La Cámara de Diputados de la Nación aprobó, por amplia mayoría, y giró al Senado el proyecto de «Ley de Góndolas» que obliga a los supermercados a diversificar la oferta de sus productos, para evitar oligopolios o abusos de «posición dominante» e impedir subas «injustificadas» de los precios de los alimentos.

La iniciativa consensuada entre oficialistas y opositores fue aprobada por unanimidad, con el voto favorable de 182 diputados y 17 abstenciones.

El proyecto establece que la exhibición de productos en góndolas de un proveedor o grupo empresario no podrá superar el 30 por ciento del espacio disponible que comparte con productos de similares características. La participación, además, deberá involucrar a no menos de cinco proveedores o grupos empresarios.

El texto también dicta que deberá garantizarse un 25 por ciento del espacio para productos de micros y pequeñas empresas nacionales y cooperativas, y un 5 para productos originados por la agricultura familiar, campesina, indígena o de la economía popular.

A pesar de la existencia de dos dictámenes, la diputada Marcela Passo (Frente Renovador), como miembro informante de la iniciativa, remarcó que “pudimos arribar a un consenso” entre el oficialismo y la oposición para “alcanzar esa media sanción tan necesaria”. “Esto muestra la consecuencia del enorme trabajo de todo el año”, añadió la titular de la Comisión de Defensa del Consumidor, del Usuario y de la Competencia.

Passo manifestó también que “este proyecto expresa la voluntad de diversas propuestas de distintos espacios políticos”, en especial porque “incorpora el planteo de muchos sectores de la economía argentina como las PYMES y los sectores de defensa de los usuarios y consumidores”.

“Hoy se verifica una gran concentración de oferta en manos de una o dos empresas grandes que les permiten aplicar barreras específicas de entrada que neutralizan la aparición de competencia de menor precio”, explicó en relación al proyecto.

Entre los objetivos del proyecto consensuado, Passo mencionó que busca “contribuir a que el precio de los productos alimenticios, bebidas, de higiene personal y de limpieza del hogar, sean transparentes y competitivos en beneficio de los consumidores; equilibrar las fuerzas de los operadores económicos alcanzados; ampliar la oferta de productos artesanales y regionales nacionales; fomentar la oferta de productos de la agricultura familiar, campesina e indígena, cooperativas y mutuales”.

“Plantea la solución en dos caras: por un lado, protege a los consumidores al darles la posibilidad de elegir y tratar de luchar contra esta suba injustificada de los precios. Y, por el otro, acompañar a esas pymes que hoy no pueden ingresar a esas grandes cadenas de supermercados”, finalizó.

A su turno, el diputado Daniel Lipovetzky (PRO) destacó que “con este proyecto estamos dando un gran paso para lograr el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas en la Argentina, necesitamos que accedan a las grandes cadenas de comercialización”.

Por otra parte, el diputado Juan Cabandié (FpV-PJ) explicó que “estamos ante una norma muy importante y necesaria”, porque “tenemos serias dificultades en nuestra matriz económica que toma de rehenes a los consumidores”.

El legislador, autor de uno de los proyectos, describió que “en el caso de los productos enlatados una empresa representa el 70 por ciento del mercado, en los lácteos dos empresas representan el 78, en panificados una empresa representa el 76, en el jabón en polvo sólo dos empresas que representan el 92 del mercado”.

Además, señaló que “en cuanto a la comercialización, sólo seis empresas representan el 60 por ciento de las compras minoristas. Y apenas dos empresas representan el 70 de las compras mayoristas”, dijo. En conclusión, remarcó la importancia de que “el 25 por ciento de las góndolas de los supermercados sean de productos de empresas minoristas”.

La titular del bloque de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, sostuvo que “el problema de los productores y los consumidores es la intermediación, alguna vez habrá que poner cuál es el costo del producto en el campo y en el supermercado”. Asimismo, aseguró que “estaba en contra del supermercadismo” y adelantó su respaldo a que la exhibición de productos de una misma marca no supere el 30 por ciento del espacio que comparte con productos similares.

En tanto, el diputado Daniel Arroyo (Red por Argentina), evaluó que “la ley de góndolas es un avance porque busca el equilibrio”. Además, explicó que esta norma “implica achicar el proceso y los costos de intermediación, que extiende la cantidad de productos que hay en las góndolas, y de fomentar al productor local”.

El último orador fue el diputado Horacio Goicoechea (UCR), quien recordó que “fue un avance la quita del IVA a la canasta básica”, al mismo tiempo que consideró que la ley de góndolas «es una herramienta importante para el acceso a la alimentación de la población».

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