Las medidas flexibles de Gran Bretaña contra el coronavirus van quedando atrás y toman acciones más severas aunque aún no suspendieron las clases.
La estrategia del gobierno británico del premier Boris Johnson contra el coronavirus se basaba en la “mitigación” y la “inmunización del rebaño“… Pero de repente todo cambió: un modelo matemático presentado por el Imperial College de Londres dio un panorama extremadamente sombrío de cómo la enfermedad se iba a propagar por el país, cómo iba a impactar el sistema público de salud (NHS, por sus siglas en inglés) y cuántas personas iban a morir, publicó la BBC.
El estudio publicado este martes tras la rueda de prensa de Johnson, dice que la estimación de un número de fallecidos de 500.000, en ausencia total de medidas, se podría reducir a 260.000 si se siguen los protocolos más severos.
La BBC concluye: el mensaje no podía ser más claro: o se cambia de estrategia o más de un cuarto de millón de personas van a morir a causa del coronavirus. Incluso si el sistema puede atender a todos los pacientes contagiados. Así, el gobierno de Johnson comenzó a cambiar su plan por medidas que se encaminan a las que están tomando los gobiernos vecinos, aunque aún se resiste a la idea de una cuarentena general con cierre de escuelas, pero de hecho muchas lo están haciendo por sí mismas, como hicieron las asociaciones de fútbol, cricket y rugby.
“Muchas familias perderán a sus seres queridos. El número de casos va a ser mucho mayor y no vamos a poder evitarlo”. Eso decía Johnson hace una semana y anunciaba medidas menos drásticas que la mayoría de los países europeos para proteger la economía. Pero ahora, con otro panorama, el gobierno británico pidió este martes evitar todo “contacto social no esencial”, trabajando desde casa y absteniéndose de salir a bares, restaurantes y eventos sociales. Si alguien tiene fiebre o tos llamó a que se confinen estrictamente en sus hogares sin salir “ni para hacer la compra”.
El ministro de Exteriores, Dominic Raab, decidió “con efecto inmediato (…) aconsejar a los ciudadanos británicos en contra de los viajes no esenciales a nivel mundial por un período inicial de 30 días y por supuesto sujeto a continua revisión”.
Estas consignas no son de momento obligatorias y las escuelas permanecen
abiertas en el Reino Unido, que hasta este martes registra 1.543 casos confirmados, aunque no realiza test sistemáticos y reconoce que el número de infectados es mucho mayor. Y ya suma 55 muertos por coronavirus.
Johnson adoptó durante semanas la estrategia de no hacer nada y dejar que el virus se propagara entre la población, considerando que era prematuro intervenir, e incluso improcedente, para crear de esa forma una inmunidad colectiva, que impidiera el rebrote de la epidemia en un futuro. Ese modelo, según los científicos del Imperial College, implicaría la infección del 81 por ciento de la población y la muerte de 510.000 ciudadanos a causa del coronavirus de aquí a agosto.
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