Santa Fe, una de las ricas provincias de la región Centro donde en las elecciones presidenciales Macri ganó, aunque por muy poquito. Un distrito donde se desarrollan grandes actividades vinculadas al sector agropecuario e industrial, con un polo agroexportador importante e híper concentrado. Santa Fe, donde después de doce años de gestión del Frente Progresista, el peronismo regresará a la Casa Gris. La provincia con forma de bota sintió el desgaste económico y social que significó Cambiemos a nivel país. Las políticas del partido de la desindustrialización nacional que gobernó los últimos cuatro años, siguiendo dictados neoliberales del Fondo Monetario Internacional, se reflejaron en la provincia.

El balance local del modelo económico de Macri es negativo. Las fábricas producen menos. La industria manufacturera está hecha trizas, en su mayoría las pymes, con la mitad de las máquinas apagadas, con altas tasas de interés para sacar créditos, con tarifazos en servicios públicos acompañados por aumentos provinciales en las boletas de la luz, con cierre de empresas y comercios, con despidos y suspensiones de trabajadores por doquier, con inflación récord. La provincia de Santa Fe, Rosario en particular, es una de las regiones más afectadas por las políticas de ajuste que disipó el macrismo, y que gobiernos locales no pudieron/supieron contrarrestar con mayor efectividad.

La producción industrial santafesina lleva diecisiete meses consecutivos de caída, según los últimos datos que difundió la Fisfe, federación provincial que agrupa a industrialistas, muchos de ellos del sector pyme. De acuerdo al Centro de Investigaciones Económicas de la entidad, el nivel de actividad fabril en la provincia representó en septiembre de 2019 una baja de 3,1 por ciento interanual, acumulando al cierre del tercer trimestre un descenso de casi ocho puntos porcentuales con respecto al mismo período del año anterior.

“La producción fabril enfrentó así un nuevo retroceso agravado por el bajo punto de referencia que significa septiembre de 2018, ya que en esa ocasión la actividad había caído con particular intensidad (-7,9%)”, señalaron desde Fisfe en su último informe de actualidad industrial.

Como se dijo, los cuatro años de ajuste de Cambiemos, con distribución regresiva del ingreso, quita de derechos laborales y un modelo orientado hacia la especulación financiera, hicieron que las principales variables económicas y sociales de la provincia de Santa Fe, como desempleo, pobreza e inflación, se agravaran en un contexto recesivo. De allí la idea fuerza del futuro gobierno nacional del Frente de Todos (replicada por el entrante Frente Juntos en la provincia) de reencontrar la senda productiva y establecer los cimientos de un contrato social entre diferentes sectores que permita reactivar los apagados motores de la economía.

Para la Federación Gremial de Rosario, la caída del 7 por ciento de la actividad económica en todas las ramas de la ciudad en el primer semestre de 2019, impulsó el aumento interanual de la tasa de desocupación del 8 al 10,6 por ciento. De acuerdo al último dato disponible, el índice de desempleo en el Gran Rosario afecta a unos 66 mil trabajadores. Según información oficial, hay una sostenida baja en el empleo industrial, como también una variación negativa en la ocupación del sector comercial y de la construcción. Con estos guarismos, la ciudad está en el grupo de aglomerados con mayor desocupación del país.

Por su lado, en el último informe de coyuntura, la Unión Obrera Metalúrgica de Rosario detalló que en la ciudad se perdieron más de 660 puestos de trabajo en el sector en lo que va del año, y que están en la cuerda floja otros 5.400 empleos metalúrgicos. También resaltaron que en los últimos meses se incrementó un 20 por ciento, por parte de las empresas, los pedidos de procedimientos preventivos de crisis, un programa oficial que permite buscar salidas a conflictos tratando de evitar la destrucción de puestos de trabajo, que Macri impulsó desde el minuto uno de su gestión. Según declaraciones del ministro de Trabajo Julio Genesini, hay más de 300 empresas santafesinas con procedimientos de crisis.

