Sonia Gómez, madre de Federico Gómez –el joven que conducía el auto en el que fallecieron Emiliano Cáceres y Facundo Aguirre– y que se desempeñaba como policía al momento del siniestro, fue acusada de ocultar y adulterar evidencias tras el hecho y recibirá una sanción económica, según anunciaron este martes familiares de las víctimas en una conferencia de prensa realizada en el Concejo Municipal.

Valeria Stortoz y Fabiana Ferreyra –mamás de Emi y Faku– junto a familiares y amigos realizaron este martes una rueda de prensa en la que dieron a conocer las sanciones aplicadas sobre la oficial de policía Sonia Gómez.

Desde el Ministerio de Seguridad se comprobó la existencia de una falta grave en el área administrativa por lo que se amplió la suspensión que pesaba sobre Gómez con inicio el 18 de agosto de 2018 a la fecha del hecho, 22 de febrero de 2014. De esta forma se materializó desde entonces la no devolución de haberes que le fueran retenidos durante el período en que la oficial revistió el estado de disponibilidad.

“Es cerrar una etapa muy dolorosa, muy larga, habiendo saldado la deuda que teníamos para con nuestros hijos. Esto demuestra que decíamos la verdad, que Sonia Gómez es culpable de los delitos de los que se la acusó en un primer momento y es culpable de lo que hizo ese día que le quitaron la vida a nuestros hijos”, coincidieron Fabiana y Valeria.

Durante la conferencia realizada en en el Salón de los Acuerdos del Concejo Municipal, las ambas mujeres estuvieron acompañados por la concejala María Eugenia Schmuck, representantes del Centro Único de Atención a Víctimas y del Ministerio de Seguridad provincial. 

“La existencia de una sanción por parte del Estado tiene una implicancia sustancial hacia la restitución de derechos de los familiares de las víctimas, quienes a lo largo de estos años han transformado el dolor el lucha y son actualmente grandes referentes de la seguridad vial y el alcohol cero al volante”, expresó la edil radical.

Gómez fue condenada en primera instancia judicial y absuelta en segunda instancia por el beneficio de la duda. Había sido imputada por violar las restricciones perimetrales de no acceder a la zona del siniestro sin autorización, estar dentro de esa área restringida, haberse apoderado del automóvil siniestrado, de dos botellas de cerveza que se encontraban en su interior y de la mochila de una de las víctimas. De esta manera, la mujer habría impedido que pudieran ser material de prueba para la investigación. 

Además, al no haber sido condenada en la instancia judicial, de no haberse aplicado la sanción de falta grave en lo administrativo, Gómez hubiera tenido el derecho de solicitar la restitución de los fondos en cuestión. “La suspensión de empleo para un personal de la policía es una falta grave que corta la carrera, que es el antecedente a una destitución”, aclaró David Reinero, funcionario del Ministerio de Seguridad.

La noche trágica

El siniestro vial tuvo lugar el 22 de febrero de 2014. Emiliano Cáceres, Facundo Aguirre y Federico Gómez se trasladaban desde Funes a Rosario en un Fiat Uno conducido por este último, en estado de ebriedad. Pese a que los jóvenes acompañantes le pidieron que redujera la velocidad (160 kilómetros por hora), éste hizo caso omiso y finalmente, por esquivar un camión, terminaron volcando el auto e impactando de lleno contra un acoplado en Pellegrini y Perú. Emiliano y Facundo fallecieron en el acto.

Por el hecho, Federico Gómez fue condenado a tres años de prisión condicional en el primer juicio oral y público por un homicidio culposo en un siniestro vial desde la implementación del nuevo Código Procesal Penal en Santa Fe.

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