Mientras se registran nuevos brotes de coronavirus en todo el mundo, los gobiernos tratan de equilibrar la reapertura de sus economías con la necesidad de evitar una segunda ola de infecciones.
La cifra de muertes a nivel global en la actualidad se acercan a las 300 mil, a cinco meses y medio del surgimiento de la enfermedad en China.
En la ciudad de Wuhan, donde comenzó la pandemia en diciembre pasado, autoridades comenzaron a testear a sus 11 millones de habitantes como parte de un programa que durará diez días, luego de que la urbe del centro de China registrara un pequeño brote de seis nuevos casos entre sus residentes.
En América Latina, que amenaza con convertirse en uno de los epicentros de la pandemia a medida que se acerca el invierno, Chile decretó este miércoles una cuarentena total en todo el Gran Santiago a partir del próximo viernes luego de registrar un récord diario de 2.660 nuevos contagios.
En México, el gobierno anunció que reabrirá su industria automotriz, minera y de la construcción el próximo 18 de mayo y que a partir del 1 de junio comenzará un levantamiento gradual de las medidas sanitarias según la situación de cada estado.
El anuncio llegó tras la jornada con más muertos por la Covid-19 en México, al sumar 353 fallecidos en 24 horas hasta acumular casi 4.000 muertos y 38.000 enfermos, aunque las autoridades creen que han conseguido aplanar la curva.
En Paraguay, uno de los países sudamericanos menos afectados, el gobierno dijo que estudia aplicar distintos niveles de su cuarentena según la región luego de que los casos positivos repuntaran en los últimos días y superaran los 700, en gran parte por el ingreso de personas infectadas desde Brasil, el país latinoamericano con más contagios y muertes por el virus.
La crisis del coronavirus, que ha trastocado profundamente la vida cotidiana en todo el mundo, siguió regalando hoy postales impensadas.
En Portugal, el Santuario de Fátima, construido en 1921, celebró este miércoles un nuevo aniversario de las apariciones de la Virgen, en 1917, pero por primera vez en casi 100 años lo hizo sin peregrinos en medio de las medidas de seguridad implementadas para contener el coronavirus.
La búsqueda del equilibrio entre salud y economía ha desatado tensiones en numerosos países, muchas veces en la forma de una disputa entre el gobierno federales y las regiones, que en algunos casos rechazan la flexibilización de las cuarentenas y en otros exigen extenderlas.
En el Reino Unido, el segundo país en número de muertes por el virus -más de 33.000- Inglaterra empezó a levantar hoy algunas restricciones y a permitir, entre otras cosas, permanecer más tiempo fuera de casa o encontrarse con algún amigo en el parque, pero con distancia social.
Estos primeros pasos fueron anunciados por el primer ministro Boris Johnson hace cuatro días, pero se aplican solo en Inglaterra ya que las otras regiones semiautónomas, Escocia, Gales e Irlanda del Norte, las consideraron prematuras y mantuvieron el confinamiento.
Algo similar pasó en Ecuador y Bolivia, donde la gran mayoría de las regiones y municipios ha decidido mantener las restricciones pese a estar habilitados para flexibilizarlas.
El caso contrario se dio en Italia, que levantó parcialmente su cuarentena la semana pasada y luego registró un fuerte aumento de los casos, pero igual el gobierno central tuvo que ceder ante las regiones y aceptar que reanuden ciertas actividades que pensaba autorizar recién en junio.
En el Líbano, el gobierno volvió a decretar una cuarentena total de cuatro días desde la noche de este miércoles luego de registrarse un aumento de los contagios confirmados y de que funcionarios se quejaran de que la gente ignoraba el distanciamiento social.
Pakistán registró más de 2.000 infecciones en un solo día el sábado pasado, después de que el gobierno flexibilizara la cuarentena y la gente desbordara mercados y otros sitios.
En Estados Unidos, que con casi 1,4 millones de casos y más de 83.000 muertes es el país más golpeado por la pandemia, la máxima autoridad en enfermedades infecciosas advirtió que muchos estados y ciudades podrían experimentar más muertes por Covid-19, la enfermedad que origina el nuevo coronavirus, y mayores perjuicios económicos si alivian restricciones de manera muy apresurada.
“Existe un riesgo real de que se dispare un brote que quizás no se pueda controlar», advirtió el doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, al testificar ayer ante una Comisión del Senado.
El testimonio de Fauci va a contramano de los deseos del presidente Donald Trump.
De cara a las elecciones de noviembre, el mandatario republicano está ansioso por reactivar la economía y ha instando a las personas a manifestarse en contra de las órdenes de quedarse en casa de sus gobernadores y expresado su confianza en que el coronavrius se desvanecerá a medida que avance el verano y los estadounidenses regresen al trabajo.
El país ha sufrido un descalabro sin precedentes por la crisis del coronavirus, y más de 30 millones de personas perdieron su trabajo en siete semanas.
A nivel global, el virus ya ha infectado a más de 4,2 millones de personas y matado a más de 290.000, según la base de datos de la Universidad Johns Hopkins.
En África, Lesoto, el único de los 54 países del continente que no tenía casos confirmados de coronavirus, anunció hoy su primer contagio.
Fuente: Página/12