El presidente Alberto Fernández le pidió en la tarde del domingo pasado a YPF dejar sin efecto el aumento en los precios de los combustibles. La medida, que había sido comunicada a las estaciones de servicio, iba a provocar un alza del 5 por ciento en los surtidores, pero el jefe de Estado resolvió dejarla sin efecto para no sobrecalentar los precios. En ese contexto, el mandatario le trasmitió al titular de YPF, Guillermo Nielsen, la inconveniencia de avanzar con ese ajuste. Con la decisión del Gobierno, por ahora el resto de las petroleras no subirían los precios, ya que YPF controla casi el 60 por ciento del mercado.
Con esa intervención de Alberto Fernández, el congelamiento resuelto para otros sectores como gas, electricidad y transporte-se extiende a los combustibles, uno de los sectores de impacto más directo en la inflación porque los aumentos derraman sobre los fletes y la producción.
A lo largo de 2019, la nafta aumento en nueve oportunidades, en un total de 41 por ciento. El último incremento se había dado el 1 de diciembre y también había rondado entre un 5 o 6 por ciento. En el transcurso de este año, los precios de los combustibles se dispararon en la Argentina a pesar de que el barril de petróleo subió apenas 15 por ciento. El principal componente de la suba en el país es la fuerte devaluación, que llevó al dólar de 38,85 pesos a fines de 2018, a 63 pesos en la actualidad.
Fuentes: NA, Clarín, El Cronista
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