En este tiempo de educación a la distancia, en este tiempo en que las familias están preocupadas porque las niñas y los niños no pueden asistir a clases y temen que se retrasen en sus aprendizajes, les tenemos una buena noticia: las infancias están transitando aprendizajes imprescindibles y están dando cátedra.

Es posible que nos cueste reconocerlo porque el rendimiento escolar impuesto por el sistema educativo –que nos invita a estar más atentos/as a los contenidos, las evaluaciones, las calificaciones, la currícula y el calendario académico que a los tiempos de aprendizaje de las infancias– nos impide contemplar los logros conquistados por las niñas y los niños.

Por esta razón, el tiempo de ocio, recreación y juego suele ser menospreciado olvidando su valor fundante para el desarrollo y los aprendizajes propios de la infancia. Porque la actividad lúdica y creativa no responde a los tiempos productivos. Todo lo contrario. Les permite a las niñas y a los niños ser más libres y menos dóciles a las imposiciones del mercado. Porque les permite tramitar situaciones difíciles que atraviesan, resolver obstáculos que se les presentan, planificar otras alternativas posibles, jugar distintos roles, comprender que existen otros puntos de vista, aceptar reglas y tolerar las frustraciones para construir nuevos aprendizajes.

Deseo que este tiempo nos anime a dejar a un lado esa perspectiva mercantilizada de la educación para que, de una buena vez por todas, seamos capaces de respetar y comprender a la niñez. Deseo que podamos reconocer cuánto están aprendiendo las niñas y los niños en este tiempo.

Porque, en este preciso momento, las infancias intentan aprender en casa, hacen las tareas y asisten a clases virtuales. Extrañan la escuela, sus amistades y sus maestras. Añoran los encuentros en el aula y los juegos en el recreo. A pesar de ello, no se resignan y continúan aprendiendo.

Por eso, inventan relatos que aseguran que las palabras pueden nombrar la ausencia, para que extrañar no duela tanto.

Y crean historias que aseguran que la realidad no alcanza. Saben que es imprescindible construir otras más justas, más amables.

Entonces juegan y construyen un mundo distinto, otro mundo posible para este tiempo de encuentro en suspenso.

Llaman a sus abuelas y abuelos para dedicarles un cuento de buenas noches, para cobijar los sueños ajenos.

Construyen casas, carpas, refugios y trincheras dentro de su propio hogar; tratando de crear un afuera estando dentro, para salir de a ratos, para tolerar el tiempo de espera hasta tanto puedan salir a jugar a la vereda, al parque o a la plaza.

Ojalá que, en este tiempo difícil que estamos transitando, podamos ser capaces de comprender que la infancia siempre es promesa y porvenir. Que necesita ser cobijada con juegos, relatos y palabras porque la infancia es la certeza de que todo es posible. Que la infancia no tenga que pedir permiso para ser infancia, siempre inquieta y curiosa con los ojos bien abiertos, las manos pegoteadas y el cuerpo en movimiento.

Por último, comparto un relato y el deseo de que tengamos presente a Graciela Montes que nos recuerda que las personas adultas somos responsables del bienestar y el malestar de la niñez. Y, si bien es cierto que contamos con pocas certezas en estos tiempos, las palabras suelen ser buenas aliadas al momento de cuidar y acompañar.

No te aflijas, mi niño.

No sufras, mi niña.

Este tiempo, pronto,
será solo un mal recuerdo.
Te prometo que
nos encontraremos,
y nos convidaremos
miradas, besos y abrazos.

Pero, mientras tanto,
mientras este tiempo
parezca interminable,
no dejes de jugar,
no dejes de imaginar
que otro mundo es posible
hasta tanto
podamos encontrarnos.

Por lo pronto,
solo puedo cobijarte
con palabras y alguna certeza.
Este mundo vale la pena
gracias a tu existencia.
Ojalá que, algún día,
este mundo sea tan bello
como lo sueñas y juegas.

(*)Fernanda Felice es fonoaudióloga, docente de la Facultad de Ciencias Médicas (UNR) y autora de El tiempo de ser niñas y niños y Cuentos desobedientes para cuidar a las infancias (Laborde Editor)

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