“Me acuerdo que”, “me acuerdo que”, “me acuerdo también que” es la frase que se escucha casi en loop en la llamada telefónica que El Eslabón hace a Florencia Garat. Es que, entre los hijos e hijas de desaparecidos, el ejercicio del recuerdo es parte rutina diaria. Talleres, asambleas, escraches, marchas, banderas, frases, brindis, campamentos: todo esto es parte del disco rígido del colectivo de Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio que este martes cumplió 25 años de aquella primer reunión en el año 1995.

“H.I.J.O.S surge a partir de un campamento que se hace en Córdoba, en el que se junta gente que iba a unos talleres que se hicieron con hijos de desaparecidos y de presos políticos en los ‘80 y que hubo en diferentes ciudades. A partir de eso, en abril del ‘95 se arma una juntada de algunos que habían pasado por esos talleres. Después esas personas que van a ese campamento, cuando vuelven a sus ciudades llaman a otros hijos de desaparecidos para empezar a juntarse. A mí me llama un compañero que fue a ese campamento y nos empezamos a juntar ahí mismo, en ese mismo abril del ‘95”, dice Garat, y aclara que ya no es miembro orgánica de la agrupación. Dice que lo que H.I.J.O.S tenía de seductor e interesante era que “no se sabía muy bien para qué nos juntábamos. No había un programa que seguir, ni tampoco estaba tan claro al principio qué era lo que íbamos a hacer.”

Lo emocionante de escuchar a Florencia al contar las primeras aventuras de H.I.J.O.S es que las explicaciones vienen con lujo de detalles. “Era una excusa para trabajar otros temas que también nos interesaban. Ahí contábamos un poco qué hacíamos nosotros, por qué estábamos agrupados en Hijos Intentábamos establecer lazos con esa historia de la dictadura que había tenido también una historia en el barrio. Por el barrio habían pasado muchas historias en relación a la dictadura. Y me acuerdo que una de las cosas que al principio decíamos en H.I.J.O.S muy seguido era esto de que la dictadura había roto lazos de comunidad. Nuestro trabajo intentaba de manera muy muy modesta, recuperar algunas cosas en relación a eso”, dice respecto a los talleres de arte que dio en el año ‘95 en el barrio de Ludueña, junto con otras militantes.

Muchos de los primeros encuentros se desarrollaron en Rosario. Florencia recuerda que “estaban buenísimos, eran muy intensos” y que las primeras juntadas se daban en “la casita de los ciegos” (actual Casita De La Memoria). “En esa época le decíamos así porque había pertenecido a un matrimonio de ciegos que fueron desaparecidos en la dictadura y el hijo de ellos nos prestó ese lugar durante muchísimos años para reunirnos”, explica. Desde allí se organizaron eventos y reuniones de delegados en las que se establecieron “ciertos lineamientos básicos que eran juicio y castigo, lucha por la restitución de la identidad de los niños apropiados, y la restitución de los lazos de solidaridad rotos en la dictadura”.

Garat enfatiza todo el tiempo sobre los esfuerzos realizados en torno a construir lo que hoy es H.I.J.O.S y las discusiones que surgían en los debates. Entre ellos, el debate que originó la cuestión de incorporar a la agrupación a aquellos que quisieran sumarse a militar aunque no tuvieran familiares desaparecidos. “En algunas otras regionales, la población era cerrada, es decir que sí o sí, para formar parte de H.I.J.O.S, tenías que tener un familiar desaparecido. Pero a los dos años se discutió esto, y se terminó decidiendo que la población podía participar. Eso para mí fue algo político muy importante, esto de decir que todos somos hijos de una misma historia y que no fuera una condición si tenías o no un familiar desaparecido. Fue entender que toda la gente de esa generación fue afectada por la dictadura y sus efectos”, afirma.

La anulación de las leyes de impunidad y la orden de Néstor Kirchner de bajar los cuadros de Videla y Bignone son las dos políticas estatales que Garat define como “las medidas que ganan por goleada”. Y recuerda entre risas: “Cuando derogaron las leyes, éramos siete o diez gatos locos los que esa noche fuimos al Monumento. Obviamente no había nadie ahí. Nos sentamos en las escalinatas a brindar con una ginebra que había llevado alguien. Esa es para mí la imagen: ir al Monumento a festejar algo que era grandioso. Siento mucha gratitud en relación a ese reconocimiento que nos dio el Estado de la lucha y esa cosa de tantos años después poder tener juicio y castigo”.

 

De alegrías y memorias

“Yo me acerqué a  H.I.J.O.S después de una charla que fui a escuchar a la Facultad de Ciencia Política. Ahí me quedé hablando con ellos. Algunos me conocían, sabían quién era por mi historia familiar”.
Tomás Labrador tiene 46 años y es militante de H.I.J.O.S desde 1996. “Y bueno, ese día pegamos buena onda y me invitaron a un campamento en San Lorenzo. Fue muy emocionante. Pasé de vivir todas esas historias desde un lugar de introspección, de intimidad, a encontrarme con compañeros que tenían la misma historia para contar que la tuya y con otros compañeros que no tienen familiares que habían sufrido la represión durante la dictadura pero que sin embargo estaban ahí, teniendo un lugar fundamental en la organización”, remarca Labrador.