La sostenida depresión del consumo y la prolongada recesión dan el marco perfecto para la debacle en el mercado laboral. Durante 2019, la evolución del empleo registrado en la provincia fue involución, de acuerdo a los últimos datos estadísticos que publicó el Ministerio de Trabajo de la provincia. Haciendo un corte en el primer semestre de 2019, el balance laboral es equivalente a unos 8 mil puestos de trabajo menos que los existentes en el mismo lapso de tiempo pero del año anterior.

Con respecto a la cantidad de empresas santafesinas, la caída en esos mismos meses fue de 2,7 por ciento, equivalente a 1.394 establecimientos registrados menos que en igual período de 2018. En este sentido, vale recordar que la era Macri dejará como herencia la desaparición de unas 23 mil empresas, según el registro nacional de empleadores de Afip, con especial repercusión en industria, transporte y comercio.

“En los grandes aglomerados urbanos, el empleo registrado también se ve afectado a partir del cuarto trimestre de 2019 y se agrava durante los trimestres transcurridos de este año. Las microempresas (que emplean de 1 a 5 trabajadores) han sido las más afectadas, tanto en cantidad de establecimientos como en cantidad de puestos de trabajo que emplean. Las empresas grandes que presentaban altas tasas de crecimiento en el largo plazo, empiezan a tener dificultades a partir del cuarto trimestre de 2018”, señalaron desde el gobierno santafesino, al tiempo que resaltaron que “la situación del empleo registrado en la industria se agravó en 2019, especialmente en el aglomerado urbano rosarino”.

Súper inflación

Como si fuera poco, la inflación santafesina medida en el changuito es récord y está por encima de la estampida a nivel nacional. El índice de precios del supermercado del mes de octubre para la provincia fue del 4,3 por ciento en comparación con septiembre, según un relevamiento realizado por el Centro de Estudios Sociales y Económicos Scalabrini Ortiz (Ceso), regional Santa Fe. Y si se observa sólo la inflación de la canasta básica alimentaria, da más del doble que el índice general, 10,2 por ciento.

La inflación supermercado acumulada en los últimos doce meses fue casi 65 por ciento para Santa Fe. La inflación que marcan las góndolas de enero a octubre de 2019 acumuló en la provincia un 56 por ciento, mientras que los aumentos salariales en los ámbitos público, privado y también informal quedaron detrás, otra vez rezagados, con la consecuente pérdida de poder adquisitivo. Se estima que la caída salarial promedio a nivel nacional fue del 20 por ciento entre 2015 y 2019.

Los precios de los ítems de la canasta de productos con IVA cero tuvieron también aumentos durante octubre, teniendo tres de los dieciséis productos variaciones negativas, los demás fueron en alza: se destacan la leche fluida (+20%), harina de trigo (+10%) y la yerba mate (+8,3%). El acumulado para estos ítems durante los tres meses de vigencia reflejan que dos de los dieciséis productos tuvieron baja de precios, pero los catorce restantes experimentaron subas en promedio que van del 5 por ciento (té) al 36,5 por ciento (harina). Sin la eliminación del IVA en algunos productos, entre otras medidas mal y tardíamente aplicadas, “los saltos en los precios de los supermercados hubieran sido superiores a los observados”, indicaron desde la regional Santa Fe del Ceso.

Varios indicadores empeoraron después de la devaluación posterior a las elecciones primarias. La alta inflación erosiona con mayor potencia los salarios más bajos y los ingresos de los sectores más vulnerables. El encarecimiento en el costo de vida reordenó pautas de consumo y gastos en las familias, y arrojó a miles de rosarinos y rosarinas a la pobreza. Días atrás, en el Día de la Soberanía, esta situación fue puesta de manifiesto una vez más por organizaciones sociales, que se movilizaron por las calles de la ciudad por una “Navidad sin hambre”.

Asumiendo desafíos en una situación económica delicada, las organizaciones populares indicaron en un comunicado: “Exigimos al gobierno de Macri y a los gobiernos provincial y municipal salientes que tomen las medidas necesarias para que antes del 10 de diciembre estén garantizadas unas fiestas dignas y en paz. Solicitamos a los nuevos gobiernos que realicen cuanto antes los anuncios de sus políticas sociales, para llevar tranquilidad y alegría al pueblo que los ha votado”. El petitorio navideño tuvo como destinatarios los tres niveles del Estado.

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