El club que históricamente nuclea a empleados bancarios provinciales, tomó hace algunos meses una decisión política acorde con los tiempos que corren: ayudar socialmente al barrio en el que están enclavadas sus instalaciones.

Un Día del Amigo, pero de 1974, nacía el Club Banco Santa Fe, de Rosario. Supo albergar a gran cantidad de chicos y chicas, pero con el tiempo se fue deteriorando y las políticas macristas de los últimos cuatro años amenazaron con darle el golpe de gracia. Pero en noviembre de 2018 una renovada comisión directiva convocó a diversas entidades del sector bancario y a militantes barriales de la zona sur, y las puertas de la institución ubicada en 27 de Febrero 370 se abrieron de par en par para los vecinos y vecinas. En el día del trabajador bancario –el pasado miércoles– cronistas y fotógrafo de el eslabón se acercaron hasta las instalaciones de la entidad emplazada en República de la Sexta. “Nuestra idea es darle al club una apertura social hacia afuera”, afirma el secretario Cristian Petta. “El objetivo nuestro fue y es siempre crear dos vínculos, el del club con el barrio”, coinciden Fernando Vangioni y Marcelo Ojeda, de la Seccional 16 de la JP, ubicada en Tablada.

Tiene banca

A diferencia del resto de las instituciones barriales de la ciudad, la conducción de ésta se da a través de las diversas entidades del Banco de Santa Fe, como la Mutual Empleados del Banco de Santa Fe, la comisión interna, la Asociación Bancaria, la cooperativa 26 de Junio. “Todos confluimos en la comisión directiva. Esto es así desde el 15 de noviembre de 2018, cuando se convocó a la unidad de todos los sectores, en vistas de un progreso del club”, cuenta Cristian, y agrega al respecto: “La unidad incluyó a la comisión anterior, con Arnaldo Pipo Barbieri a la cabeza, quien sigue como presidente”.

“El aporte que hacen los compañeros del Banco es sumamente importante, de lo contrario sería inviable”, dice el dirigente. Y claro, no es para menos. La llegada del macrismo a la Casa Rosada significó un golpe certero para los clubes, sobre todo aquellos que para subsistir dependen del pago de la cuota societaria de sus socios. “Durante estos cuatro años a los clubes los mataron las políticas del gobierno, con quitas del subsidio, tarifazos, y otras cosas”, y añade: “Cuando llegamos le tuvimos que dar un shock de 180 grados al club porque nos encontramos con que faltaban cosas, estábamos muy complicados. Por eso creíamos que era tiempo de hacerse cargo y darle una impronta más importante”.

Foto: Manuel Costa

“El objetivo era la apertura social con el barrio, y en eso los chicos –dice Petta señalando a Fernando y Marcelo– hicieron un aporte importante, generar más actividades y por eso hoy tenemos 80 patinadoras, 80 pibes que practican futsal, básquet, taekwondo. Le fuimos dando algo de vida, para atraer a la gente del barrio con acciones sociales, hace poco hicimos en la plaza de 27 de Febrero y Alem una convocatoria importante, festejamos el Día de la Primavera. Desde ese lugar venimos laburando, militando y luchando contra todas las políticas que venimos sufriendo en estos 4 años”.

De casa al club, y del club a casa

La cancha cubierta de parquet, el buffet y los parrilleros –entre otros espacios del club– dejaron atrás el aspecto de abandono en el que se encontraban en los últimos años. Y los 400 socios, entre los activos (que sólo pueden ser empleados del Banco de Santa Fe) y los adherentes (cualquier persona del barrio), le dieron vida a la institución creada el 20 de julio del 73, y que hoy cuenta con disciplinas como patín, futsal, escuela de básquet, taekwondo, jiu-jitsu, zumba, y el tradicional torneo interno del Banco de Santa Fe, que convoca a empleados del banco. “Muchos, cuando empezó este gobierno, se fueron alejando de la vida social del club, pero con todas estas actividades los pudimos volver a acercar. Crear ese sentido de pertenencia es nuestro mayor objetivo”, remarca el secretario, y se refiere al básquet, que fue históricamente la principal actividad del lugar: “En su momento eso demandaba mucha inversión, era mucho el gasto, y la mayor parte del aporte que hacía el Banco se iba en ese deporte. En mayo de 2018 le manifestamos la inquietud  a las autoridades de que el club tenía que dar una vuelta de rosca, porque sino era inviable sostenerlo en el tiempo”. Y así fue que hubo una mayor amplitud de actividades, según afirma Cristian. “Pero siempre fue un club muy social, con mucha participación de nuestros compañeros bancarios”, aclara, y subraya: “Además, La Corriente de la Militancia hizo un aporte importante, junto con los chicos. Hacemos varias cosas en conjunto. Eso también nos dio un conocimiento del barrio que por ahí no teníamos, y eso para nosotros fue un aporte sumamente importante. Ellos conocen cómo se mueve la gente del barrio, si va o no a los clubes, la situación económica, familiar, cómo los podemos convocar y atraer a este lado para que no estén en las calles”.

Fernando Vangioni es referente de la Seccional 16 de la JP, y su apellido y parecido con el ex jugador de Newell’s y de River, Leonel Vangioni, delata su parentesco. “Nuestro objetivo es siempre crear dos vínculos. Entendemos que las políticas del gobierno excluyeron un montón de gente de todo el sistema, así que como nosotros somos militantes territoriales, conocemos el barrio, entendemos la problemática y la situación de cada familia. Nos acercamos al club, que nos brindó la oportunidad de realizar una actividad, de mostrarla en los barrios, en las calles, y de ahí convocar a los chicos a que se sumen a las actividades del club”, cuenta el primo del Piri, y resalta: “Eso es buenísimo porque contiene mucho, porque los chicos vienen acá y se divierten. La idea es incluir a los chicos, que salgan de la calle”.

Marcelo Ojeda es de Las Toscas, una pequeña localidad del norte santafesino, y hace cinco meses que milita en la Seccional 16. Y en ese objetivo de sacar el club al barrio, invita a las y los vecinos a participar de la feria de artesanos que montan cada fin de semana. “En 27 y Alem venimos haciendo la feria y algunas jornadas deportivas con todo lo que se hace acá, en cl club. Este domingo 10 la volvemos a hacer, a las 15, en la plaza Eva Perón”, rodeada por las calles Ayolas, Colón, Dean Funes y Ayacucho. “Es la misma jornada que antes hacíamos en el paseo Néstor Kirchner, en el Parque España”, aclara Marcelo, y comenta que “en la seccional tenemos una actividad en la que gente dona ropa y nosotros la distribuimos en el barrio”, donde la crisis pegó fuerte, según los militantes. “Ahora la situación ya sabemos que está complicada. Hay chicos que han dejado la escuela para salir a trabajar y así ayudar a los padres. El aumento de las tarifas hace que las cuotas tengan que subir, para poder mantenerse, y hoy hay muchas personas que no están en condiciones de poder pagar, y quedan excluídos. La idea del club es que nadie se quede afuera”, concluye Ojeda.

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