La fábrica de cosechadoras de Firmat avanzó en un acuerdo con un grupo privado para que se haga cargo de la empresa durante un año. La aprobación final quedó en manos de la Justicia.

La firma de cosechadoras Vassalli Fabril S.A., ubicada en la localidad de Firmat, llegó a un acuerdo con un grupo inversor que pretende reactivarla desde enero. “Llegará un nuevo grupo inversor que mantendría los puestos de trabajo”, informó el abogado de la UOM Rosario, Pablo Cerra. Dichos inversores son los empresarios cordobeses Gastón Aguirre, Sergio Barbero y Néstor Girolami que compraron buena parte de las acciones de la firma. Cabe recordar que el 60 por ciento de las acciones había vuelto a manos de la nieta del fundador, Mariana Vassalli.

Como la fábrica firmatense está concursada, la concreción de la negociación necesita que en los próximos días el síndico, la jueza de Firmat –que tiene a cargo el concurso– y el Ministerio de Trabajo de la Provincia, le den el visto bueno.

En tanto, el titular de la UOM Diego Romero comentó que el acuerdo “no es el mejor, pero es lo posible”. Además, informó que la decisión de aceptar la propuesta del grupo inversor fue aceptada por los obreros en asamblea, según publicó El Correo de Firmat.

En términos generales, el acuerdo consiste el pago de seis horas y el reconocimiento de la deuda que se generó luego del concurso. La modalidad de trabajo inicial consistiría en que el personal trabajaría cuatro horas diarias y tendría como objetivo producir tres máquinas por mes, añadió la misma fuente.

Ante la llegada de los nuevos inversores, la única industria de cosechadoras íntegramente argentina se reactivaría a partir de enero si la Justicia lo aprueba el convenio conjunto presentado entre los accionistas, los nuevos inversores de origen nacional e internacional, los trabajadores y los proveedores.

Vasalli, fundada en 1949, cuenta con 300 trabajadores que redujeron las jornadas laborales de 8 a 6 horas. “Hoy la situación de los empleados es deplorable, pero lo positivo es que se conservarían los 300 puestos de trabajo”, afirmó Cerra.

“Hay mucha esperanza e ilusión positiva, no romántica, sino real, palpable. La sensación es de emoción y alegría después de haber batallado tanto tiempo”, concluyó el letrado.

 

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