“Con hambre no se puede enseñar ni aprender”. Con esa consigna este miércoles la docencia de todo el país protagonizará, desde las 10, una jornada frente al Cabildo (en Ciudad de Buenos Aires). Será en el Día de la Maestra y el Maestro con actividades culturales, recreativas y artísticas en la que también se sumarán chicas, chicos y familias, con la meta de denunciar la pobreza creciente y reclamar por la emergencia alimentaria. “La tarea de enseñar y pensar un futuro mejor tienen que estar unidas a nuestro trabajo”, expresó la secretaria general de Ctera y Amsafé provincial, Sonia Alesso.
La decisión de convertir el Día de la Maestra y del Maestro en una jornada nacional de lucha contra el hambre la compartió Sonia Alesso el viernes pasado en Rosario. Fue en una charla sobre “Niñez en los movimientos sociales y la infancia como sujeto político”, en la que participaron además dos prestigiosas educadoras: Patricia Redondo y Ligia Aquino (de la Universidad estatal de Río de Janeiro, Brasil).
Alesso enmarcó el encuentro en la pobreza que padecen las familias argentinas, y en particular las infancias: “Hablar de infancias cuando el 50 por ciento de las pibas y los pibes de la Argentina son pobres, cuando en una misma semana aumentó en un 30 por ciento la asistencia a los comedores es hablar de un tema que es parte de nuestra lucha en los sindicatos”.
“Deseamos infancias más felices”, expresó Sonia Alesso para marcar el rumbo, el horizonte que el magisterio pone en esta pelea colectiva. Repasó entonces la movida para exigir que se apruebe una ley de emergencia alimentaria. “La tarea de enseñar y pensar un futuro mejor tienen que estar unidas a nuestro trabajo”, puntualizó Alesso.
La dirigente del magisterio llamó a revalorizar el oficio docente, que decididamente tiene que ver “con pensar con lo que les pasa a nuestras pibas y pibes”. “Una lucha –continuó- que siempre tenemos que vincular en la escuela con las familias y la comunidad, porque es una lucha que piensa en la dignidad de nuestras niñas y niños”.