Tomás cree que gran parte de los esfuerzos de las y los hijos tuvieron que ver con transformar los dolores en lucha, y en hacer de esa lucha una práctica alegre: “En los campamentos hacíamos talleres de discusión, de formación histórica y nos divertíamos. Era un aspecto muy importante, porque también se trató de eso, de vivir la lucha con alegría. Para luchar hay que estar alegre, hay que estar motivado y estaba bueno en ese aspecto también”.

Para el militante, Hijos surge con el fin de sumarse a los pedidos de juicio y castigo que las Madres, las Abuelas y las organizaciones de DDHH ya venían exigiendo. “Pero las inquietudes no quedaban ahí, sino que entendíamos que también estábamos en un contexto particular: los ‘90, el neoliberalismo, las privatizaciones, mucha gente desocupada. Entonces en los primeros años de H.I.J.O.S comenzamos a tomar contacto con esos problemas. Entendíamos que lo que estaba ocurriendo era la continuidad de un plan de miseria y hambre que se venía ejecutando desde la dictadura. Y también decidimos aportar en lo que pudimos, como a partir de trabajos en militancia barrial”.
Después de 24 años de militancia, Labrador considera que gran parte de la tarea de H.I.J.O.S consiste en seguir reivindicando a la memoria: “La memoria es un territorio en disputa permanente, constante. No hay un momento en el que la memoria quede estática. En cada momento hay que defender la memoria, hay que explicar, hay que argumentar cuáles son las cosas por las que peleamos y cuáles eran las banderas de nuestros compañeros que nosotros reivindicamos, las banderas de los años ‘70. Nosotros tenemos que estar permanentemente tratando de que la memoria florezca, que esté ahí, que se vaya conociendo, que cada vez más gente se interese por saber de qué se trata”, valora Tomas.

 

Tejer hilos de continuidad
María Eugenia Di Pato prefiere iniciar enumerando los motivos por los que hace falta seguir luchando: “Juicio y castigo y cárcel común perpetua y efectiva” a los genocidas. Y los “300 nietos o hermanos, como decimos nosotros” que todavía falta encontrar. Para ella, la frase “todos somos hijos de una misma historia”, tiene que ver con un registro de lo colectivo: “Creo que la militancia de los organismos básicamente es eso: pensar juntos. Levantar aquellas viejas banderas para seguir luchando e ir sumando otras luchas que van apareciendo y que estuvieron siempre”, dice.

María Eugenia, “Mai”, como se apoda, tiene 27 años y milita en H.I.J.O.S desde 2012. “Siempre se ríen mis compañeros porque tengo casi la misma edad que la agrupación”, dice a El Eslabón. En ese sentido, para Di Pato lo que los más jóvenes aportan son nuevas miradas: “Vamos aprendiendo y cuestionando lo que está como instituido. Muchas veces somos los más jóvenes los que proponemos repensar estas lógicas que ya están dadas”, dice. Y ejemplifica: “En cuanto a género en concreto ahora pensamos un proyecto de extensión para cursos de despatriarcalización internos, así que imaginate que las preguntas son constantes”.

Para Mai, el compromiso de H.I.J.O.S con el presente tiene que ver con “reinventar la memoria”, con “pensar en hilos de continuidad”, con “poder acompañar las luchas o hacerlas parte, para no quedar como algo obsoleto”. “Yo creo que Hijos es un ejemplo de lucha porque demuestra que los jóvenes pueden cambiar muchas cosas. Si volvemos a hace algunos años, los jóvenes de H.I.J.O.S comenzaban a hacer escraches. Parecía inalcanzable llegar a algún momento de poder juzgarlos (a los militares). Y hoy nos encontramos con esta realidad. Así que como otros organismos, lo que Hijos demuestra es que la realidad puede ser transformada si lo hacemos de manera conjunta”, concluye Di Pato.

Fuente: El Eslabón

Sumate y ampliá el arco informativo. Por 300 pesos por mes recibí info destacada de Redacción Rosario todos los días en tus dispositivos y los sábados, el semanario El Eslabón. Suscribite en este enlace: Redacción Rosario + El Eslabón.

  • Los mejores salarios para la profesión docente

    Esta es una de las recomendaciones principales que impulsa un documento de especialistas e
  • Electropop resonante

    Lalalas publicó un puñado de canciones bajo el título de Ecos. Una nueva etapa en la banda
  • Club de lecturas

    En el marco del Día del Libro, Argentino obsequió obras de Fontanarrosa a capitanes rivale
Más notas relacionadas
  • Sin vencedores ni vencidos

    La Universidad Nacional de Rosario lanzó un programa comunitario con el propósito de impul
  • El impulso cooperativo

    El edificio de la ex compañía Hey Latam está siendo transformado. Después de varios meses
  • Él mató a dos ladrones motorizados

    Un conductor persiguió, atropelló y le quitó la vida a dos hombres que le habían robado di
Más por Victoria Iriarte
Más en El Eslabón

Dejá un comentario

Sugerencia

Los mejores salarios para la profesión docente

Esta es una de las recomendaciones principales que impulsa un documento de especialistas e