En su último partido de 2019, el auriazul venció 1 a 0 al Xeneize, en el Gigante de Arroyito y por la fecha 16 de la Superliga, con gol de Sebastián Ribas en el primer tiempo. El Canaya tendrá unas fiestas tranquilas con el promedio.

Rosario Central cerró su ciclo 2019 a toda orquesta: venció en su estadio al líder Boca Juniors y se acomodó en las posiciones del torneo local. Además, este buen presente lo aleja cada vez más de la zona brava de los promedios.

Central arrancó siendo mejor que Boca, cortándole todo intento de juego. También contó con las mejores situaciones de gol, y si no fuera por Esteban Andrada, se hubiese ido al vestuario con una diferencia mayor. La mejor del arquero fue cuando a Diego Zabala le quedó servida la pelota para batirlo a quemarropa, pero el arquero de la Selección defendió su valla de manera impresionante, desviando un disparo desde escasa distancia.

Sebastián Ribas se encargó de abatirlo, a los 17’ de esa primera parte, cuando el guardavallas ya había quedado en el piso. El uruguayo encontró un buscapié de Nahuel Molina –que Zabala había pifiado en el camino– y esta vez no perdonó.

En su única llegada de riesgo, el Xeneize casi lo empata en un intento de Emmanuel Mas por sorprender a Jeremías Ledesma en el primer palo, pero éste  estuvo lúcido y respondió desviando el balón con su brazo derecho.

Salvo unos minutos, después de la apertura del marcador, el auriazul manejó el trámite del encuentro, y elevó a figura a Andrada, que volvió a salvar a los suyos de un remate de Zabala. Y cuando esa jugada aún no había terminado, un cabezado de Ribas volvió a exigir al arquero.

El conjunto dirigido por Gustavo Alfaro no hacía pie en Arroyito y le costaba alejar el peligro de su arco. Los de Diego Cocca aprovecharon para tener otra chance, con un remate de Leonardo Gil desde la altura del punto penal, que se fue apenas desviado.

Boca dependía de la habilidad de Eduardo Salvio, y por eso Alfaro mandó a la cancha a un posible socio como Emanuel Bebelo Reynoso, que con un potente remate hizo revolcar a Ledesma. Después metió a Franco Soldano, que se presentó en el campo con un frentazo que buscó el palo más lejano del uno Canaya.

Central buscó replegarse bien en su campo y apostar a la contra. Se desinteresó de la pelota y sacó el mayor rédito de la impotencia de la visita para generar buenas jugadas. El DT reemplazó a Zabala por Emmanuel Ojeda, y a Ribas con Claudio Riaño, pero ninguna de las réplicas tuvo resultado, salvo una en el minuto final, que falló el delantero ingresado.

En los minutos finales, los de la Ribera fueron a por todo y vieron más de cerca que nunca el empate a cinco del cierre, cuando el Toto Salvio estrelló un remate en el palo, y en el rebote, Emanuel Brítez le sacó el gol en la línea a Soldano.

Boca –que jugó los segundos finales con uno menos por la expulsión de Nicolás Capaldo– pareció tener la cabeza en Buenos Aires, donde se llevaron a cabo las elecciones en el club. Y Central ratificó el buen momento que atraviesa en el campeonato. Eso parece explicar bastante el resultado que se observó en Arroyito.

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