Según informó el sitio del diario digital colombiano El País, EEUU envió a Colombia “una brigada de unidades especiales contra el narcotráfico, en apoyo a una operación anunciada por Washington en abril y que tiene en la mira al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.

El contingente de Asistencia de Fuerza de Seguridad (SFAB, en inglés), “formada para asesorar y ayudar operaciones en naciones aliadas”, comenzará su misión “a principios de junio y tendrá una duración de varios meses”, según fuentes de la embajada estadounidense y el ministerio de Defensa en un comunicado conjunto.

Las fuentes no precisaron cuántas personas hacen parte del dispositivo. “La misión de SFAB en Colombia es una oportunidad de mostrar nuestro compromiso mutuo contra el narcotráfico y el apoyo a la paz regional, el respeto de la soberanía y a la promesa duradera de defender los ideales y valores compartidos”, dijo el almirante Craig Faller, comandante en jefe del Comando Sur de EEUU.

Según los funcionarios de EEUU, la misión apoyará la operación antidrogas en el Caribe anunciada en abril por el presidente Trump, que tiene la mira puesta en el “régimen corrupto” de Maduro en Venezuela.

Trump sostiene, sin prueba alguna, la supuesta colaboración de Venezuela con narcos colombianos para enviar cientos de toneladas de cocaína y otras drogas por aire y mar hacia EEUU.

Pero como suele ocurrir, los datos de la realidad desmienten a Trump. Las pruebas, los documentos y los hechos dejaron en claro, una vez más, las relaciones entre los narcos colombianos y la DEA.

Narcos colombianos asociados a la DEA

Desde el 3 de mayo, grupos de mercenarios vienen intentando incursiones militares en Venezuela, por las costas del Mar Caribe. Los ataques fueron neutralizados por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y organismos de inteligencia.

Según el gobierno de Venezuela, por este acto terrorista fueron capturados y procesados por la justicia más de 30 mercenarios y desertores de la FANB, entre ellos dos ex boinas verdes estadounidenses, capturados el 4 de mayo, en aguas de la población de Chuao, estado Aragua.

De acuerdo con las evidencias presentadas por el gobierno venezolano, con base en los testimonios voluntarios de los detenidos, la denominada Operación Gedeón fue planificada en Colombia, con financiamiento del narcotráfico y la anuencia de la administración Trump. Además, está vinculada la dirigencia opositora venezolana, liderada por el diputado en desacato Juan Guaidó, así como diversos dirigentes de derecha y prófugos de la justicia venezolana.

Las investigaciones descubrieron asimismo vinculaciones entre narcos colombianos y agentes de la Administración para el control de drogas (DEA, por su sigla en inglés) entre los mercenarios.

Otra fake news, otro ataque a la soberanía

Según la versión de los EEUU, “en el marco del cerco diplomático”, la fuerza especial “centrará sus esfuerzos principalmente” en las llamadas Zonas Futuro, como se conocen algunos territorios priorizados por el gobierno colombiano para fortalecer “la seguridad ante la presencia de narcocultivos y asesinatos de defensores de derechos humanos, entre otros”.

En realidad, es el propio presidente de Colombia, Iván Duque, que saludó la llegada de tropas yanquis, quien tiene contactos, a través del ex presidente Álvaro Uribe, con fuerzas parapoliciales y paramilitares encargadas de masacrar militantes e integrantes de movimientos sociales y organismos de derechos humanos.

En los últimos meses, cientos de militantes, dirigentes sociales y ex guerrilleros fueron asesinados con total impunidad.

Las “Zonas Futuro” abarcan el 2,4 por ciento del territorio colombiano, y algunas están ubicadas en lugares fronterizos, como el Pacífico del Nariño, uno de los principales puntos de salida de droga hacia EEUU, y Catatumbo y Arauca. Todos estos lugares tienen en común un hecho clave: están cerca de la frontera con Venezuela.

Las operaciones de las fuerzas especiales de EEUU también incluyen parques nacionales naturales en el segundo país más biodiverso del mundo, como el de Chiribiquete, la mayor área protegida de la Amazonía colombiana y considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Yanquis go home

Por su parte, según informó el sitio colombiano Cable Noticias, a través de las redes sociales, algunos representantes de la oposición o miembros de fundaciones defensoras de derechos humanos en el país criticaron la medida, pues consideran que “cuando esta fuerza especial hace parte de operaciones armadas en algún país, se lamentan las consecuencias”.

“Se viola la soberanía (artículo 9 de la Constitución Nacional), se pasa por encima de las facultades del legislativo (artículo 173 de la Constitución Nacional), se elimina la independencia del presidente (art 189 de la Carta Magna) se irrespeta al Consejo de Estado (artículo 237), es inconstitucional y digo no a tropas violadoras gringas en nuestro territorio”, expresó el congresista del partido Farc, Omar Restrepo.

Por su parte, el abogado Alirio Uribe Muñoz expresó a través de su cuenta de Twitter que este tipo de acciones representan un acto inconstitucional: “Presidente Iván Duque, traer tropas gringas a operaciones militares en el país, ¿es inconstitucional? ¿qué dice el Senado? ¿Y la Corte Constitucional?”, señaló Muñoz.

“Se oscurece el ambiente en Colombia y sus vecindades, primero el envío de naves militares al Caribe, luego la incursión de mercenarios en la Guaira, ahora llega al país una Brigada de seguridad de la Fuerza de Asistencia (SFAB) de EEUU, muy preocupante”, señaló el director de la Fundación Paz y Reconciliación, León Valencia.

Fuente: El Eslabón

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