó que el salario mínimo será fijado de forma unilateral a través del llamado laudo por el ministro de Producción y secretario de Trabajo Dante Sica.
Inmediatamente trascendió que la cifra que tenía en carpeta el gobierno de Macri, que no realizó esfuerzo alguno por lograr que el empresariado ofreciera algo más que negativas al reclamo del movimiento obrero, es de poco más de la mitad de la canasta básica que una familia tiene que afrontar, que en agosto llegó a 31.148 pesos.
De tal modo que el salario mínimo, vital y móvil quedará fijado por decreto del Poder Ejecutivo en 16.875 pesos, cuando la Confederación General del Trabajo (CGT) y las dos líneas de la CTA habían anticipado que su reclamo era elevar el mínimo de los actuales 12.500 pesos, establecidos en agosto del año pasado, a 31.148, precisamente para que coincida con la Canasta Básica Total de junio, que el Indec consideró como el piso para no ser pobre en la Argentina.
