Alfonsina Storni nació a fines del siglo XIX en Suiza, pero emigró a la Argentina a los 4 años. Vivió en San Juan y creció en Rosario, donde dio sus primeros pasos en la actuación cuando era una adolescente, luego se formó en magisterio, y más tarde comenzaría a publicar en las revistas literarias Mundo Rosarino y Monos y Monadas. Por aquellos años, ejerciendo la docencia y la escritura, Alfonsina conoció y se enamoró de un hombre mayor y casado. A los 20 años quedó embarazada y decidió irse sola a Buenos Aires. En 1912 nació Alejandro. Como madre soltera luchó contra los prejuicios de la sociedad, y encaró los más diversos empleos para subsistir en la gran ciudad junto a su hijo. En 1916, tras mucho esfuerzo logró publicar su primer libro “La inquietud del rosal”.

Su obra poética primero moderna, luego experimental y de vanguardia, fue reconocida en toda Iberoamérica. Como cronista colaboró en los diarios y revistas más importantes de la época: Caras y Caretas, Fray Mocho, Nosotros, Atlántida, La Nota, Mundo Argentino, Crítica y La Nación.

En sus primeras crónicas, publicadas en la columna “Feminidades” de la revista Nosotros, y con amenaza de censura mediante, se propuso desmantelar el universo unívoco de lo femenino mediante la ficción y la parodia. En los distintos medios gráficos en los que escribió, Storni abrazó causas como el voto femenino, el divorcio y la independencia económica de las mujeres. Incluso, apoyó abiertamente la candidatura de la diputada Julieta Lanteri, fundadora del Partido Feminista Argentino. Muchas de éstas crónicas están reunidas en el libro Nostras y la piel.

Con intensa participación en el gremialismo literario, intervino en la creación de la Sociedad Argentina de Escritores. Y por su afinidad al Partido Socialista fue la unica mujer invitada a las tertulias literarias de las que participaban escritores de su generación como José Ingenieros, Amado Nervo, Manuel Gálvez y Horacio Quiroga, con quien tuvo una profunda relación de amistad que duró hasta la muerte del autor uruguayo.

Como poeta y cronista moderna, introdujo una nueva subjetividad en el campo de las letras: la mujer que abandona el ámbito privado y se involucra en los grandes temas de la cultura y la política. Ocre, su obra de poesía cumbre, muestra el abandono de la mujer sentimental por la mujer artista.

Junto a la chilena Gabriela Mistral y la uruguaya Juana de Ibarbourou, Storni fue precursora de la poesía escrita por mujeres en Latinoamérica del siglo XX. En mayo de 1935 le diagnosticaron cáncer de mama y tuvo que someterse a una intervención quirúrgica, que le valió una mutilación física y emocional de la que nunca se recuperó. En 1938, ante la reaparición y propagación de la enfermedad, Alfonsina se arrojó del espigón del Club Argentino de Mujeres, en la playa La Perla de Mar del Plata. Había dejado una carta para su hijo, un poema para publicar en el Diario La Nación y una declaración para la Policía, pidiendo que no se culpe a nadie de su muerte.

Maestra, actriz, cronista, poeta, militante, madre soltera, y feminista, Alfonsina Storni es una de las mujeres más audaces e  influyentes de la cultura en la Argentina de principios del siglo XX. “Me llamaron Alfonsina, que quiere decir dispuesta a todo”.

* Las Indómitas es un proyecto de difusión llevado adelante
por El Eslabón y la editorial La Ciudad de las Mujeres.
Hacemos Las Indómitas: Paula Peña, Victoria Lucero, Eugenia Arpesella

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