—Escuchame una cosa, nene, yo tengo que juntarme con esa señora–, dijo el empresario de 69 años a su interlocutor telefónico, integrante de una ONG de Rosario vinculada a la problemática de la diversidad sexual.

—Bueno, listo. Es cuestión que lo charlemos, tenemos el contacto directo con ella-, respondió el miembro de la Asociación Civil “Oso”.

Los protagonistas no lo sabían, pero la charla telefónica que se había iniciado con otro tema y derivado en la posibilidad del empresario de reunirse “con esa señora” era escuchada legalmente por terceros, a raíz de una intervención ordenada por la Justicia a la línea del empresario.

Entonces, creían que el hombre tenía algún vínculo con el comercio ilegal de estupefacientes.

La “señora” en cuestión es la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el interesado en reunirse con ella Luis Alberto Paz, padre del asesinado Martín “Fantasma” Paz y detenido por narcotráfico dos meses después de aquella conversación.

Los detalles del intento de Paz por reunirse con Bullrich quedaron registrados en el requerimiento de elevación a juicio oral de la causa a Paz que estos días realizó el fiscal federal Nº2 de Santa Fe, Walter Rodríguez, y al que accedió Redacción Rosario.

El inquilino

Según la causa, Paz le alquilaba a Marcos Carrillo, de Oso Rosario Asociación Civil, un departamento ubicado en el décimo piso de bulevar Oroño 480.

En realidad, el inmueble está registrado a nombre de la ex esposa de Paz, Ana María Ferrari. Su participación en al menos dos sociedades comerciales como presunta testaferro de su ex marido llamó la atención de los investigadores judiciales.

En las escuchas de la causa que investiga a Paz quedó en claro, para el fiscal Rodríguez, que la disponibilidad sobre el inmueble era, en rigor, del empresario. Su ex sólo prestaba el nombre.

El 27 de septiembre del año pasado Paz mantuvo el siguiente diálogo con su inquilino.

Carrillo: ¿A que no sabes quién vino a la asociación que llega ahora a la noche?

Paz: ¿Quién?

Carrillo: Patricia Bullrich y Mara Pérez Reynoso que vienen para una reunión con nosotros por el tema de la Asociación, yo no lo puedo creer esto.

Paz: ¡No me digás!

Según la causa, el inquilino estaba asombrado por la reunión que mantendría con la ministra y quedó con su interlocutor que luego le brindaría detalles del encuentro.

Un día después volvieron a hablar. Paz le pregunta si “ayer fue Bullrich” a la ONG.

“Luis, fui, fue ayer la Bullrich y la sobrina a comer a mi casa”, respondió. “Te lo juro…te lo juro…se fueron a las tres y media de la mañana”, añadió.

“¡Qué bien!”, repuso Paz, y preguntó: “Y te dio algo, ¿alguna tarjeta te dio?”, a lo que Carrillo respondió exaltado: “¡Tengo la tarjeta de todo!”, de acuerdo al requerimiento de elevación a juicio del fiscal Rodríguez.

“Escuchame, nene”

El 6 de octubre locador y locatario volvieron a dialogar, por una parrilla que uno debía buscar, pero el tema se reinstaló en la conversación.

Paz: “Escuchame una cosa… después me tenés que explicar los otros días cuando estuvo en el departamento mío Patricia, ¿fue a cenar con vos?”.

Carrillo le indicó que le tiene que contar todo lo sucedido y Luis Paz le interrogó nuevamente: “Pero, ¿vos tenés ya la relación para juntarnos?”, a lo que Marcos responde “totalmente”.

Y agregó que tanto a él, como a Jerónimo y Diego (también miembros de la asociación civil) lo pasaron a buscar en una camioneta del Ministerio de Seguridad de la Nación.

Paz se envalentonó: “Escuchame una cosa nene, yo tengo que juntarme con esa señora”.

Carrillo: “Bueno, listo, es cuestión que lo charlemos, tenemos el contacto directo con ella”.

El encuentro no se produjo. Dos meses y cuatro días después de esta última charla Paz era arrestado junto a otras cinco personas acusado como organizador y financista de una banda narco.

El nombre de Luis Paz obtuvo notoriedad pública luego de que el 8 de septiembre de 2012 su hijo Martín, alias “Fantasma”, fuera asesinado a tiros.

Un presunto sicario que se movía en moto se puso a la par de la cupé BMW Z4 color blanco que había retirado de la concesionaria el día anterior y le disparó en varias ocasiones, sin herir a su pareja y su pequeña hija que iba en la parte trasera.

Una hermana de Martín, Mercedes Paz, estaba de novia con el líder de “Los Monos”, Claudio “Pájaro” Cantero, y según los investigadores el crimen habría sido una venganza por dinero que la narcobanda le dio al joven, que no pudo devolver.

Si bien la causa por el homicidio no encontró responsables del crimen, derivó en la investigación que llevó a los principales integrantes de Los Monos a juicio, por el que fueron condenados en abril de 2018.

Paz acusó a los cabecillas de la banda por el asesinato de su hijo. Luego del asesinato del “Pájaro” Cantero, en mayo de 2013, su hermano Ariel Máximo, alias “Guille”, viajó hasta Santa Fe con el fin de matar a Luis Paz, a quien señalaba como instigador del homicidio.

Esa tentativa de venganza inconclusa quedó registrada en otras escuchas, las que la Justicia realizaba entonces a los cabecillas de Los Monos.

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